Capitulo 4

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¡Joder, joder, joder, joder, joder! ¿Y ahora qué diablos hago?

Estaba demasiado concentrada en perseguir a Jean, ni siquiera me di cuenta de que estábamos junto al comedor. Y, por supuesto, tampoco esperaba que el Comandante del Cuerpo de Exploración y mi escuadrón estuvieran allí.

No hay forma de salir de esta.

Jean camina a mi lado y le sorprendo mirándome de reojo. Le doy un fuerte puñetazo en el costado, haciéndole tropezar y gemir de dolor.

-Deja de mirarme, Jean. Esta vez has tenido suerte, pero recuerda que soy bajita, así que mis golpes caen bajo-.

Su cara se puso completamente roja y evitó mirarme durante el resto del viaje hasta el despacho de Erwin.

Entramos y Erwin me indicó que me sentara en una silla negra de aspecto cómodo, frente a su escritorio. Hange, Mike y Jean se sentaron en un sofá, mientras que Levi optó por situarse detrás de Erwin y ligeramente a la izquierda, apoyado en la pared.

-Así que-, la voz profunda de Erwin me hizo saltar un poco, -¿Quién eres realmente?-.

Me muerdo el labio inferior y permanezco en silencio, sin saber muy bien cómo empezar. ¿Qué debo decir? ¿Debo intentar mentir? No, es una pésima idea, él lo sabría en un santiamén.

Cuando no contesté, Erwin miró a Jean: -¿Quién es ella?-.

La cara de Jean volvió a ponerse completamente roja y se miró las manos: -No recuerdo su nombre, sólo reconozco su cara-.

-Vale-, suspiró Erwin, -¿dónde la conociste?-.

-Mi verdadero nombre es _____ ______-. Digo antes de que Jean tenga la oportunidad de responder. Erwin vuelve a mirar hacia mí y espera a que continúe. -¿Le es familiar un hombre llamado Lawrence Pearson?- pregunto, encontrando por fin la mirada de Erwin.

En cuanto mis ojos se encuentran con los suyos, puedo ver cómo aparece un leve rubor en sus mejillas.

-He oído el nombre antes-, reconoció, -sin embargo, no conozco a la persona vinculada al nombre-.

-Es un miembro destacado en el consejo del Rey, y es dueño de varios establecimientos-. Bajé la mirada a mis manos, no tengo que ser completamente sincero, tal vez pueda omitir inocentemente algunas partes... -Me vendieron a él, mi madre y su marido-. Continué, mirando de nuevo a Erwin.

-¿Tu madre y tu padre te vendieron a un hombre de la capital?- desafió Hange, sin creerme del todo.

-He dicho 'el marido de mi madre', no he dicho que fuera mi padre-. Respondí simplemente.

-¿Por qué?- preguntó Erwin, haciendo que mi atención volviera a centrarse en él.

Mierda. Uno de los datos que esperaba ocultar.

-Mi madre tiene 4 hijos incluyéndome a mí, mis tres hermanos son mayores que yo. Su actual marido es el padre de mis hermanos. Pero mi madre se escapó con un hombre de la clandestinidad, y ese hombre era mi padre-. Vuelvo a mirar mi regazo, temiendo las preguntas que puedan venir a continuación.

-¿Así que naciste y te criaste en la clandestinidad con tu padre?- me pregunta Levi.

-No-, respondo, -mi madre y yo vivimos juntos en el metro. Sólo recuerdo que mi padre me visitó un puñado de veces. Mi madre se escondía de su marido y sus hombres. Él le negó el divorcio a mi madre y trató de buscarla. Un hombre de su prestigio sería mal visto si la gente supiera que se estaba divorciando, o que su mujer se había escapado con otro hombre. No creo que se diera cuenta, en ese momento, de que ella estaba en la clandestinidad... Cuando tenía 13 años cayó enferma, y la calidad de la atención sanitaria ahí abajo es pésima en el mejor de los casos. Ya no era seguro para nosotros en la clandestinidad en circunstancias normales; mi padre no es precisamente un hombre popular-. Me muevo en mi asiento incómoda: -Tengo el aspecto de mi madre pero el color de pelo de mi padre; es un tono único-. Me paso nerviosamente los dedos por el pelo.

Una razon para luchar. Levi  x Lectora x Erwin - TRADUCIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora