Capítulo catorce.

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CAPÍTULO NARRADO POR YUGYEOM


Capítulo catorce.


Lo necesitaba, sentirme como Jinyoung por un minuto al menos, intentar saber lo que pasa con él cuando se lo llevan; necesitaba saber el porqué de su miedo cuando me escogieron y, a pesar de saber de esta manera aberrante todo aquello, aún quiero saber porqué me sonríe como si nada sucediera.

Mis ojos se llenan de lágrimas, con una presión horrible en el pecho, tratando de no prestar atención a lo que sucede, pero es lento el recorrido de las imágenes por mi mente, aún con los sentidos alerta y el roce del hombre que me eligió quemando la piel.

Su mirada se detiene en cada parte de mi cuerpo, trato de sostenerme firme, pero no puedo más y, simplemente, dejo que las lágrimas traten de llevarse el dolor, el asco, el enojo, la tristeza y cada emoción que me llenan todos los días desde que Jinyoung y yo fuimos encerrados en ese almacén.

Cometí un grave error al decirle que lo odiaba por mentirme acerca de mi madre...¿debería seguir llamándola de la misma manera? No importa, de verdad que ahora no importa. Él quien siempre estuvo ahí, no me di cuenta hasta ahora que lo necesito tanto y no sólo para que me proteja sino también para que me sonría y diga con toda seguridad que todo esto pasará.

Sin embargo, no está.

—¿Te gusta? —el hombre susurra cerca de mi oído, y el aire me provoca un escalofrío que hace temblar hasta la parte más minúscula de mi cuerpo. Niego con la cabeza alejándome de su rostro. —Vamos, no seas tan antipático, Gyeommie—su voz suena tan calmada y con sorna.

—Sólo mi hermano puede llamarme así. Por favor, no lo diga—le pido tragándome el nudo en mi garganta, tratando de hacer a un lado cada acción que pueda delatarme.

¿Es mi castigo por decirle todo aquello a Jinyoung?

Gritárselo a la cara no era mi intención, no puedo siquiera enojarme con aquél que me ha cuidado de tanto, hasta de mí mismo.

Una de las manos del hombre baja más y acaricia mi parte baja descaradamente y se me corta la respiración instantáneamente; no hay ninguna ropa que me cubra de su mirada lasciva, estoy totalmente expuesto a sus manos e ideas retorcidas.

—Tienes una piel muy bonita y clara—siento su lengua recorrer mi cuello lentamente, cierro fuertemente los ojos tratando de no pensar en nada, pero en cuanto lo hago, no sé porqué viene a mí el rostro de BamBam.

Y recuerdo sus labios en los míos.

¿Jinyoung pensará en Mark cuando está aquí?

Porque se siente diferente, como si el sufrir sirve para proteger a los demás. O al menos yo lo siento de esa manera; la tranquilidad llena ese espacio vacío de saber que él no puede ser lastimado como yo.

Acaso yo...

¿Le quiero?

Había aceptado el estar aquí para que no trajeran a Jinyoung, no quiero volver a preocuparlo por mi estupidez. Por eso, cuando el hombre me dio la opción de irme y que él sufriera por mí, me negué rotundamente, no para sentirme fuerte ni mucho menos.

Yo he visto las heridas en sus brazos, muñecas, en su espalda, su rostro, en las piernas; y él sólo sonríe, porque no le importa o al menos eso trata de hacerme creer. Cada porción de él se riega por la habitación cuando lo tocan de esta misma manera que a mí y no puede resistirse, porque eso sería condenar a alguien más y esos no son sus planes.

Kidnaped. (They got seven).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora