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El sexo siempre se sentía bien para Seongwoo, pero esta vez no sabia si era culpa de aquella cosa que sentía en su pecho o que simplemente el toque de Daniel en su cuerpo le hacía experimentar una sensación que nunca había sentido jamás. Se tonaba a lenguas la inesperiencia del humano con su tacto travieso y guiado por las manos del demonio invitándole a describir aquellos lugares en su cuerpo que lo hacían estremecerse, Daniel compensaba bien su inesperiencia con su falta de miedo aquello prohibido y sus ganas de ayudar al demonio. Seongwoo sentía que las manos del humano quemaban donde tocaba, pero no de una manera dolorosa, era totalmente adictivo su toque. En definitiva no era igual que siempre que tenia sexo, se sentía más cálido y acogedor estar bajo el castaño, nunca había besado tanto a alguien y apenas se estaba quitando el pantalón.

Daniel bajo de sus labios a su cuello, empezó a besar y cuando descubrí que podía dejar marcas en la piel del demonio con mordidas y chupando su piel se volvió una obsesión, una nueva forma de marcarlo que lo hacía sentir de una manera que nunca antes había sentido; los jadeos y pequeños gemidos del ser de la oscuridad daban un corriente eléctrica a través de su cuerpo. Él también se empezó a sentir caliente, quería más de aquella sensación que atravesaba su cuerpo. Entendió aquella charlas que decían que el pecado a veces se sentía muy bien pero estaba mal, una tentación que era imposible de ignorar, algo en lo que se tenía que tener suficiente voluntad y fuerza para detener; sin embargo aunque una parte de él decía que se detuviera y dejara aquello, que tal vez había otra salida para Seongwoo, no la escuchaba ya que estaba contra reloj y el tiempo era rápido.

— Creo que encontraste algo que te gusta — Dijó el demonio con su tomo de burla y llevo sus manos al cabello del humano pasando sus dedos por el mientras este dejaba marcas en su cuello. Daniel gruñó molesto y separo su boca del cuello del demonio ahora lleno de marcas.

— No me hagas arrepentirme de esta decisión — habló algo molesto

Miró al demonio desnudo bajo de él ya que tenía esa mala costumbre de usar la ropa sin nada abajo, pero se fijo más en su cara, en sus labios rojizos por el contacto que había tenido, en los ojos del demonio esperando que fuera una de sus típicas miradas pervertidas llenas de lujuria; sin embargo sus ojos solo mostraban una expresión de felicidad.

— Prometo que te va a encantar, haré mi mayor esfuerzo para al menos que la pases bien. — colocó su mano en el pecho del castaño para hacerlo retroceder un poco — ven recuestate y dejate llevar. Solo tienes que hacer lo que tu cuerpo pida. Si quieres tocar algo de mi hazlo y no te contengas... — Dijó para hacer que el humano se recueste.

No dudo unos segundos para desabrochar el botón del pantalón de Daniel y bajarlos de inmediato con la ropa interior, en otra ocasión con otra persona se hubiera dado el lujo de jugar un poco y hacer suplicar al humano, pero era Daniel y tenía poco tiempo, no era alguien con que se pudiera jugar. Si tal vez en el futuro lograba que le diera otra oportunidad como la que estaba pasando lo haría, probar a que tipo de juegos preliminares les gustaría, pero no era momento para estar adivinado y menos con alguien como Daniel que no parecía estar para juegos en ese momento. Tal vez una ronda de sexo algo rudo y seco.

Cuando quito por completo la ropa del chico, vi su miembro semi despierto. Algo que lo molesto un poco, pero estaba seguro que algun día se la iba poner dura de solo verlo, justo como el quedaba muchas veces de verlo. Lo agarró para empezar a masturbarlo mientras escuchaba con la respiración del castaño se agitaba; estaba orgulloso de decir que era experto en el sexo y que todo aquello le servía de mucha ayuda en ese momento, cuando sintió que se estaba despertando por completo paso su lengua a lo largo del miembro de Daniel y pudo escuchar un gemido escapando de los labios de este, aquel sonido le indicaba que lo estaba haciendo bien y prosiguió, con una que otra lamida traviesa... No pudo evitar disfrutar un poco él también, le encanta y se sentía mejor de lo que se imagino probándolo; le gustaba su sabor, le empezaba a gustar todo lo que venía de Daniel el el momento que agarro su cabello y lo obligó meterse completamente su miembro a la boca. Ahí es cuando la experiencia jugó a su favor se fuera ahogado de la impresión. Solo alzó la mirada sorprendido de aquel movimiento y vio aquella mirada que le quemaba, Daniel era aún más sexy de lo que se lo imaginaba gimiendo cuando empezó a mover su boca y chupaba con fuerza.

Hands On Me»»» OngNiel (Wanna One)#KPOPAWARDSWATTPAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora