Cristal purpura

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Bueno... no estoy segura de cuanto he tardado en actualizar pero he tenido que reescribir una parte de este capitulo por que simplemente no me agradaba para nada como estaba quedando y al final termine alargándolo mas de la cuenta pero gracias a una persona del grupo laith me arme de ganas para terminar el capitulo en su totalidad y subirlo, así que espero que les guste y una disculpa por los errores de ortografía.

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A pesar de un par de pesadillas que Keith había tenido en la noche, fue capaz de conciliar el sueño y ya comenzaba a amanecer en el castillo, pero eso no fue lo que hizo que despertara de golpe, si no el peso de "algo" que estaba sobre él, y también la sensación de que le estaban picando sus mejillas.

Lentamente comenzó a despertar y lo primero que vio fue a un niño de tez morena que lo miraba con curiosidad, lo que paso después de que cayera en cuenta de que ese niño estaba sobre él, fue que lo empujo lejos y a los pocos segundos recordó que estaba en una litera así que lo más rápido que pudo invoco aquella ya tan característica arena negra para crear una mano que tomo al otro en plena caída y lo soltó con mucho cuidado en el suelo.

Apenas el contrario toco el suelo Keith se dio el lujo de volver a poner su cara en la almohada pues no quería despertarse aun, pero bueno en realidad el sería feliz si pudiera quedarse ahí por siempre sin tener que preocuparse por nada ni por nadie.

-wow, ¿tú hiciste esa cosa con la arena negra?- cuestiono aquel niño de cabellos castaños con cierta emoción.

-ahg... ¿podrías callarte? Intento dormir.-

Con esa simple oración el contrario hizo un puchero, que rápidamente fue sustituido por una sonrisa burlesca.

Al no escuchar respuesta alguna, Keith pensó que podría conciliar el sueño por más tiempo, pero estaba más que equivocado pues mientras él se removía tratando de encontrar una posición cómoda para dormir, a sus espaldas el de cabello castaño se estaba concentrando en hacer igualmente una mano gigante para sacarlo de la cama.

Keith tan solo soltó un quejido cuando dejo de sentir la cama debajo de el, abrió los ojos y tan solo miro una mano gigante como la que el había hecho antes, pero la diferencia es que esta que lo sostenía era transparente, ahí se dio cuenta que el poder del cristal de aquel niño era del agua.

-¡Maldita sea bájame de una vez!- grito Keith mientras trataba inútilmente de soltarse.

El moreno pareció pensarlo unos momentos e incluso se cruzo de brazos para parecer más convincente.

-mmm... pues yo creo que no.- dicho esto y como cualquier niño de esa edad haría, le saco la lengua.

-te digo que me sueltes pedazo de idiota.- para ese momento el ya estaba demasiado enojado como para intentar convencer al otro de una forma más "civilizada".- como no me sueltes te juro que te vas a enterar de lo que soy capaz.-

El contrario hubiera seguido con su juego de no ser por el resplandor purpura que estaba en el pecho del otro.

-¿quieres que te suelte? Está bien.- encogió los hombros y aquella mano desapareció dejando caer a Keith en el suelo.

En ese momento Keith maldijo a ese niño pues le había dejado caer de lleno en el suelo y termino literalmente besando el piso pero decidió ignorarlo, si tenía que dormir en el piso lo haría.

-oh vamos no seas aguafiestas, vamos levántate que tenemos cosas que hacer.-

-tú ganas, si al menos así me dejas tranquilo.-

El reino de los cristalesWhere stories live. Discover now