Capítulo 8

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Narrado por Caroline

-¿De qué hablas?-este tarado no puede arruinarlo, lo he planeado por más de tres meses.
He desperdiciado mi tiempo y he inventado secretos para que esto funcione, me va a dar un paro cardíaco, siento el color en mis mejillas del coraje pero no puedo mostrarle que él ganará, que dependo de su presencia, aunque así sea.

Todo iba tan bien.

Su primera impresión fue un BINGO, de hecho pensé que no lo lograría, ella no es fácil de sorprender, casi lo ha visto todo.

Todo lo que ella quiera ver y saber por supuesto.

Es especial lo debo reconocer aunque no quiera, eso es lo que más odio, yo no puedo superarla ni en belleza, ni en inteligencia.

Anna ha estado marcandome todo el día, pero ahora no puedo responderle, necesito arreglar esto, hacerle entender a este soquete que lo haga.

-Me aburre- dijo con los brazos cruzados y una mirada de me vale una mierda tu estúpido plan.

-Y ¿qué es lo que quieres?- le digo cansada de su comportamiento.

-¿Qué me puedes dar?- dice con una mirada de perversión lo cual por alguna razón me causa gracia.

No queda de otra, no me desagrada la idea, sin embargo me aburre un poco con él, en algunas ocasiones.

Así que me acerco a él lentamente, dándole una mirada de deseo y posesión.

-Algo bonito, le susurro al oído, sintiendo como se estremece.

-¿A sí?- exclama pegando mi cintura a su pecho, ya puedo sentir su entrepierna endureciéndose, así que lo empujo hacia el sillón que esta detrás, el cual es para tres personas, de cuero negro, él cae sentado y yo me subo en su regazo y coloco una pierna a cada lado de su cintura, y empiezo a moverme lentamente sobre él, mientras cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás, tomo del cabello y lo jalo ligeramente para acercar mi cabeza a su cuello y besarle lentamente bajo su mandíbula, mordiendo en áreas sensibles de su anatomía, lamiendo y succionando, dejando una marca ahí.

No dejó de mover mis caderas, creando un roce que lo vuelve loco, realmente es fácil de manejar.
Y luego lo beso con deseo y pasión sus labios moviéndose rítmicamente con los mios su lengua entra en mi boca y la tomo con la mía chupando y disfrutando mientras él con sus grandes manos toma mi trasero levantando mi falda rosa pastel hasta mi cintura y metiendo sus dedos dentro de mis ropa interior de encaje, son unas de mis favoritas en estos momentos.

Comienza a apretarlos, fuerte...

-Aah...- suelto un pequeño gemido en sus labios.
Lo cual hace que se prenda aún más y comience a nalgearme repetidas veces duro, muy duro causando una ola de calor en mi cuerpo e inconscientemente empiezo a moverme más rápido y con más fricción, besándolo mas intensamente, mordiendo su labio inferior, el cual es carnoso y rosado. Suelto varios gemidos a causa de sus nalgadas y provoca que las siga golpeando suave, duro, suave y duro para luego sobarlas y apretarlas,se que ya están rojas.

No puedo y echo la cabeza hacia atrás para que el tenga acceso a mi cuello y se apodera de él con intensidad besando, lamiendo, chupando y dejando marcas por mis clavículas.

Me toma de la cintura y se posiciona sobre mi cuerpo, moviéndose. Y con sus ágiles manos baja mi falda. Pero yo tengo otros planes, lo quito y me paro del sillón, parándolo, para después incarme y quedar a mitad de su cuerpo.
Desabrocho su pantalón y lo bajo con todo y bóxer.

Muerdo mis labios al ver lo que tengo enfrente, él sí que la tiene grande.
La tomo entre mis mano y de una me la meto a la boca.

-Aah C-Caro, aah joder- gime fuerte  lo cual me hace sonreír, es un tarado cien por ciento.

Meto todo lo que puedo hasta que toma y con mi mano le doy placer a lo que quedó fuera, sobandole las bolas, chupo la punta y succiono provocando venidos guturales por su parte.

Voy cada vez más rápido y preciso sin dejar atrás las succiones.

-Joder, me voy a...a...a venir- me toma del pelo y penetra mi boca cada vez más profundo, así que con mis dientes los rozo un poco dándole más placer, succiono y succiono, hasta que siento un liquido valiente en mi boca, lo trago y sacó de su ella su pene, lamiendo lo que quedo en la punta.

Me levanto, viento una ligera capa de sudor en su frente, y lis ojos cerrados, luego acomodo mis panties, aliso mi falta y mi cabello.

- Y bien, ¿lo harás?

- Mierda, sí- dice recuperando la respiración.

- Genial- le respondo satisfecha, viéndolo acomodar su ropa, en su lugar.- Ahora, sabes donde está la puerta- tras decir esto toma sus cosas y antes de salir me da una nalgada.

-Esperó mas de estas cosas bonitas- finaliza guiñándome un ojo y cerrando la puerta tras de sí.

-Agh- expulso rodando los ojos.

Bien, todo sigue en pie.

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