Cap 11

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Ese mes había sido agotador, los chicos tenían horario lleno, la universidad estaba un poco exigente, Sakura insoportable, Kento mas celoso de lo usual, Shori haciéndome la vida imposible, Fuma ocultándome algo, Sou siendo demasiado tranquilo y Marius hablando solo en alemán. Tenían dos días libres y vaya que se los merecían, yo también me lo merecía después de un mes de agenda llena

Había pasado todo el día sin saber de Kento, era extraño que no me hubiese escrito y que no contestara ningún mensaje mío, ¿acaso me evitaba? Le había dicho a mi mamá que en un rato me iría a la casa de él a buscarlo o ver si había salido con su familia y había dejado el celular que se yo. Fuma era otro que no me contestaba y eso en verdad me molestaba mucho ¿y si la razón por la que les hablaba era algo del trabajo? ¿Porque no pensaban eso? Tomé mis cosas y me fui

La casa de Kento seguía siendo una de mis casas favoritas, era un tanto monocromática por ciertos sectores y combinaba a la perfección el minimalismo con pequeños toques de modernismo. Entré y todo estaba apagado, ¿en serio este chico podía desaparecer así de la nada? Encendí las luces del patio para que no estuviera todo tan oscuro y luego deje mis cosas en la sala

Emi: ¿amor? ¿Estás en casa?

Seguí buscando por los lugares que acostumbraba Kento a estar y nada, me asomé a su cuarto y la puerta estaba entreabierta

Emi: ¿mi amor? - entre despacito y sin hacer ruido, estaba tirado al centro de la cama, pero había algo que no iba bien - príncipe estas bien?

No hubo respuestas, me senté a su lado y sentí un poco de calor emanando de él, toqué su espalda y aun a través de la tela podía sentir como su piel quemaba, ¡carajo! ¡Que no llevara así todo el maldito día! Como pude le di media vuelta para que quedara bocarriba, tenía el cabello pegado al rostro y estaba lleno de sudor. No veía su celular por ningún lado y si no me equivocaba el mío estaba en la sala, salí por él y por algunas toallas mojadas. Al cabo de media hora Kento estaba ligeramente menos caliente, volví a tomarle la temperatura y tenía 39.7

Un ruido en la sala me saco de mis pensamientos, le puse otra toalla a Kento en la frente y le susurré algo para ver si reaccionaba y nada, quizá tuviera que llevarlo al hospital. Un ruido sordo, como de algo cayéndose vino del comedor supuse.

Emi: ¿príncipe que te pasa? ¿Por qué no reaccionas? Tengo miedo por ti y por lo que sea que esté pasando en tu casa - susurré mientras sacudía un poco su cuerpo para despertarlo

Él siguió sin responder cosas coherentes, si ya estaba decidido, lo llevaría al hospital, pero primero debía encargarme de lo que pasaba afuera. Cerré la puerta a mi espalda y con la lámpara del celular comencé a alumbrar por donde caminaba hasta llegar a los interruptores de luz, cuando los encendí lance un grito

Emi: ¡joder! ¿Qué haces aquí?

Shori: ¡llevo todo el maldito día hablándole a Kento! ¿Tan ocupados están que no contestan? - sin pensarlo dos veces corrí a abrazarlo

Emi: ¡qué bien que estas aquí Shori! - me aleje de él y luego volví a abrazarlo

Shori: ¿pasó algo preciosa?

Emi: vine hace como una hora y Kento esta con una fiebre horrible, tenía 40

Shori: ¡eso es grave! ¿Qué haces aquí?

Emi: intente bajársela y ahora tiene 39.7

Shori: ¿ya llamaste a una ambulancia?

Emi: nop, quiero llevarlo yo a un hospital - él me vio extrañado - no quiero que luego se enteren donde vive y lo acosen

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