Inolvidable

Capítulo 3

Encre despertó por el sonido de golpes en su puerta principal, razón por la cual el esqueleto se levanta casi corriendo para bajar las escaleras a paso veloz, ignorando la posibilidad de resbalar y caer. Ya en la puerta, el pintor se arregló rápidamente las ropas, sacudiéndose un poco las pelusas de las sabanas mientras abría la puerta. Fuera, donde el cielo aún era medianamente oscuro, se encontraba Sir Azure, quien miraba a su alrededor algo alarmado.

-¿Azure?- Inquirió el escritor algo aturdido y adormilado

-¡Encre! Lamento mucho molestarte a estas horas, pero es algo urgente- Balbuceo rápidamente, mirando al pintor con ojos opacos, las estrellas en ellos flaqueando

-¿Qué sucede? ¿Te encuentras bien? Ven, pasa, hace frío- Dijo algo alarmando, abriendo más la puerta para dejar pasar al caballero, quien entró en unos pocos segundos para luego cerrar la puerta fuertemente

-...Ha ocurrido una desaparición en el pueblo...- Comenzó el caballero cuando ya se hubieron sentado a la mesa, con té caliente servido

-¿Desaparición?- Repitió algo asombrado el artista, dando un sorbo a su té

-...Creo que nadie te lo ha dicho aún, así que decidí decírtelo antes de que nada te suceda- Murmuró algo ido- Como habrás notado, todos vuelven a casa antes de que el sol se ponga, todos cierran todo con seguro antes de ir a dormir... Hay una razón un tanto increíble para esto...- Dijo un deje de ironía- Desde hace muchos siglos se conoce la existencia de una raza de monstruos que se alimenta de sangre, sin importar su procedencia... Vampiros- Inició su relato- En los inicios de este pueblo, con apenas diez o trece casas, un grupo de vampiros llegó aquí, ellos eran grandes "señores" de dinero y poder que querían hacer desaparecer del mapa este lugar... Su plan no era borrar todo de un golpe, sino borrar uno por uno los habitantes hasta que esto se convirtiera en un pueblo fantasma...- Relato con un deje de melancolía- Poco a poco, mientras hacían negocios para comprar las tierras del pueblo, iban secuestrando a los pueblerinos, alimentándose de ellos... Poco a poco, el pueblo se iba perdiendo en su final...- Murmuró lo último- Eran vampiros desalmados, sin ninguna pisca de remordimiento, alimentándose de sangre, oro y miedo, incluso eran lo suficientemente malvados como para haber matado a sus compañeros, los que algunos habían encontrado aquí...- Dijo con repulsión, sus ojos eran ya "normales", es decir que tenían formas circulares y no de estrellas- Poco a poco la gente comenzó a desesperarse y buscar formas de detener aquella masacre, de no perder más familiares y amigos, de no perder sus tierras... de no morir- Lo último lo dijo con un tono neutral, casi pasando al odio- Y entonces... cuando tan solo quedaban unos pocos habitantes, un señor de gran riqueza, influencia y poder llegó al pueblo, ofreciendo su ayuda contra los vampiros a cambio de un lugar donde vivir sin ser molestado junto a su esposa; los aldeanos, desesperados como estaban, aceptaron aquel trato sin sospechar nada, sin siquiera pensarlo dos veces... gran error- Gruñó, su mente hundida en la historia

-...¿Qué sucedió?...¿Él los traiciono?- Inquirió el pintor cuando un silencio incomodo se hizo presencia

-No... por el contrario, él los ayudo, solo que no de la manera que ellos creían... Resulto que este señor era nada más y nada menos que uno de los vampiros más poderosos de esos tiempos... La batalla contra el grupo de vampiros tan solo duró siete horas, siete horas en las que los malditos vampiros huían del que ayudaba al pueblo...- Murmuró, ido-...Al final del día, los vampiros habían sido asesinados, eliminados del pueblo... Todos estaban muy agradecidos a pesar de que fuera un vampiro... hasta que demostró su lado oscuro cuando, algunos siglos después, un descendiente de un linaje puro de cazadores de vampiros llegó al pueblo y los volvió en su contra, matando a los que se reusaban a pelear contra su salvador y romper el trato- Relató, mencionando con algo de asco al cazador-... El cazador y sus seguidores lograron invadir el castillo del señor vampiro, quien hizo lo que pudo por proteger a su en cinta y trabajo de parto esposa... Los aldeanos y el cazador lograron herir de gravedad a la esposa debido a su lentitud por el trabajo de parto... el señor vampiro, colérico, arrasó con los aldeanos que lo mantenían lejos de su esposa, quien con sus últimos alientos dio a luz al bebé...-Relató, lágrimas inundando sus cuencas