-Esta es tu silla-Lucas señala una silla de ruedas naranja, con unas ruedas blancas.
-Me gustaría sentarme-me empujo para levantarme, pero recuerdo que no puedo y me callo.
Lucas reacciona al comprender lo que se me está pasando por la cabeza, entonces me sienta en la silla.
-Me han dicho que necesitarás un fisioterapeuta, pero no tenemos, así que tendrás que conformarte conmigo.
-¿y eso lo has decidido tú?-le pregunto
-Sí-me responde-¿Algún problema señorita?
-No, no, al contrario.
- ¡Qué casualidad! ¿no?-suelta Iris, que hace una pausa-Me refiero al hecho de que tengas que ser tú quien la ayude.
Le lanzo una mirada asesina
Ella me dice algo sin utilizar la voz, solo los labios y gestos, señalando a Lucas cuando no mira, algo que interpreto como: "sabías que lo iba a decir, además, a él también le gustas".
-Iris, ¿Vamos a por una botella de agua?
-Claro.
Antes de salir de la habitación, Lucas, clava su mirada en la de Iris, que asiente, como señal de que ha entendido lo que él le quería decir.
- ¡¿Lo ves?!-me susurra cuando cierra la puerta.
Mientras buscamos una máquina expendedora le pregunto:
- ¿Qué tengo que ver?, solo quiere que no me pase nada.
-Mira, lo conozco desde hace mucho y nunca le había visto comportarse así con una chica.
-Tenemos que ir a por la botella, en realidad no tengo sed, pero tenía que buscar una excusa para poder hablar sin hacerle sospechar.
-Lo sabía.
***
Volvemos a nuestra planta, aguanto las miradas vacilonas de los demás, Intento ignorarlas hablando con Iris y ella también intenta distraerme, pero no funciona.
La voz de Lucas me saca de mi lectura:
-Debes presentarte en la sala de pruebas.
-Vale, ¿dónde está esa sala? -le pregunto.
-Ven, te acompaño-se ofrece.
Me lleva a una habitación llena de aparatos electrónicos que no reconozco.
-Túmbela ahí-le ordena un señor que no conozco- a Lucas, señalando una camilla de metal que sobresale de una máquina.
- ¿Qué me va a hacer? -le pregunto desde la camilla
Le sigue dando órdenes a Lucas, sin hacerme caso.
- ¿Qué le va a hacer? -pregunta él, pues se ha dado cuenta de la situación.
-Lo siento, pero no estoy autorizado para contárselo
-Pero...Creo que como encargado de su planta que soy, debería saberlo.
-Es una simple prueba, nada más-explica, dando el tema por zanjado-Ahora, ponga esa placa encima de su pecho para que no se mueva, pero con el espacio suficiente para que pueda respirar-le ordena, señalando primero la placa de metal, situada encima de mí y luego a mí.
Lucas camina hacia mí. Hace obedientemente lo que lo que le ha dicho, baja la placa hasta mi pecho y yo tomo aire. Cuando quita la mano derecha de la máquina, apoyándola en la camilla, estiro mi mano derecha, que es la que más cerca tengo de él y le toco la mano, al notarlo, me la coge discretamente, cierro mi mano en la suya, soltando el aire con el que había llenado mis pulmones, al escuchar mii exhalación me acaricia los nudillos suavemente, recorriendo mi dorso con el pulgar, sonriendo levemente. Cuando vuelve a ponerse al lado del señor, este, me empuja adentro de la cápsula.
Mi campo de visión se torna oscuro por unos minutos, hasta que oigo el sonido de unos botones al ser presionados, entonces, de la nada, aparece una pantalla verde, de la que sale un láser que ahora, escanea mis ojos, cuando acaba, la pantalla desaparece rápido y no me da tiempo a leer la conclusión del escáner, después, automáticamente, del techo de la cúpula, sale un tubo que, colocándose justo encima de mi cara, empieza a expulsar un gas gris, aguanto todo el aire que tengo en mis pulmones, pero llega un momento en el que ya no aguanto más y lo dejo escapar, el gas aprovecha la ocasión para colarse en mi boca y mis fosas nasales, toso sonoramente, intento retomar aire, pero, el gas me lo impide, ahogándome, vuelvo a toser repetidas veces, dándome contra la placa de metal. Alguien se levanta, deduzco que ha sido Lucas - por el sonido de unas llaves, las de las celdas, moviéndose dentro de su pantalón-.
-Ya Está-dice el científico.
Lucas empuja la camilla hacia fuera, sacándome del punto de mira del gas.
-Pueden marcharse, mañana tendremos los resultados-nos dice el hombre, abandonando la habitación.
Me siento. Temblando.
Lucas se sienta a mi lado, poniendo sus manos en mis hombros, siento un escalofrío.
-Suéltame-espeto, e, instintivamente, le aparto las manos de forma brusca.
-Vale, sé que estás así por lo qué ha ocurrido ahí dentro, pero necesito que me cuentes qué ha pasado, ¿Qué has visto?
-Deberíamos irnos-esquivo el recuerdo.
Me impulso, con la intención de acercarme a la silla, pero, en medio del primer saltito, noto su mano en la mía.
-No-dice rotundamente, haciendo que me vuelva a sentar-Tú te vas a quedar dónde estás hasta que me expliques qué ha sucedido-continúa, subiendo un poco el tono de voz, poniéndose de pie-Y yo voy a estar escuchándote-Por favor-susurra, más tranquilo, sentándose a mi lado de nuevo.
Le explico lo que ha acontecido, pasamos el tiempo hablando y cuando nos damos cuenta, es de noche.-Ahora sí que debemos irnos-dice Lucas cogiéndome en brazos, igual que lo hizo en la fiesta.
- ¿Y la silla?-pregunto
-La silla hace ruido, despertaríamos a Iris y tú sabes cómo es cuando la despiertan-ríe.
***
Me deja en la litera arriba, cuando estoy a punto de decirle que yo duermo en la otra, veo a Iris dormir en ella.
-Buenas noches-digo, bajito.
-Buenas noches-se despide, utilizando el mismo tono que yo, mientras cierra la puerta con cuidado.
Me acomodo de lado, mirando hacia la puerta, y cierro los ojos para dormir.
-Cuéntamelo todo, guapa.
Me sobresalto cuando la veo arrodillada en la litera de abajo, apoyando la cara en la que estoy yo, como en una película de miedo.
-¡Qué susto me has dado!-exclamo, con una mano en el pecho, ahogando un grito para no despertar a nadie.
-Ese era mi objetivo-sonríe Iris.
Pongo los ojos en banco y cruzo las piernas, sentándome
-Por cierto, ese es mi sitio-señalo la cama de abajo
-Bueno, ¿Qué prueba te han hecho? -se acomoda a mi lado, ignorando lo que acabo de decir.
Le cuento con pelos y señales en qué consiste, al acabar, se queda pensativa.
- ¿Qué pasa?
-Hace dos años...mi compañera de celda...a mi antigua compañera...-se traba-Le hicieron la misma prueba...y...murió.
¡¿Cómo? -me sorprendo.
-Entro en coma-se muerde el labio, intentando no recordar algo desagradable.
- ¿Tenía color en el iris?
-Sí.
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¡¡¡¡Por fin!!!! No sabéis las ganas que tenía de volver, prometo no volver a dejaros sin capítulo nuevo tanto tiempo.
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