CAPITULO 6: MENSAJES

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-Voy a comer, vuelvo en una hora- me despedí de Paulina y salí hacia el restaurante del hotel donde ya me esperaba mi familia, enseguida los localice y me senté junto a ellos.

-Ya podemos comer muero de hambre- dije inmediatamente.

-Ya no tardan en traer la comida- dijo mi mamá.-Le estaba contando a tu hermano que anoche saliste con Maritza y Paulina.

-Gracias, Má-sin ningún ápice de agradecimiento la voltee a ver.

-¿Es en serio que fuiste? Qué vergüenza me das hermanita, puro naco sombrerudo que lo único que saben hacer es emborracharse y matarse unos con otros- mi hermano, tan bello él, burlándose de mí.

-Ya, Arturo, tu punto nos quedó claro. Déjame decirte que no fui por gusto, Maritza insistió y como ya le había cancelado otras veces, acepte y de todas maneras yo, a ti no debo explicaciones. Si fui o no es mi problema, así que déjame tranquila.

-Jajaja, de verdad madre, ¿Por qué tuviste una hija tan naca?- si las miradas mataran, yo ya lo habría matado, lo juro.

-Déjala, si a ella le gusta esa música es su asunto, contigo nadie se mete.

-Nadie se puede meter con un metalero, somos los mejores- en ese momento nos trajeron la comida y Arturo dejo de molestarme para ponerse a comer.

-Solo espero que anduvieras con cuidado, Sofía, en esos eventos uno se puede encontrar cada gente, parece mentira pero lo peor de la ciudad se reúne para esos bailes- mi madre que solía pecar de snob.

-Sí, madre, ya ves aquí estoy y no me paso nada, estoy entera. Además como si en sus conciertos de rock estuviera pura gente súper buena, hay de todo en esta vida, o me van a decir que Maritza y Paulina son de lo peor o incluso sus papas, porque ahí estaban los señores o tu sobrino Sebastián, mamá, por favor dejen de ser tan cerrados.-

Realmente, no era que yo tuviera un estilo musical definido pero tampoco me iba a los extremos como Arturo o como la gente que estaba en el Baile de los Astilleros, si me esforzara me podrían gustar unas dos o tres canciones de Banda pero no creo que algún día fuera gran fan, así como tampoco lo soy de los grupos de rock que se escuchan en mi casa.

Mientras comía me quede pensando en que si esto había sacado por ir al baile que pensarían de que el vocalista de los Astilleros me había llamado por teléfono y que quería conocerme, pff, mejor no me lo imaginaba, por mi bien.

Después de un rato ya comiendo, recordé preguntarle a Arturo por Sebastián y fue cuando nos contó que unos clientes muy importantes estaban en la ciudad para realizar un gran proyecto pero la casa donde se iban alojar aún no estaba lista sino hasta dentro de quince días, entonces necesitaban un lugar para quedarse, donde estuvieran cómodos y tuvieran intimidad y entonces él pensó en el hotel y en ese momento estaban en negociaciones, Arturo estaba esperando que le dieran el visto bueno al presupuesto que había mandado. Cuando le pregunte quienes eran no supo decir y así la conversación se derivó en otras cosas, hasta que Arturo se tuvo que ir porque precisamente le hablaban para cerrar el trato con los clientes de Sebastián.

Cuando volví a recepción a continuar con mi trabajo, me encontré a Maritza que iba de salida.

-¿Ya te vas?- le pregunte.

-Ya, estoy muerta, con la desvelada y el trabajo de hoy. Oye, ¿Quién se va a hospedar? Enviaron menús especiales para mañana y el chef puso personal para atender exclusivamente a esas personas. Según escuche van a estar en las habitaciones del último piso.

-Seguramente los clientes de Sebastián, tuvieron problemas con su hospedaje pero lo último que yo supe fue que estaban por confirmar.

-Mmm, pues ya ha de estar, pero tu ¿no sabes nada más?

-No, ya sabes que cuando son asuntos grandes de eso se encarga Arturo, supongo que mañana lo sabremos.

-Lo más seguro. Me voy, muero de cansancio.

-¡¡Ahh pero ayer!!!-le dije riéndome.

-Ya sé, no me digas, aun así lo bailado nadie me lo quita.-ella también reía-Nos vemos mañana.

-Hasta mañana.

Casi al final de la noche me llego un correo de Arturo informándome que mañana llegarían los clientes de Sebastián, alrededor de las 10 de la mañana, aun no tenía los nombre pero eran 25 personas que estarían por quince días en las habitaciones del último piso, como me había dicho Maritza y que esperaba que pudiera estar para recibirlos. Después de contestarle que estaba bien y de checar que las habitaciones estuvieran listas, me fui a mi casa.

Como era temprano, decidí ver una película, al final, se convirtieron en dos y cuando casi terminaba me llego un mensaje:

Buenas noches preciosa, te mando este mensaje porque ya es tarde y no quise despertarte, solo quería saludarte y preguntarte si habías pensado lo que te dije esta tarde.

Rodrigo. Le conteste:

SOFÍA: Hola, no te preocupes aun no estoy dormida y no, la verdad no pensé en nada estuve muy ocupada.

RODRIGO:Está bien, mañana espero que si tengas una respuesta.

SOFÍA: ¿Es una orden?

RODRIGO: No, un anhelo

SOFÍA: Ya veremos, pero no anheles demasiado.

RODRIGO: No me voy a dar por vencido con un simple no, ¿Sabes? No soy de esos.

SOFÍA: Y yo no soy de las que caen tan fácil.

RODRIGO: Eso espero, me gustan las cosas que me hacen esforzarme.

SOFÍA: Yo no soy una cosa.

RODRIGO: Era una manera de decir.

SOFÍA: Pues no me gustan tus maneras.

RODRIGO: Jajaja terca la muchacha, se da a desear. Así me gustan.

SOFÍA: ¿En serio? Yo pensé que te gustaba conseguir a una por noche.

RODRIGO: Es lo que te digo, no me conoces, solo te basas en tus pensamientos y prejuicios.

SOFÍA: No lo sé, solo sé que tengo muchísimo sueño. Te dejo. Bye.

RODRIGO: No huyas.

SOFÍA: No, no huyo, tengo sueño.

RODRIGO: ¿Hablamos mañana?

SOFÍA: Tal vez. Buenas noches.  
                                                                                                                 

RODRIGO: Buenas noches, preciosa. Sueña bonito.           

¿Será que realmente lo estoy juzgando? ¿Precisamente después de lo que le dije a mi mamá hoy, de que no fuera tan cerrada? Creo que sí y eso es un tanto hipócrita por mi parte. ¿Debería darle una oportunidad? No lo sé, necesito pensarlo ¿me gusta? Definitivamente, sí.

Y con todas esas reflexiones me quede dormida y no termine de ver mi segunda película de la noche.

Buscame frente a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora