Capítulo 2

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Gabriela

Estaba aquí en la mesa y se sentó a un lado de mí. ¿Qué quiere? Tiene una hora mirándome, sabía que este vestido no era una buena idea, de seguro cree que soy una prostituta en estos momentos. ¡Dios que deje de mirarme así! Es tan guapo ¿Qué, acabo de admitir que es guapo? Todos los ingleses son guapos. No, todos los ingleses son extremadamente guapos, pero el en especial, tiene algo que lo hace destacar de los demás. Es alto, y esta cuadrado, y extremadamente guapo, pero no en una forma de “niño bonito” como sus demás compañeros del grupo. Él se ve como un hombre muy, muy atractivo. Ni siquiera sé que palabras utilizar para describir su atractives ¿Atractives es una palabra? No creo, pero verlo me hace sentir cosas raras e incomodas -¡Deja de mirarme así!- Me dan ganas de gritarle, pero parece que no sabe leer mi mente. Noto un aroma que viaja a través de mi nariz y me hace levantar la vista de nuevo hacia él. Huele delicioso, como a bosque y algo dulce. Quisiera que no tuviera esa sonrisa en su cara, así podría dejar de verlo  a él y a su pequeña mancha en su cuello que me hace sentir ganas de lamerla. ¡Woow! ¡Alto Gabriela! Me obligo a mí misma a dejar de pensar sobre lamerlo y mejor observo su cabello y la manera en la que anda vestido que le da un plus a toda su personalidad. ¡Malditos sean los niños ricos y cantantes de bandas de niñas bobas!

-Esta es mi amiga Gabriela, mi novio Anton y yo soy Maggie, de la revista Seventeen, ¿si me recuerdas verdad? –le dice Maggie con demasiado entusiasmo. La odio cuando está en su modo “soy una reportera efusiva”

-Sí, claro que sí, mucho gusto a todos –le da un saludo a Anton con la mano y ahora me está dando la mano a mí y yo me le quedo viendo pero no sé qué hacer- ¿Tienes fobia a los gérmenes? –me pregunta

-¿Cómo dices? –le pregunto

-¿Qué si tienes fobia a los gérmenes y por eso no me saludas? –me pregunta y de pronto caigo en la cuenta que he sido una grosera  y que lo he dejado todo este tiempo con la mano extendida

-No, no, lo siento, yo…lo siento. Hola mucho gusto…-lo saludo pero no sé qué nombre decirle porque no recuerdo haberlo escuchado. Voltee a ver a Maggie para que me ayude y ella me está mirando con cara de “te voy a nalguear cuando lleguemos a la casa”

-Liam, me llamo Liam Gabriela – mi nombre en su boca suena bastante espeso con su acento y hace que sienta algo raro en mi estómago que no me gusta y solo le sonrío y quito mi mano de su mano y le doy un trago a mi piña colada

-¿Todos vienen por parte de la misma revista? –pregunta Liam a nadie en especial en la mesa pero Maggie se sintió obligada a contestar por Anton y por mi

-No, solo yo y el fotógrafo somos parte de la revista, Anton y Gabriela tienen empleos diferentes –dice sonriendo amablemente

-Ya veo, solo son tus invitados –dice Liam

-Sí, espero que no te moleste que los haya traído –dice Maggie disculpándose

-No, para nada –contesta y voltea a verme mientras le da un trago a su cerveza

-Genial, ¿Cómo te la estás pasando? –pregunta Maggie aun en su modo de reportera

-Por favor no –dice Liam haciendo un gesto y dándole otro trago a su cerveza- no hablemos de mí por favor, mejor cuéntenme de ustedes, olvídense de quien soy. Mejor, dime Anton ¿a qué te dedicas? – ¡oh no!, pregunta equivocada. A Anton le brillan los ojos y Maggie y yo nos miramos las unas a las otras desesperadas

-Soy un Artista de tatuajes –le dice con orgullo a Liam

-¿Ha si? ¿Tienes tu estudio?- le pregunta a Anton y Anton se encamina en una extensa, profunda y aburrida charla de cómo se volvió artista de tatuajes a los 14 años. No me mal entiendan, Anton es genial, y su historia de cómo se volvió artista de tatuajes es hasta cierto punto conmovedora, pero la hemos escuchado tantas veces, que incluso podría reconocer la historia en cualquier idioma que la estuviera contando. Veo una mirada sospechosa en la cara de Maggie y de repente se para de la mesa

The Pop Star & The English TeacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora