Teen Idle » Solangelo AU

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  Witchy n' Bitchy ha subido un nuevo vídeo: "Disappear (Dear Evan Hansen cover) — en honor a las víctimas Italianas."

  Cecil levantó la vista de su celular para mirar a su mejor amigo, el rubio se encontraba sentado en su cama leyendo uno de los libros que su padre había traído del trabajo, algún envío que alguien jamás reclamó sin remitente. 

—¿Sigue Lou en Italia?—preguntó, y Will tomó una servilleta para marcar la página antes de asentir ligeramente.

—Debería volver pronto—dijo, acomodándose un poco para hacerle espacio al castaño en la cama—. ¿Por?

  El chico se mordió el labio.

—Subió un... vídeo. Hace tanto que no hacía un cover, ¿quieres verlo?

—Si, ven acá, déjame abrazarte.

  El castaño sonrió con la boca abierta antes de levantarse y brincar al lado de la cama que Will le ofrecía. Tomó un poco de acomodarse antes de que Cecil terminará recargado contra la cabecera y Will entre sus piernas, el castaño colocó la cabeza en el hombro de su amigo y enroscó ambos brazos sobre su estómago, a lo que el rubio contestó con una risa. 

  Will tomó el celular con la mano derecha y llevó la izquierda a reposar sobre las manos cerradas de su mejor amigo, recargándose contra el pecho del castaño antes de reproducir el vídeo.

—Lo que pasó hace dos días en Venecia es realmente una tragedia—empezó el vídeo la peliverde, tragando saliva—. He estado en Italia casi tres meses ya, y en el transcurso de este tiempo construí amistades con personas magníficas. Personas magníficas que, ciertamente, no se merecían nada de lo que les ocurrió. Afortunadamente, muchos salimos a tiempo; desafortunadamente, otros no corrieron con la misma suerte.

  Will tuvo que pausar el vídeo un momento, volteando para ver a Cecil. El morocho tenía una expresión de desconcierto, y se veía asustado. El rubio entendía cómo se sentía, ellos y Lou habían sido amigos desde la infancia, y jamás la habían visto tan vulnerable y abierta como en ése vídeo. Traía una camiseta morada que leía las siglas SPQR y su corto cabello verde le caía sobre los ojos marrones, tenía los ojos rojos y constantemente se mordía el labio inferior.

—No he hablado mucho con ella últimamente—se lamentó Cecil, escondiendo la cara en el cuello de Will—, algo pudo haberle pasado y yo soy un idiota que no se preocupa por ella.

—No te habría respondido—respondió el rubio, dejando el celular en sus piernas y llevando una mano al cabello castaño de su mejor amigo para intentar calmarlo—. Tampoco me ha respondido a mí, debía de estar muy ocupada.

—Hay que llamarla—ofreció el chico, estirándose para alcanzar el celular.

—Primero hay que ver esto, ¿si? Y leer para saber qué pasó con exactitud, no querría hacerla hablar de algo que no quiere.

—O-okey.

  Will sonrió un poco, volteándose propiamente para abrazar a Cecil. Sostuvo ambas de las manos morenas del chico entre las suyas y plantó un casto beso en sus labios antes de señalar al celular con la cabeza.

—Ven, vamos a ver esto juntos.

  Cecil asintió y sentó a Will en su regazo, a lo que el rubio depositó otro beso en sus labios antes de tomar el celular nuevamente.

—Así que esto es para ustedes: para Bianca di Angelo, Chiara Benvenuti y Katie Holt, porque fueron algunas de las mejores amigas que he tenido, y aunque esperaba poder enseñarles Nueva York algún día, agradezco a los dioses por habernos dejado coincidir aunque fuese un ratito. Y es también para todas las demás víctimas, porque mi corazón se queda con ustedes.

  Will conocía la canción perfectamente, Dear Evan Hansen lo había marcado para siempre. Su psicólogo lo había recomendado, días antes de que llegaran los resultados de los exámenes a restregarle en la cara su ansiedad social y trastorno por estrés traumático, aún así fingió demencia y se dedicó a tararear junto a la melódica voz de su mejor amiga.

—Hacía tanto no la escuchaba cantar—se lamentó una vez que el vídeo había terminado, cerrando YouTube y abriendo la aplicación de teléfono.

—Hace tanto no la escuchaba hablar—Cecil suspiró, recargándose contra la cabecera nuevamente—. La extraño, Will.

—Yo también, C, yo también.

  Lou respondió media hora más tarde.