Capítulo 7

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[Vitya] 

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[Vitya] 

Con pereza abrí mis ojos, parpadeando un par de veces para acostumbrarme a la luz del sol que entraba por la ventana la cual tenía las cortinas abiertas, justo como las dejamos la noche anterior. Miré hacia mi derecha, encontrándome con la cama vacía y fría, al parecer Yuri había despertado mucho antes que yo.

Pensar en él provocaba una opresión en mi pecho y no necesariamente ese tipo de sensación agradable que recorre tu cuerpo cuando la mirada de la persona que amas se encuentra con la tuya o cuando esa persona te abrazaba haciéndote sentir protegido, haciéndote sentir en casa. Pensar en Yuri me causaba una sensación dolorosa.

En el fondo, y no queriendo aceptarlo del todo, sabía la verdad: Yuri no me amaba.

Ella fue muy clara desde el inicio de mi existencia.

—Él jamás va a amarte, Vitya, tienes que tener esto contigo siempre.

¿Y cómo iba a olvidarlo? Si cada noche se aparecía en mis sueños para recordarmelo.

Ella era cruel. Cruel con el mundo, con las personas por jugar con ellas a su antojo. Cruel con Yuri por hacerle esto, ¿qué pasaría si él se termina por enamorar de mi? ¿Sus planes seguirían siendo los mismos? Espero que no.

Era cruel incluso conmigo.

La puerta siendo abierta me hizo pegar un pequeño brinco, Yuri entraba por la puerta dando  pasos cortos abrazándose a sí mismo.

—¿Cariño, dónde estabas? ¿Todo bien?

Sin importarme la poca ropa que llevaba encima me acerqué hacia donde se encontraba.

—Uh, to-todo bien. Tomaré..., tomaré una ducha —habló sin siquiera mirarme, rodeándome para en dirección al baño.

Hice una mueca al escucharlo, olvidando su actitud me acerqué nuevamente a él, ésta vez rodeándolo con mis brazos por la espalda, dejando un par de besos sobre la misma.

—¿Quieres que te acompañe, cariño? —susurré en su oído.

Sentí su cuerpo ponerse rígido ante mi contacto y, como si tuviese una enfermedad contagiosa, se alejó de mí con rapidez.

—¡No, no! —no sólo su voz tenía un toque de pánico, poseía tensión, pareciera que le contaba hablarme —. Puedo hacerlo solo, Vitya.

Se apresuró a entrar al baño, cerrando la puerta con pestillo detrás de sí. 

Sin poder apartar la mirada de la puerta, comprendí lo que ella había querido decirme en mi sueño más reciente. 

—Todo va a cambiar, Vitya. Él se dará cuenta de muchas cosas. Prepárate.

Soy Vitya |Victuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora