Derrotero Astral N°7

201 18 1
                                    

Amanecer en casa no fue garantía de volver a la normalidad, aunque estuviéramos de festejo, mi hermana cumplia 22 hoy ¿quien diria? Que pudiendo hacer lo que quisiera estaria casada y con un bebe.

Cuando eramos chicas y jugabamos me zamarreaba de acá para allá y siempre se hacia lo que ella decia. Se la pasaba gritándome que ella mandaba por ser la mayor y que "la mami" le habia dicho que cuidara de mi. "Todo para Els" repitia cuando me quitaba algo, quedando para chiste de la familia. A los demás les hacia gracia a mi recien ahora.

Que feo era este cumple para Elsa. Conmigo en cama, su festejo era lo de menos.

Mamá seguía como perdida. ¡Demasiadas cosas juntas! De por si, ya estaba cansada de preparar cumpleaños renegaba. Habia sacado la cuente de que habia horneado ya 80 pasteles, incrustado 1000 velitas sobre ellos.

"¡Durante casi cuarto de siglo! ¡Mueran las batidoras!" Renegaba ¡Que pena por mamá encima yo con este tajo!

Intente levantarme pero justo entro papá a mi dormitorio, a despertarme.

-No le compre nada a Els -le dije a papá apenas se asomó.

-No te aflijas, yo compre por los dos -y me alcanzó una bolsa mientras mamá aparecía con ojos extraviados y sonrisa de nylon- ¡bah! Por los tres -corrigio papá-.

Entraron luego Els, Jack (el reverendo I) y Oli. Me di cuenta de que la reunion se haría en mi cuarto.

-Venga anciana. Venga que le doy un beso, hermanita querida. ¡Que vieja estas Els! ¡Hay que ver esas arrugas que te estan rayando la frente! -le dije amagando levantarme. Papá me detuvo. Elsa se inclinó a besarme y no perdio, ni en chiste la oportunidad de tironearme el cabello, diciéndome irónicamente ¿Sabes cuanto te quiero hermanita? Que usabamos tanto para amenazarnos como para confirmarnos cariño-.

Le mostre la bolsa que habia escondido papá entre mis sabanas y se lo di. Ella lo abrio, y saco un vestido verde con lila, sus colores. Muy bonito.

Mamá la abrazo y le cayeron unas lágrimas.

Elsa conto emocionada que Oli le habia regalado una talquera. En mi vida la vi usar talco. Ella se cuidaba tanto el talco ¡que iba a ponerse talco! Seguro era una muestra gratis de algun supermercado. ¡Era mas rata el marido! Debe ser lo unico que consiguió gratis ese reverendo inutil. ¡Como cambian las cosas! ¿Donde quedo aquello de lo mejor para Els? Le llegaba a regalar una cosa como esa y me la hacia tragar. Que le vamos a hacer, dicen que el amor es ciego, y en el caso de mi hermana, sordo, mudo y miserable.

-¡Ah! Jack me trajo el desayuno a la cama con una rosa roja -dijo Elsa abrazando a su Romeo subdesarrollado y se besaron. A mi me emocióno. Siempre me conmueve ver a los enamorados. Como me gustaría estar con Hipo asi. No me importaria que me regale una talquera.

-Hablando de desayuno, ya se me hizo tarde, me voy a trabajar -dijo papá.

Jack también se fue, habia conseguido un reemplazo por tres meses en una farmacia. Y me deseo buena suerte antes de irse. Yo mire a mamá preguntandole ¿que? Con la mirada. Els me sorprendió diciendome:

-Hoy no trabajo, asi que ya vengo asi nos tiramos el tarot ¿si? -ella no era muy creyente, pero realmente le haria un poco de ayuda estelar, asi que acepte y le disfrace algunas respuestas porque me daba pena ver lo mal que le caían las cartas, al fin y al cabo era su cumpleaños.

A lo largo del día, vinieron unos vecinos y amigos a tomar mate y comer pasta frola con mi hermana. Uno por uno pasaba a saluderme a mi dormitorio. No habia caso, Els tenia que compartir conmigo el protagonismo.

Por suerte llego Heather, ella si era mi visita.

Mas tarde vino tio Bocon. Al principio creí que llegaba a saludar a Elsa, pero después supe que no. Con él entro mi papá, quien supuestamente a esa hora estaba en el trabajo.

• Si tu signo no es cáncer • (Terminada) (HICCSTRID ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora