CAPITULO 2: MI EX NOVIO.

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Era una tarde calurosa, en un parque estaba sentado un muchacho de cabello negro y ojos azules contemplando los árboles, pero una persona interrumpió su actividad.

–Menma, tienes mucho tiempo esperándome–dijo una chica pelirosa.

–No sakura, vámonos–dijo pelinegro y tomo la mano de la chica que se sonrojo.

Llegaron a la casa de los padres del pelinegro, comieron y hubo un silencio incómodo hasta que interrumpió el patriarca de la casa.

–Hijo como te fue en la empresa de los uchiha–dijo el rubio mayor.

–Nada bien, me encontré a un amargado, cree que todo el mundo gira a su alrededor, solamente lo aguanto, por tu dichoso castigo–dijo naruto enojado.

–Hermano no exageres, te toco trabajar con el doncel más bello de la ciudad–dijo Menma con una mirada pervertida.

–Que ese tal sasuke es doncel–dijo naruto confundido.

–Sí y aprovecha que estas con esa hermosura–dijo Menma con los ojitos brillosos.

–Cállate Menma, eres un mujeriego, lo dices delante de tu novia–dijo naruto con desprecio.

Menma solo miro a su novia y se sintió un poco apenado.

Acabaron de comer y Menma y su novia salieron de la casa rumbo a su cita. En la casa se quedaron los dos rubios.

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Esa misma tarde en la Universidad de Sharingan estaba un sexy pelirojo vestido con una camisa de color roja, chamarra negra y jeans ajustados esperando en la entrada a que saliera un azabache.

A lo lejos se observaba una cabellera negra, que se iba aproximándose, a donde estaba el pelirojo.

– ¿Qué haces aquí?–pregunto enfadado el pelinegro.

–Te estaba esperando, necesitamos hablar–dijo gaara con una postura seria.

–Tu y yo no tenemos nada de qué hablar, ya terminamos–dijo sasuke y camino para ya no seguir hablando con su ex novio, pero su brazo fue agarrado al instante.

–No huyas de mi uchiha–dijo el pelirojo y lo jalo hacia el e lo agarro de la cintura.

–Suéltame imbécil, yo no huyo de nadie–dijo sasuke ya enojado por el atrevimiento de gaara.

–Si estas huyendo de lo que siento por ti–dijo gaara y se acercó a los labios del pelinegro.

–No te atrevas y además yo jamás te amare, así que es mejor que me dejes de molestar–dijo sasuke y se soltó de su agarre.

En ese momento llegaron a la escena sus amigos interrumpiendo su conversación.

–Sasuke vámonos–dijo Karin que se acercó al azabache.

–Váyanse sin mi idiotas, yo tengo otras cosas más importantes que hacer, que perder el tiempo en un karaoke–dijo sasuke con frialdad.

–No seas tan frio con tus amigos–dijo juugo con tristeza.

–Cállate juugo, yo cuando he dicho que son mis amigos, ya se que nos conocemos desde de pequeños, pero eso no significa nada–dijo con indiferencia.

–Eres frio hasta con tus amigos–dijo gaara interrumpiendo la discusión.

–Tu que sabes de mi idiota, es mejor que no te me vuelvas acercar, maldita la hora en que fui tu novio–dijo sasuke ya cansado del pelirojo.

–Tienes miedo que te amen–dijo con tristeza gaara.

–Aléjate de mi vida, jamás voy amarte, entiéndelo de una vez–dijo sasuke y se marchó dejando a gaara con una expresión de decepción.

Al siguiente día en la oficina el azabache se encontraba de un mal humor, se la pasaba gritándole a su secretario.

–Naruto eres un imbécil, te dije que ya me tuvieras listo los documentos que te pedí–dijo sasuke con coraje.

–Ya lo sé, pero no me tienes que gritar señorito amargado, ahorita te los traigo–dijo naruto y salió de la oficina.

Llego a su escritorio el rubio y busco en la computadora y imprimió los documentos y se dirigió de nuevo a donde estaba el pelinegro.

–Aquí están–dijo naruto y le entrego los papeles.

–Hasta que los traes–dijo sasuke con burla y los recibió.

Mientras el azabache revisaba que los documentos no tuvieran ningún error, el rubio lo miraba y entonces llego a la conclusión que este doncel era muy hermoso tal como le dijo su hermano Menma, pero con ese carácter que tiene, nadie lo aguantaría. El pelinegro se dio cuenta que lo estaba mirando.

–Que acaso te gusto uzumaki–dijo con una sonrisa de lado.

–No me gustas, como me podría gustar un tipo tan arrogante como tú–dijo naruto y miro a sasuke con indiferencia.

–Lo que digas y mejor vete a encargar mi desayuno–dijo sasuke.

–No soy tu sirviente–dijo naruto y se marchó de la oficina y se puso a trabajar, pero no fue por el desayuno de sasuke.

Continuara.......................

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