Capítulo 5

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Los siguientes días, por suerte, ocurrieron con calma, sin embargo Vitya había estado algo más

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Los siguientes días, por suerte, ocurrieron con calma, sin embargo Vitya había estado algo más... ausente, a veces lucía como si estuviese perdido en sus pensamientos y en más de una ocasión le pregunté sobre ello pero sólo murmuraba que no era nada para después sonreír y arrastrarme por toda la aldea en un intento de distraerme.

Esa mañana él fue el primero en despertar, cuando por fin lo hice me quedé en silencio viéndolo; estaba sentado en los pies de la cama, su larga cabellera estaba atada en una desordenada trenza y su espalda se encontraba desnuda -a pesar de que siempre dormía con playera de alguna u otra forma despertaba sin ella-, debió haber sentido mi mirada sobre él pues se giró y sonrió de manera ligera.

—Buenos días, cariño.

—Buenos días —respondí en un susurro, sintiéndome algo avergonzado de que me haya descubierto viéndolo.

Sus ojos celestes no se apartaron de mí y su pequeña sonrisa desapareció de sus labios.

Con su característica elegancia se acercó hasta donde yo estaba, sentándose en mi regazo para después inclinarse sobre mí. Me estremecí un poco al sentir sus labios cálidos sobre mi pecho.

—¿Vi-Vitya? —pregunté sonrojado, removiéndome debajo de él.

En vez de responder siguió besando mi piel desnuda, solté un suspiro placentero cuando sus labios fueron a mi cuello, mi rostro enrojeció cuando dejé escapar un gemido cuando su lengua pasó por la extensión de mi cuello.

Lo escuché reír, parecía estarse divirtiendo conmigo y mi cuerpo traicionero que respondía poco a poco a sus caricias.

De pronto se enderezó un poco, lo suficiente para poder mirarme posteriormente juntó nuestros labios. El beso comenzó lento, como una simple contacto pero ésto terminó cuando su lengua entró a mi boca dejando de lado la delicadeza para darle paso a la desesperación.

Como era costumbre los besos de Vitya eran demandantes.

Te dejaban sin aire, sólo te daba unos segundos para recuperarte y volver a besarte con esa o mayor intensidad.

Aquella mañana teníamos planeado salir temprano para aprovechar el día y conocer un lugar que Celestino nos había recomendado, sin embargo, salimos de esa cama mucho más tarde de lo previsto.

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Soy Vitya |Victuri|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora