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— ¡Daddy, yes! — gimió Seongwoo, Daniel había aprendido que el sexo era más que sacar y meter rápido la verga. Se lo estaba haciendo lento, fuerte y más penetrativo dando cerca en la parte que lo volvía loco.

— Soy Daniel, no daddy — gruñó molesto, le gustaba más cuando gemia su nombre.

— Eres mi lindo Daddy — pasó sus brazos por los anchos hombros del humano y lo abrazó, nunca había sido de ser cariñoso al estar en pleno acto sexual y repudiaba eso. Pero, con Daniel le salía natural y quería.

— ¿Tu lindo Daddy? — preguntaba más por el tu, interesado por su respuesta. Agarró sus piernas para que rodeara su cadera con ellas y entró más fuerte y rápido rozando su punto G.

El demonio se aferró a la espalda del humano y mordió su labio, siempre era como ir en una montaña rusa con Daniel, lo hacía sentir miles de cosas y solo quería gritar y aferrarse a él como si su vida dependiera de ello.

— Yo soy tuyo y ¿Tú eres mio?...

Los dos estaban llenos de la misma pregunta, el pecado se había ido de las manos hace rato. Aquello era amor, no era sexo, estaban haciendo el amor. No era una excusa para cojer gratis y por fin Seongwoo compendio aquello, era aquel sentimiento en su pecho que era tan fuerte que le dolía, tan puro que quemaba su propio ser, tan intenso que Daniel no podia parar de confesarlo a Seongwoo. En ese momento todo estalló en ellos, solo al verse a los ojos podían saber los sentimientos hacia el otro, Seongwoo sentía que Daniel le quemaba por dentro y por fuera de todas las maneras posibles, tan doloroso como el agua bendita y tan placentero como el beso que le estaba dando.

Amar era algo que un demonio no podía hacer, muy puro para que ellos lo soportarán. Amar a un demonio y hombre era algo que quemaba a Daniel también, aquella parte que le decía que estaba mal la mato de sus pensamientos.

Cuando el humano toco su punto casi estalló del placer, estaban que morían de eso. No les costó mucho llegar al orgasmo a primero a Daniel, Seongwoo era cálido y apretado hasta un nivel que lo volvía loco; Seongwoo encontró el suyo cuando sintió ese líquido espeso llenarlo por completo. Nunca se había sentido tan lleno en su vida, tan cansado en una primera ronda

— Seongwoo... Seongwoo... ¡SEONGWOO! — Daniel se asustó cuando los ojos del demonio se cerraron y de su pecho sus latidos fueron tan lentos hasta detenerse.

Amar para un Demonio era imposible, un sentimiento tan mortal como el agua bendita.

Hands On Me»»» OngNiel (Wanna One)#KPOPAWARDSWATTPAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora