Capítulo cinco.
No sé porqué siento el corazón latir más de prisa con su pequeña confesión. Aunque tampoco es como si me hubiera declarado su amor, pero se siente casi igual, lo único que es distinto es el lugar en el que estamos atrapados. Entonces recuerdo y lo dejo a un lado, volteo mi rostro un poco avergonzado pero decidido a alejarlo.
Aparte del daño psicológico que estamos enfrentando estando aquí, es el encontrarnos con falsas esperanzas, y yo no quiero destruirle ese último de rayo que sé que desea tener para Yugyeom.
—Lo siento, no quería incomodarte—habla entre todo el silencio creado por los sueños que están teniendo los demás. Y la verdad es que yo no quiero dormir, sólo quiero seguir escuchando su voz si es con eso que se siente mejor.
—No lo has hecho. Sólo me agarró de sorpresa—él está atento a mis manos jugar en la mera obscuridad, es una acción que suelo hacer cuando estoy excesivamente nervioso, lo único que no quiero es que escuche mis latidos recorrer las cuatro paredes.
—Si quieres dormir, dejaré que lo hagas—su boca se curvea en una linda sonrisa y me trago las ganas de tomar sus mejillas y apretujarlas al igual que las de Yugyeom.
Son unos hermanos muy lindos, a decir verdad.
Entonces me concierne algo más. No son solamente las edades de Yugyeom y BamBam que quiero saber, sino la de su protector.
—Jinyoung—mi voz se abre paso, capto su atención de nuevo después de que acariciara el cabello del menor que tiene entre sus brazos masacrados. —¿Puedo saber más de ti? —y se lo pregunto por respeto aunque ha sido más por ansiedad.
—¿Qué caso tiene, Mark? —aún así no deja de sonreír. —¿Te haría feliz saber que mi vida no es de color rosa?
¿Por qué me duelen sus palabras?
Puedo sentir cada dolor incrustado en esa sola oración que, aunque es pequeña, tiene tanto sentido, al menos un poco para mí.
—No quería...
—No te preocupes, es que hay algunos hechos que aún no supero y que estando aquí, es casi seguro que jamás lo haré.
—¿Cuándo cumple años Yugyeom? —trato de cambiar el tema, estoy seguro de que quiere que haga eso antes de que vea sus lágrimas caer, porque hasta ahora no se ha derrumbado por completo, y yo sé porqué quiere ser fuerte.
Y es por esa personita que duerme en sus piernas.
—Dentro de una semana—vuelve su vista al menor y yo trago saliva pesadamente. No creo que esto pueda ser peor.
Echo mi cabeza hacia atrás sintiendo una parte de mí derrumbarse, no sé cómo Jinyoung pretende estar tranquilo, todo esto es un tormento que no puedo creer que no llore al ver el rostro de Yugyeom con ojeras y más pálido de lo que estaría una persona de su edad.
—No se lo merece—logro pronunciar sólo para mí, pero es evidente que Jinyoung me escucha.
—Nadie se lo merece.
—Creo que deberíamos de dormir.
—No—se apresura en decir—, no quiero dormir... lo siento, pero quiero charlar un poco más contigo—se avergüenza en cuanto suelta aquello y ya no sé si pueda sostenerle un poco más la mirada. —Podemos empezar desde el inicio. Park Jinyoung—su sonrisa brilla y se sienten distintos sus ojos sobre mi persona.
ESTÁS LEYENDO
Kidnaped. (They got seven).
Fanfiction-¿Alguien sabe dónde estamos? -Vamos a morir. -Al menos ustedes tienen quién pague su rescate... -Me duele el cuerpo. -Qué enfermos... -¿Hoy qué día es? -¿Kunpimook? ¿Qué puto nombre es ese? -Hay que ser positivos. -Consiguieron siete. -Seamos reali...