• Si tu signo no es cáncer • (Terminada) (HICCSTRID ADAPTADA)

Derrotero Astral N°5

"Voy a tener que colgarme una ristra de ajos en el cuello para espantar la mala suerte ,con la cinta roja no alcanza" pensé.

Mamá amaneció apuntándome con el dedo índice y con mi nombre en la boca.

Que ya estoy bien ma, que no me duele la cabeza ni nada,que no quiero ir al médico, que me llamo Astrid y tengo 16 años, deja romperme la paciencia, que no voy al médico y chau.

- A las 6 de la tarde tenemos turno con el traumatólogo. Dijo qué volvieras en dos dias y pasaron tres. Primero vamos a comprar la orden y luego al consultorio.

- ¿Como para qué queremos una orden de consulta,no íbamos al hospital?

- No. Veremos al médico en la clínica y por la obra social porque en el hospital para sacar turno teníamos que estar a las 4 am. Lo único que espero es que el médico no nos cobre recargos.

-Pero si te digo que me siento bien ¿para qué voy a ir, para gastar plata y tiempo? basta mamá, es mi cuerpo y sé que no tengo nada.

-Te digo que vamos al médico y se acaba.

-Mi vida MIA - grité y la llevé hacia la pared de la cocina a leer un afiche que ella misma había colgado.

-¿Que dice acá? - golpeaba el papel sobre la pared - "Tus hijos no son tus hijos son hijos de la vida" ¿te suena lo que escribió este Kalil Gibran? Haber si te queda claro de una vez por todas: ¡MI VIDA ES MI VIDA!

Ella ni siquiera se inmuta

-Si te digo que no me duele nada, NO ME DUELE NADA. Estoy de vacaciones y no quiero andar perdiendo el tiempo en tonterías.

-A las cinco así que mejor te vas haciendo la idea - dijo.

-Pero ma...

-Fin de la conversación Astrid

Me vestí de verde y rosa para estimular mi chakra corazón el de la paciencia.

A las 6 estuvimos en la clinica. A las 7 nos atendio el médico.

Por suerte en la sala de espera había una mesita con pilas de revista. Estaba el número anual de "K-rMICA adivinaciones esotericas" un poco destrozado y con algunas hojas arrancadas, pero se le veía bien la nota sobre la numerología del oráculo del dragón.

Seguí las instrucciones. Sume vocales y consonantes buscando mi número de expresion, el de mi potencial.

Siete más uno, más dos, más nueve, más uno, más cinco, más tres, más uno, igual...

-Ma ¿Tendrás una lapicera y un papel?

-No y basta con esas pavadas. Mejor es leer esta revista National Geographic - y me la echó encima con su delicada manera de imponer lecturas culturosas - o aquella otra de chismes pero no esas estupideces de los horóscopos - me abochornaba con sus reproches delante de los pacientes qué esperaban ahí - ¿no te das cuenta de que todos dicen lo mismo? siempre, el destino lo hace uno a cada instante.

Menos mal que el verde y el rosa estaban haciendo su efecto relajante en mí. Me cambié de silla, bien lejos de mamá, calcule mentalmente la suma de los números que correspondían a las letras de mi apellido.

Mmm... 7+1+2+8+1+5+3+1+0= veintinueve.

Dos más nueve igual a once. ONCE. A ver, a ver, acá esta. ¡Uy! Soy once, ¡Que bueno!
No podía ser más exacto ¡creer o reventar!

Once el iluminado la misión en la vida de ONCE consiste en ir más allá de la puramente material.

- Nada más justado mi personalidad - No entiendo como mamá puede ser tan descreida. Es que no quiera ver su realidad. Eso es.