La Nerd |[Libro #2]|

Capítulo 40.- "Jamás lo haré"

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Narra Michael

No hay palabras para describir lo que sentí en ese momento en que ella me dio aquella noticia, esa noticia que cambio por completo mi estado de ánimo, esas palabras tan emocionantes y simplemente tan inimaginables... -¿Qué que se siente?-. Simplemente no puedes asimilar las palabras, no puedes reaccionar de la manera tranquila y serena que todos quieren, no puedes ni siquiera controlar las lágrimas que salen como torrente, el llanto, esas ganas inmensas de besarla y acariciarla... Esas ganas increíbles de estar a su lado por siempre...

La incertidumbre te come, esa incertidumbre de ponerte a pensar tu futuro, esa incertidumbre de querer planear las cosas a mayor tiempo a grandes posibilidades de que ella reciba toda la atención y cuidado posible, simplemente sientes esa felicidad que solo una vez en la vida puedes sentir, esa felicidad de tener en tus brazos a una pequeña criatura que cambiara tu vida para siempre, esa felicidad de poder sentirlo o sentirla por primera vez... Nunca en mi vida estuve tan feliz como ahora lo estoy, nunca en mi vida estuve realmente enamorado de la mujer más increíble del mundo... Y nunca me arrepentiré de haber escuchado esas dulces y cálidas palabras salir de sus labios...

Después de que los demás entraran, tenían sonrisas grandes, tan solo me pedían que ahora que sabía la verdad y porque de esa insistencia para ir al hospital, fuéramos enseguida para descartar lo que los carcomía a todos y en especial a ella... No lo dude dos veces, no lo volví a hacer simplemente nos levantamos de ese piso para salir juntos del apartamento para dirigirnos al hospital. Ella me dijo a donde quería ir, no iríamos al hospital sin embargo, iríamos con aquel médico que le dio aquella noticia que cambio su vida tanto como la mía y, aunque Harry y Taylor insistían que fuéramos al hospital confié en lo que ella me decía, en que aquel tipo era muy buen médico, que confiaba en el tanto como para confiarle las últimas palabras sobre si estaba bien o no nuestro pequeño... Blake y Janet nos acompañaron al igual que Hayley, Paul y Bridgit. Cada quien en su auto, cada quien con sus buenos pensamientos sobre que todo estaría bien para ella y para el bebé.

El coraje que sentí por todo lo que paso regreso, ahora comprendo por qué reaccionó aquel hombre de esa manera, ahora comprendo que no lo tomo bien y nunca lo hará... Así como jamás tomo bien lo nuestro desde la universidad, así como nunca quiso que yo me le acercara... Ahora lo entiendo todo... Comprendo ahora las palabras de Taylor cuando le dijo que se había metido en un gran aprieto, sé que es eso, el tipo sabia lo de (Tn) mucho antes que yo, fue el primero quien lo supo al parecer eso le entendí a Harry cuando dijo que él había sido uno de los primeros en saberlo...Es verdad, Hicks se ha metido en más aprietos de lo que el cabrón cree...

Obedezco a su cálida voz cuando me pide que me detenga, obedezco cuando solo su voz inunda mis oídos. Apago el auto al estacionarme detrás de un auto color beige, ella abre la puerta del auto y baja de inmediato mientras yo repito su misma acción. Cierro la puerta del auto y coloco la alarma de inmediato mientras el auto de Blake se estaciona detrás nuestro, el auto de Taylor se estaciona detrás de este y el de Paul detrás del de Taylor. Harry baja del auto de Taylor mientras sostiene su celular cercas de su oído, Taylor se acerca a nosotros mientras comenzamos a caminar hasta aquel edificio, mi hermana sólo toma su mano mientras caminan con velocidad a la puerta principal.

Las palmadas que Paul me da son de confianza, esa confianza para que vea y piense que todo saldrá bien. Minutos más tarde he recibido mensajes y llamadas de Phillips, llamadas que he ignorado y mensajes que tan solo son de amenazas y de grandes y severos problemas que han ocurrido en mi ausencia... La ventaja de esto, es que no puedo si quiera perder el empleo ahora, no cuando mi padre me ha dado el cargo de dirigir la empresa junta aquel hombre. Taylor está en una llamada desde hace minutos, ella se encuentra sentada recargada en mi hombro con sus ojos cerrados, derramando lágrimas que a pesar de que mis dedos pasan por sus mejillas y ojos para borrarlas estas siguen cayendo sin fin. Cuando Taylor cuelga la llamada este se acerca hasta nosotros con una mueca de desagrado.