El reino de los cristales

La debilidad del corazón

Hola gente ¿como están? si... ya se que no he actualizado en un buen rato pero les juro que ha sido por culpa de la escuela que me deja agotada y sin muchas ganas de tomar mi computadora y ponerme a escribir algo. Aun así en las pocas horas libres que tengo en la escuela me dedique a escribir en partes este y el siguiente capitulo .

Gracias a esto hay dos noticias, una buena y una mala. La mala pues... ya la saben, que tarde un montón en actualizar pero la buena noticia es que poco mas de la mitad del siguiente capitulo ya esta escrito en una tablet y solo es cuestión de copiar y pegar, por lo que no tendrán que esperar demasiado por el siguiente capitulo. y pues los dejo con este capitulo :)

........................................................................................

...........................................................

El tiempo pareció haber volado desde que Keith y Lance habían llegado al castillo con una sola misión, entrenar lo suficiente para que cuando llegara el día en que tuvieran que pelear en la guerra contra Zarkon fueran capaces de poner un fin a todo. Por supuesto que en ese tiempo habían conocido a la hija del rey Alfor, la princesa Allura y rápidamente los 3 se hicieron amigos aunque Lance solía hacer cualquier tipo de tontería para ganar la atención de la princesa.

Sin embargo esa amistad se vio bastante fragmentada cuando Keith cumplió los 7 años pues fue el momento en el que por fin pudo saber que contenía aquella maleta que su padre le había dado antes de marcharse al castillo, desde ese día todo para el parecía simplemente monótono pues ya no era capaz de saber que debía sentir respecto a lo que ahora sabia. Lo podía recordar muy bien, aquel frió tan intenso que podría romper a un corazón de cristal si no se tenía cuidado suficiente.

........

Se había asegurado de que Lance estuviera completamente dormido para poder salir a hurtadillas del castillo por la ventana que había en la habitación que ambos compartían, antes de salir de ahí junto a su espíritu protector se aseguro de tomar la maleta y un pequeño abrigo negro que Avaritas le había regalado. Con sumo cuidado abrió la ventana y acto seguido invoco a Blue, aun le molestaba que no lograra despertar la verdadera forma de su espíritu pues se suponía que debía de tener una apariencia un tanto imponente pero tal y como estaba ahora, solo parecía un inofensivo cachorro que le arrancaría la cabeza a quien se le acercara con malas intenciones. Aunque al menos agradecía que Blue fuera uno de los espíritus más peculiares que aun sin tener alas son capaces de volar sin problema alguno, y eso era de gran ayuda para esta ocasión.

Burlar a los guardias no fue tarea sencilla, en realidad tuvo que esperar a que hicieran el cambio de turno para poder salir del castillo sin que nadie lo notara, de hecho no hubiera importado mucho si alguien lo veía puesto que nadie sabía que a su edad ya podía invocar a su espíritu protector cuando normalmente eso se puede hacer entre los 10 y 13 años y aunque lo supieran, nadie sabía cómo era la apariencia de Blue. Paso un rato antes de que el animal comenzara a soltar gruñidos debido a la incomodidad de llevarlo sobre el.

­­­­-Tranquilo Blue, ya casi llegamos. - susurro Keith mientras acariciaba el pelaje blanco de Blue, entendía que el espíritu estuviera cansado ya que jamás había llevado al menor en su lomo por tanto tiempo y menos con un peso extra. Pese a aquella prenda que Keith portaba y que cubría todo su cuerpo e incluso parte de su rostro, podía sentir ese frió tan insistente y cruel que acompañaba a la noche y que golpeaba su rostro sin ningún tipo de consideración.

La luna ya había alcanzado su punto más alto cuando por fin llegaron a aquel lugar que después de tantos años seguía viéndose exactamente igual a la primera vez que su padre lo llevo ahí, con la única diferencia que ahora en lugar de haber entrado por aquella estrecha cueva, entro por el poco espacio que los troncos de aquel árbol dejaban disponible para colarse.