05. Sus Ojos

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Narra Erik

Llegue a mi habitación y me acosté en la cama para pensar.
¿Tenía razón Peter? ¿Me hacía falta una pareja?.

Quería hacer feliz a Peter, eso es lo que hacen los padres.

De pronto una voz se escucho en mi cabeza.

— Erik, Lo encontramos. — Charles.

Ok... ¿Es peligroso?.—

Si, pero se está controlando muy bien.
Acepto unirse.—

— Ja! Claro.
¿Qué pasará cuándo nos traicione?.— le pregunté con sarcasmo.

— Lo mismo que a ti, lo perdonaremos.— maldito Charles.

— No me gusta nada la idea del "nuevo".— le dije honestamente.

— Descuida, te va a agradar.— Él también se escuchaba honesto.

Se fue.
Me levante y fui abajo.

— Erik! El Nuevo ya viene.— Me dijo el peliplateado corriendo hacía mi.

—Ya sé muchacho, ¿Como va esa pierna?— le dije agarrándolo del hombro.

—Pues bien, ya puedo correr mucho mejor!— Dijo dando un salto como niño pequeño.— Creo que el nuevo te agradara.—

— ¿Tú ya lo viste?.— Dijo la bestia, digo... Logan.

— Si.— comento Peter sonriendo.
Entonces la bestia estaba celosa, interesante y tonto.

— Celos.— le susurré a logan al oído.— Jajaja que estúpido.—

— Algún día querido "suegro", va a tener pareja y se le va a quitar la cara de amargado que tiene.—

— Pues tú ya tienes pareja y aún no se te quita la cara de amargado.— comenté con burla.

— Ohh! Esa estuvo buena jajaja.— dijo Ororo riéndose.

— Basta, ya vienen.— Peter había ido a ver si ya venían.

Primero entró Raven, después la perra... Digo Moira.
Después Charles y luego el nuevo...

Después Charles y luego el nuevo

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Sus ojos. Eran verdes, no cualquier verde.
Era un verde hermoso.

Su cabello negro que le llegaba a los hombros. Vestía de negro y tenia una capa verde.

Era... Como un ángel.
Dios, ¿Erik en qué estás Pensando?

— Él es Loki, nos ayudara a vencer al descendiente de apocalipsis.— Habló Charles presentándolo

— Debo decir que no es la primera vez que me enfrentó a un dios.— comento él.

— Y yo debo decir que es la primera vez que hablo con uno.— Habló Peter sonriendo.

— Debes de estar honrado.— Dijo el ojiverde dando una sonrisa creída.

— Bueno ¿Erik quisieras darle un "Tour" por la mansión? .— me dijo Charles con una sonrisa amable.

— Claro.— Me levanté y le hice una señal para que él me siguiera.

— Erik Lansherr.— Dijo en un susurró.

— ¿Perdón?.— me volteó a verlo.

— Tu nombre es ese.— dijo él sonando muy obvio.

—¿Cómo sabes?— pregunte, él sonrió y se volteó.

— Pues con magia, algo así como leer a los demás

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— Pues con magia, algo así como leer a los demás.—

— Eres más diferente a lo que me contaban.— contesté con sinceridad.

— ¿A sí? ¿Te hablaban de mi cómo si yo fuera un monstruo?.— puede ver qué sus ojos temblaron en tristeza por un momento.

— Algo así. Pero tranquilo, también lo hicieron conmigo.—

— Lo siento.— dijo volteando a verme.

— ¿Porqué?.— Dije sorprendido.

— Por lo de tú... Madre y familia.— comentó él poniendo su mano en mi hombro.

— No deberías meterte en la vida de una persona, pero gracias.— quité su mano con cuidado.

— ¿Te han dicho que eres un bipolar?.— dijo con una ceja levantada.

— No.— dije acelerando el paso.
Llegamos al jardín donde todos estaban entrenando con sus mutaciones.

— Entonces los entrenan para las batallas.— comentó él mirando y analizando todo a su alrededor.

— No, en realidad los ayudamos a controlar sus mutaciones para que no hagan destrozos.—

— Que aburrido.— Tenía un poco de razón, pero al final era algo que teníamos que hacer si no queríamos que todos los demás se descontrolara y crearán destrucción.

— Charles se preocupa por ellos.— Dije viendo a cada uno de ellos.

— No debería, en las batallas siempre se pierden vidas.— dijo él mirando a unos chicos reír.

— Sin sacrificio...— él me interrumpió.
— No hay victoria.— sonrió con coquetería.

— Exacto.— comenté mirándolo.

— Hay que volver adentro.— dije caminando hacía una puerta.

— Vamos.— él me siguió.
Volvimos a la mansión.

— Vamos a tú habitación.— comenté. Subimos las escaleras.

— Es esta.— Dije parándome frente a la habitación.

Abrí la puerta y él entró.

— Es... Cómoda.— dijo el sentándose en la cama.

— ¿No estás acostumbrado? ¿En dónde vivías antes?.— pregunté tomando asiento en uno de los sillones.

— En un palacio, en Asgard; la tierra de los dioses .— dijo cruzando las piernas.

Wow, eso no me lo esperaba.

— ¿Entonces eras cómo un príncipe?.— dije con burla.

— Sí, ¿Te arrodillarás ante mi?.— me miro con una mirada traviesa.

— Tal vez, algún día.— le devolví la mirada mientras me paraba del sillón e iba a la salida.

— Esperaré ansioso a ese día. — me cerró la puerta en la cara con un movimiento de sus manos.

No se que me pasa, él es tan... Wow.

Rule The World || Magnoki ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora