CAPITULO 19: VALIO LA PENA.

95 7 1
                                    

Ha pasado 17 días desde que lo conocí y he tratado de tener una cita con el doncel que me robo el corazón en un instante, pero él me dice que deje de molestarlo y jamás tendría una cita conmigo. Aunque yo no pienso rendirme. Ahora me encuentro tocando el timbre de su casa, espero tres minutos y me abre.

–No te cansas de molestarme, eres un acosador–me mira con fastidio.

–Acepta tener una cita conmigo–lo miro.

En ese instante un intruso interrumpe nuestra conversación.

–Llegue hoy mi amor y vine a verte, por fin acabe de arreglar los asuntos de la empresa –le sonríe a sora.

Yo voltee y cuando lo mire me sorprendí.

–Tío nagato–le hable.

– ¿Qué haces aquí sobrino? –me pregunta.

–Se conocen–nos pregunta sora.

–Si soy su tío y tú de donde lo conoces–mira a sora.

– ¿Eres novio de sora?–interrumpo y le pregunto.

–Es mi novio desde hace seis meses, lo conocí cuando vine a visitarlos a esta ciudad y tú que haces en la casa de sora, eres acaso su amigo–me miro

–Te voy hacer sincero, me gusta sora y pienso quitártelo–cuando dijo esas palabras, mi tío me agarro de mi camisa.

–No voy a permitirlo, aunque seas mi sobrino–sora se acerca y lo agarra.

–Suéltalo nagato y tu mejor vete, entiéndelo yo amo a tu tío–me mira.

Mi tío me suelta y decido irme, aunque eso no significa que me rendido. Durante el transcurso hacia mi casa, pienso que nunca quise creerle que me decía que tenía novio; pero ahora lo confirmo y descubro que mi tío es mi rival.

##############

Siento algo pesado arriba de mí, abro mis ojos y miro a sai.

–Gaara–dice mi nombre.

–Quítate sai–le ordeno.

–No–me mira con esos hermosos ojos y me pierdo en ellos, acaricio su mejilla y lo acerco a mí y sin pensarlo lo beso.

A los dos minutos me separo.

–Lo siento–me disculpo.

–No tienes que disculparte–me sonríe.

–Eres mi mejor amigo y tú no te mereces esto, yo no te amo–le confieso, pero siendo sincero conmigo mismo, sai me gusta y creo que me estoy empezando a enamorar.

–Aprenderás amarme, por eso te pido que me des una oportunidad y además sé que te gusto–me propone.

Analizo sus palabras durante unos segundos y comprendo que no pierdo nada con darme una oportunidad con sai. Y además a sasuke una vez lo vi feliz con su secretario llamado naruto y comprendí que lo había perdido para siempre. Yo también merezco ser feliz y sai puede brindarme esa oportunidad.

–Está bien, salgamos durante dos meses como novios y veremos que sucede–le explico.

–Acepto tu propuesta–me sonríe.

Me acerco a él y lo beso sellando mi destino e futuro.

&&&&&&&&&&&&&&&

Me acerco a sasuke y lo abrazo. El deja que lo abrace, pero yo decido bajar mi mano hacia su trasero y lo acaricio.

–Dobe–gime.

–A que llegar tarde a la empresa–le quito la toalla y lo acuesto en la cama.

–No, además acabo de bañarme y ayer lo hicimos–me pone una excusa.

Ignoro sus palabras y me desvisto, me acerco a su pene y me lo meto.

–Ah ah–empiezo a lamerlo.

Pasan los minutos, sasuke se corre en mi boca.

—Naru...to—dice con dificultad

—Me excitas, te voy a partir en dos ese culito—dije con excitación, agarro sus nalgas y las estrujo.

—Ah—dijo con un gemido sensual.

Lo voltee y lo coloque en cuatro, le separo sus piernas. Yo solo miraba ese lindo agujerito que se contraía debido a la excitación.

Me coloque encima, acerque mi mano derecha a su pene e lo acaricie, con la otra mano deslice lentamente mi dedo corazón a esa ranura, después lo moví en círculos, mientras tanto sasuke se retorcía de placer. Continúe metiendo un dedo uno por uno hasta que ensanché suficientemente su ano. Me puse un condón, luego me acerque y lo penetre de una sola estocada profunda.

—Ah ah—gemía.

—Tu paredes me están estrujando el pene—mordí su oreja, mientras lo embestía con fuerza.

—Más rápido— se agarró con fuerza de las sabanas

Me sostuve de sus caderas con mis manos y acelere las embestidas con potencia, cuando sentí que estaba a punto de correrme, di tres estocadas y me corrí dentro de él, unos minutos después él se corrió en la cama. Saque mi pene.

—Vámonos a la empresa—trata de pararse, pero es imposible.

—Maldito dobe, por tú culpa estoy cansado y vamos a llegar tarde—se quejó.

—Valió la pena—sonrió.

El no responde. Descansamos un rato y después nos fuimos a la empresa.

Continuará.............

UN CORAZÓN IMPENETRABLE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora