La Nerd |[Libro #2]|

Capítulo 09.- Traición

Narra Amy

Después de que compre las cosas necesarias para preparar las comidas y demás me dirigí a tomar un taxi puesto que estaba muy agotada nunca me gusto salir a comprar comestibles siempre fue una muy difícil tarea para mi ¿y para quien no? tener que comprar lo adecuado para mí y para mi compañero de apartamento el cual ahora debe estar furioso, ayer me dijo que esta semana y la siguiente estaría atendiendo mesas debido a falta de personal en aquel lugar donde ahora trabaja.

No me imagino la frustración que ahora debe de estar sintiendo... Cuando el taxi llega a la dirección acordada me ayuda a bajar las bolsas que he traído conmigo, le agradezco y pago los cuarenta dólares que me cobro por traerme hasta acá. Se aleja con un poco de prisa mientras ahora yo me encuentro tomando las bolsas plásticas con el logotipo de la tienda. Estoy por tomar las dos últimas pero unas pequeñas manitas me han ganado.

─Déjame ayudarte ─ dice la niña que siempre está limpiando las escaleras.

─Gracias.

Ella muestra una pequeña pero sincera sonrisa mientras que nos dirigimos a las escaleras para comenzar a subirlas. No hay palabras tan solo el sonido de nuestras pisadas golpear con un tanto de fuerza aquellos escalones de cemento. Cuando llegamos al piso en donde vivo dejo las bolsas en el piso y saco las llaves colocándolas en la perilla. Al girarla vuelvo a tomar las bolsas para entrar por completo al apartamento la niña ha entrado detrás de mí con un poco de prisa. Dejo las bolsas en la mesa y ella hace lo mismo para después bajar la mirada y encontrarse con el pequeño cachorro.

─Que lindo es.

─Te lo agradezco ─ sonrío y tomo mi billetera sacando veinte dólares, la llamó y se los entrego.

─No tenías que dármelos...

─Me ayudaste, debía hacerlo.

Sonrió nuevamente mientras colocaba su billete en uno de sus bolsillos traseros, se dirigió hacia la puerta y quito las llaves para entregármelas.

─Eres Abigail... ¿Verdad?

Ella asintió volviéndose a hincar para acariciar al cachorro.

─Solo Abi ─respondió ─ odio mi nombre...

─Es lindo...

Rodeó los ojos sonriendo un poco, se levantó y me miró con atención mientras yo hacía lo mismo. Tiene ligeros golpes en sus brazos y rostro.

─ ¿Que te paso?

─Mi papá ─ bufo ─ siempre nos golpea a mi hermana y a mamá.

─... Ven.

Comencé a caminar hasta el pasillo para entrar al pequeño baño, tome una pomada y la destape comenzando a colocarla en los brazos de Abi, es una niña de unos diez años.

─Con esto no te dolerá tanto...

─Gracias...

─ ¿Quieres ver una película y comer helado?

─ ¡Si! ─ respondió feliz mientras caminábamos hacia la sala.

Siento pena por ella, su hermana y por supuesto por su madre, nadie tiene que pasar por una situación así, mucho menos si es de familia... Comprendo que tienen miedo de denunciar Camila me lo dijo la primera vez que la conocí esa primera vez en donde me trajo esas galletas que estaban deliciosas. Me gustaría ayudarlas a las tres pero el problema es que en estas circunstancias nada es tan fácil... Una denuncia parece fácil pero no lo es, papeleo, papeleo y evidencia... No es sencillo.