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Pour tout ce que toi faites pour moi, ma princesse.

— Lo he hecho genial, ¿verdad, Pikachu? - dijo Ash de camino a su casa.

— Pika, pika, ¿pikachu?

— Ah, ¿eso que dije al final?

— Piiika - asintió.

— Pues bueno... lo he leído en un cómic... - se sonrojó.

— Piika-pi - dijo pervertido.

— Sí... y la he agarrado de la cintura... estoy muy feliz.

— Pika.

      Llegaron a la casa y el profesor Kukui fue a recibirlos.

— Ash, ¿qué horas son estas?

— Perdón, perdón...

— Era broma, hombre. Espero que lo hayas pasado bien.

— Sí, ha sido genial - sonrió y empezó a subir las escaleras.

— Oye, Ash, ha llamado tu madre, de hecho ahora mismo... está en videollamada, ¿no quieres hablar con ella?

— Oh, claro.

     El profesor se fue a cocinar la cena y los dejó solos mientras hablaban.

— Ash, tienes que llamarme más a menudo, que en dos semanas pueden pasar muchas cosas - regañaba Delia.

— Estaba ocupado...

— Pero al menos diez minutos al día... puedes buscar un hueco perfectamente.

— Sí, pero se me olvida...

— Pikachu... - dijo decepcionado.

— Bueno, pues llámame más a menudo.

— Vaaale...

— ¿Cómo van las cosas por allí?

— Normales, supongo.

— ¿Has tenido que exponer más veces en la escuela?

— No, mamá.

— Y cómo está Litten, ¿está durmiendo bien?

— Está perfectamente - dijo harto y algo molesto.

— Cuando vuelvas a Kanto me lo voy a quedar.

— Cuando vuelva ya habrá evolucionado.

— Me lo quedaré de todas formas. Será buena compañía para Mr. Mime.

— Claro, mamá... ajá...

— Hablando de compañías, el profesor me ha dicho que esa chica, Serena, está en Alola.

— Ahh... - se puso nervioso - S-sí, está por aquí.

     Ash había escuchado ese tono de voz en las palabras de su madre que le ponía nervioso. Sabía que ella sospechaba algo, o simplemente quería avergonzarle.

— Te has puesto rojo - mintió - , ¿no será tu novia?

— Pi...k - aguantaba la risa.

— ¡Claro que no!

— Vaya... es verdad. Mi Ash es muy tonto para eso, ya quisiera yo que mi niño tuviera una novia tan buena - dijo burlándose.

— ¡No soy tonto! - dijo molesto.

— Ash, una chica como Serena sería muy buena pareja para ti, eres un desastre, y ella es muy apañada.

— ¡No soy un desastre! - se sonrojó y se puso de lado a la pantalla.