Capitulo 3

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El reloj marcaba las cinco y cuarenta y dos cuando Salí de Owens. Mi turno había terminados dos horas antes y había decidido trabajar horas extras ya que la renta había aumentado deciento dólares.

Mi padrastro nunca trabajo y creo que no sabe cual es el concepto de la palabra “trabajo”, por lo cual quien lleva el dinero todos los días a casa soy yo. Un sueldo mínimo de ochocientos dólares y una renta de cuatrocientos noventas dólares me deja poco dinero para mi uso personal y para alimentos, motivo por el cual intento almorzar en el trabajo y llevar el dinero siempre conmigo ya que de este modo Gregory no tienen fondos por el cual comprar cervezas para embriagarse hasta perder la conciencia o volverse agresivo y descargar su furia conmigo.

He intentado huir de casa infinitas veces pero el siempre sabe con que atacarme para que no me vaya. Suele tocar el tema de la muerte de mi madre o decir que tiene pruebas suficientes con las cuales me puede mandar nuevamente a rehabilitación, siendo que no he tocado droga en un largo lapso.

Camine hacia la puerta de casa observando una motocicleta negra que descansaba en la entrada del garaje. Nunca había visto una motocicleta o, mejor dicho, algún vehiculo en ese lugar. Coloque la llave en la cerradura y gira la llave lentamente. Antes de que pudiese mover otro músculo la puerta se abrió de repente. Mis ojos se encontraron con un fornido pecho cubierto con ropa negra, eleve mi rostro congelado por el frío invernal encontrándome con un par de ojos ámbar mirándome curiosamente.

XX: ¿Vives Aquí? –pronuncio con una sonrisa burlona. Asentí con la cabeza ya que, al estar hechizada con una mirada tan peculiar, no pude articular palabra alguna.

TN: ¿Qué…? ¿Qué haces aquí? –inquirí al fin.

XX: Estoy cumpliendo con mi trabajo –contesto saliendo de casa. Lo mira marcharse como una niña encantada al descubrir un nuevo color.

Entre a casa, limpiando la nieve que haba caído sobre mi cabeza y, tras desabrigarme lo suficiente como para dejar de sentir calor, me dirigí al living. Gregory estaba derribado en el suelo retorciéndose de dolor.

TN: ¿Qué ha sucedido contigo? –pregunte sorprendida.

Gregory: Ayúdame a levantar, mocosa –contesto con ese tono autoritario que tanto detesto.

Con dificultad lo ayude a levantar y lo senté en el sillón que estaba frente al televisor. Su labio tenía un pequeño corte y su ojo izquierdo parecía haber recibido un terrible puñetazo.

TN: ¿bas. A contestarme o seguirás ignorándome? -cruce los brazos sobre el pecho y con el pie maque los segundos que pasaban esperando su respuesta.

Gregory: Nada que sea de tu importancia –dijo entre dientes evitando, como de costumbre, mis preguntas. Rodee los ojos y camine con paso rápido hacia mi habitación. Sea lo que le aya pasado a Gregory se lo merecía, nunca he despreciado tanto a una persona con lo desprecio a el.

Tome un libro de la biblioteca de mi alcoba, se titulaba “El diario de Ana Frank”. Había leído esta historia infinita veces y no me cansaba de hacerlo. Mira la tapa de este, la cual estaba deteriorada, y recordé cuando mi madre me lo obsequio para mi cumpleaños numero catorce. 

Leí la primera hoja antes de interrumpir mi lectura. Ese joven castaño había estado en casa y el, seguramente, era el responsable de la heridas de mi padrastro.

“Estor cumpliendo con mi trabajo”. Sus palabras hicieron eco en mi mente. ¿Qué clase de trabajo implica lastimas seres humanos?

"Never Be Alone" (Paranormal)-JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora