Derrotero Astral N°10

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Fue fabuloso estar de nuevo en casa. Habian pasado 7 dias desde el accidente. Una semana... una vida de inyecciones, médicos, vendas, rayos, remedios, opiniones, sondas, enfermeras, nombres increíbles como sacroilidiqueseyo en vez de cadera. Caras largas, caras raras, caras nuevas, lagrimas disimuladas, visitas... Un Caos.

Nunca imagine que volver a casa me alegraria de esa manera. Oli me reconoció apenas me vio. Estiro sus bracitos e hizo monerias. Apenas llegue vomite todo. Con la quimioterapia sentia que el estómago se me iba a quebrar.

El oncólogo era un cretino. Le decia que me hacia mal y ni caso me hacia. Y todavia faltaban 12 aplicaciones.

Me sentía una infeliz. El tajo que me dejaron de la herida era espantoso. Jamas volvería a usar bikini, ni nada ajustado. Era un horror. Tenia 16 años y trataban de consolarme, diciendo que tal vez en 5 años se podria operar asi no quede marcas. Para pensar en cirugías estaba yo. No queria ver a un medico nunca más.

Supe que Hipo pasaba todos los dias por la clinica y preguntaba a quien podia por mi, pero yo no iba a recibirlo en ese estado calamitoso en el que estaba ¿para dar lástima? No ni ahí. Algo no me cerraba ¿el tenia lastima por mi o que? Por compasión me abria saludado de ese modo antes de entrar a sala de operaciones. Heather lo negaba, pero, me jugaba la cabeza, ella fue quien le pidio que lo hiciera, pensando que tal vez que me moriria. ¿De donde le brotaria a Hipo el romance?
El tratamiento era cada vez mas difícil de soportar.

Mamá me retaba porque no comía pero yo no tenia hambre. Habia perdido 3kg en la ultima semana. Tenia unas ojeras espantosas. Se me habían hinchado los cachetes. Empezaba a parecerme a la chancha de fuego que era ¿seria mi destino?

Tal como dijo la doctora, se me cayo el pelo. Una mañana desperté sobre manojos de pelos. La funda de mi almohada parecia la piel de un animal.

Quede pelada y flaca. Con las dietas que habia hecho en mi vida y ahora que bajaba estaba hecha un bicho.

La abuela y mamá pasaban los dias preparado comidas de todo tipo, buscaban recetas las preparaban y Elsa las decoraba. Cualquier cosa con tal de hacerme comer y reir. Yo me daba cuenta que la tristeza era lo que mas le costaba sobrellevar, pero hacia de cuenta que no lo notaba con mi bronca suficiente, hasta a veces me divertía en serio con sus ocurrencias.
¿En que momento se habia desatado esta locura? ¿como quede atrapada ahí? Debia haber escapado aquella noche. Me sentía mal, un asco, pesimo.

Queria vivir, queria morirme. Para colmo de males, comenzaron a aplicarme rayos.

No doleria, dijeron.

Doler, doler no dolia pero ya no les creía nada y seguro algun mal me hacian. Según el oncólogo, los medicamentos que tomaba antes de cada quimioterapia me sacarian las arcadas pero nada. ¿Por que no los tomaba el y probaba?

Hipo y Heather consiguieron, gracias a un visitador medico amigo, un remedio que por los menos acabo con los vómitos. Cosa de no creer pero mi cuñado los consiguió más baratos en la farmacia donde trabajaba ¡al fin colaboraba!

De ahí en más las cosas mejoraron. Era cierto lo del nuevo medicamento, no vomitaba y eso me ayudo a intentar ser la Astrid de antes. Nunca imagine vivir algo que solo le pasaba a los demás.

Segun tia Freya era mejor "el vaso medio lleno y no solo la parte vacia". Tal vez por eso cada acto gentil que tenian hacia mi me enternecia.
Mi hermana se esforzaba por hacerme feliz. Arreglo mi cuarto mientras estaba internada.

Elsa y Jack pintaron las paredes y las decoraron con guardas de flores muy bonitas, Lo hicieron cada tarde al regresar de sus trabajos y con Oli a cuestas. Quedo muy bonito. Yo por si acaso averigue cual pared pinto el reverendo I, para no colgar nada peligroso sobre ella, por las dudas se me viniese abajo.

• Si tu signo no es cáncer • (Terminada) (HICCSTRID ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora