Era el segundo día de escuela en Venus Christy, bastante caluroso a decir verdad, varios estudiantes sudaban y es que, por razones del destino la electricidad estaba ausente.
Todo el calor que sentía Ed, un chico pálido de ojos grises y cabello negro que era el representante provisional elegido el día anterior, abandono su cuerpo al ver entrar a un chico muy alto de cabello negro y bastante rizado, de nariz larga y ojos oscuros y dulces.
Sonreía mientras tocaba la puerta del salón con sus manos envueltas en llamativas vendas. Osk interrumpió le entretenida clase y dispuso toda su atención al recién llegado.
--- ¿Es este el grupo B?—preguntó sin dejar de mostrar su amable expresión risueña
-- Si—respondió Osk un poco desesperado
--Soy Charles, el alumno faltante. ¡Hola a todos!—decía el “chico nuevo” riendo aún más, de inmediato se ganó la aceptación de casi todo el grupo.
Casi.
De todos menos de Ed, estaba estupefacto, petrificado y asombrado.
--Siéntate al lado de Ed, después en el descanso te enseñara todo---ordenó Osk haciendo caso omiso de los ojos suplicantes de Ed y volviendo al enorme pizarrón blanco.
Los segundos pasaban lentos para Ed, no quería que aquel chico estuviera en su misma escuela, aún menos en el mismo grupo, y ahora ¡se sentaba a su lado!
--Hola Ednord, cuanto tiempo sin vernos—lo saludó Charles con mucha alegría y emocionado --¿Qué es lo que te ocurre, mi pequeño Ed?—preguntó jugando con los suaves cabellos del otro, quien no tenía palabra, tan solo recuerdos que llegaban a su mente, recuerdos que para él no eran muy agradables, quería apartar la mano de Charles, pero no podía, su cuerpo no respondía a sus indicaciones por más insistente que fuera.
--¿Qué… h-haces aquí?—balbuceó como pudo sin seguir las indicaciones de Osk, que parecía ignorarlos y seguía con su clase
--¿No es obvio? ¡Quería estudiar de nuevo junto a ti!—respondió agitando los cabellos de Ed con ambas manos
--¡Suéltame!—exclamó elevando la voz y apartando de un golpe las manos de Charles --¡Aléjate de mí!—continuó gritando sin notar que había llamado la atención de todos.
El profesor carraspeó fuerte y notablemente molesto.
--Ed, ¿Charles?—dijo dudoso –Sálganse de mi clase-- ese día no estaba para aguantar mucho y menos a chicos de 1°
--Es que Prof. él…-- intento excusarse Ed nerviosamente
--Sálganse—repitió Osk cruzando los brazos
--Prof. —
--Sálganse—
--pero—
--Fuera—
--pero—
--Vámonos Ed, volveremos a la siguiente, no te preocupes—le dijo Charles tomándolo del brazo y obligándolo a caminar hacia fuera del salón. Definitivamente el destino estaba en su contra, primero había llegado tarde y fue regañado por uno de los viejos prefectos de primer año, después no había electricidad en todo el plantel y para finalizar: su acosador de años volvía a estar junto a él y con ello a las andadas
--¿No me vas a decir nada?—preguntó Charles yéndose a sentar a unas bancas de piedra pintadas en azul cielo y rodeadas de frondosos árboles, las cuales solían ocuparse en el receso.
Ed, aún asombrado como estaba, optó por el bendito silencio como respuesta.
--Sabes, por casualidad me enteré en que plantel estabas y me sorprendí. Fue entonces cuando solicite el cambio ¿no es eso bueno?—comentó Charles con su inquebrantable alegría viendo que su amado Ed no estaba dispuesto a iniciar una conversación y mucho menos a seguirla --¿Qué hiciste este verano? ¿No te hace feliz volverme a ver?—añadió observando como el rostro de su acompañante era iluminado por el sol.
Ed, inconscientemente negó con la cabeza, creía que tan solo era una pesadilla de la cual ya había escapado y ahora había vuelto a entrar. –Claro que no, tú eras mi acosador—respondió seguro de sus palabras tratando de relajarse
--No era ni soy tu acosador, solo me preocupo por ti y por la gente a tu alrededor, eso es todo—renegó el otro chico con rostro de perrito regañado
--¡Sí! ¡A tal punto de querer apartarme de todo ser viviente!—lo contradijo Ed exasperado con un grito
--No es verdad, y es tu culpa por ser tú, deberías aceptar tu responsabilidad, después de todo tú fuiste el que comenzó a hablarme—
--Nunca creí que pudieras llegar a ser tan peligroso—replicó un poco molesto ya que Charles había dado en el punto clave
--Eso es porque te amo—confesó sin sentirse avergonzado viendo los profundos ojos de Ed –Y tú lo sabes muy bien—
--¡Ya vas con eso otra vez!—exclamó –Ya te lo he dicho, tengo un interés especial por la nada—comenzó a dar vueltas alrededor del tronco de un joven árbol.
--Eso me dices a mí pero ¿y a los demás?—preguntó Charles sin perder su ánimo, años le sobraban de conocer a Ed y a su carácter, así que no le molestaba como se comportaba
--todos lo saben—contestó cansado de dar vueltas y sentándose en la dura banca frente a su acosador
--Digas lo que digas, tú eres y serás siempre mío—refutó Charles un poco serio, apretando el pantalón ámbar del uniforme
--¡Como sea! ¡No sé porque estoy aquí contigo!—se levantó rápidamente de la banca y se dispuso a caminar con paso veloz y firme, sin mirar ni una sola vez atrás. --¡No me sigas!—dijo molesto al escuchar los pasos de Charles justo detrás de él.
--No te sigo, solo voy en la misma dirección—se excusó el chico que parecía tener paciencia ilimitada y no hacía caso de los insistentes gritos e insultos que Ed mascullaba contra él.
El timbre tocó. –Venga, volvamos—propuso Charles y estuvo a punto de tocarlo pero Ed se apartó
--No me toques—dijo cortante y con molestia en su mirada, emprendieron el regreso.
--No tengo idea de porque te molesto tanto—añadió Charles adelantándose y entrando primero al salón. Afortunadamente el siguiente maestro aún no llegaba.
Ed observó su lugar, no había ningún otro vacío y posiblemente otra persona no querría cambiárselo, probablemente ni Janice, que había conseguido amigos muchísimo más rápido que él y ahora platicaban en su propia esquina.
--¿Se va a quedar todo el rato ahí joven?—preguntó la grave y profunda voz de una maestra musculosa, debía dar deportes. Quería decir sí para que lo sacaran, pero tenía un ligero presentimiento de que si lo sacaban Charles haría que hicieran lo mismo con él.
--No—susurró débilmente y resignado fue a sentarse de mala gana.
Tenía que rendirse, su acosador había vuelto y más decidido que nunca.
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Venus Christy (Yaoi)
RomanceA veces las mejores aventuras comienzan de la manera más inesperada. Un nuevo comienzo. Un nuevo año. Y la secundaria Venus Christy abrirá de nuevo sus puertas, es aquí donde todo da inicio y los encuentros peculiares comienzan. ¿Te animas a conoc...