Capítulo 6: Sayonara bystander

147 22 0
                                    


Notas: Fanart "Sayonara Bystander" (https://twitter

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Notas: Fanart "Sayonara Bystander" (https://twitter.com/hanabi_angel/status/894759187846017026)

________________________


Las sonrisas de Mirio eran tan brillantes que los ojos de Tamaki parecían querer llorar. Y era como ser niño otra vez, transportado a un momento en que los héroes eran un sueño, una meta, un camino a seguir, transportado a un momento en que un simple truco de dedos hacia a Mirio reír...


Las palabras de Mirio eran como un sol en la tarde, pintando el cielo de esperanza y anhelo. Y no había donde esconderse, no había forma de dar un paso atrás sin dar un paso hacia adelante. No cuando las palabras de Mirio brillaban...


Y era imposible no recordar que donde Mirio era el sol, Tamaki lo eclipsaba. Intentar esconder la cabeza era imposible sin que el peso de aquellas palabras cobraran y tomaran la forma de una promesa escrita en su nombre.


Mirio era el ejemplo de esfuerzo y perseverancia, cada paso era un adiós al yo del ayer y gracias a eso, Tamaki siempre intentaba dar lo mejor...


Porque Mirio le había admitido no tener un corazón fuerte, si no que Tamaki le alentaba. Porque Mirio admitía su Quirk no era fuerte si no que él lo había vuelto fuerte y Tamaki sabía, había sido a punta de sangre y sudor.


Tamaki no tenía la capacidad de pretender que no entendía que cada sonrisa de Mirio hacia él era un "Estoy orgulloso de ti" que hacía que sus ojos se cegaran y sus mejillas quemaran.


Y era como ser niño otra vez; teniendo un amigo por primera vez, sonriendo a alguien por primera vez... Caminando bajo un cielo de colores pastel que aceptaba inseguridades, que mostraba un sin fin de horizontes y robaba cálidas sonrisas...


Las sonrisas de Mirio eran como una mano extendida. En la duda, en el nerviosismo, en una mente en blanco... Mirio era esa mano sobre el hombro que no te dejaba dar vuelta atrás.


Y aún con la cabeza abajo y el miedo a flor de piel, cada paso era un adiós a su subestimado yo del ayer.


Porque su nombre era una promesa que no debía romper.

La amistad es algo poderosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora