No sé cómo, cuándo y dónde pasó pero lo hizo,
Llegó como soplo de aire fresco a mi solitaria y monótona vida,
Trataba de decírtelo pero me arrepentía,
Nunca tuve el valor suficiente aunque creo que ya lo sabias.
Él sabía lo que ella sentía p...
-Peter!!- Grite, escuche como subía corriendo apresurado las escaleras
-¿Pasa... al..algo, cariño?- Hablo entrecortadamente, mientras recuperaba.
Había recibido una invitación por parte de Brandon para conocer a la chica que le arrancaba suspiros, con la que soñaba despierto. Y como buena mejor amiga que soy voy a ver qué tal es para él.
-Nada malo, amor, solo te iba a avisar que el jueves de la otra semana vamos a visitar a Brandon, lo recuerdas?- Lo mire con cariño, desde que le conté lo del embarazo ha estado muy sobreprotector conmigo, recién tenía tres meses así que no se notaba mucho mi vientre.
- ¿El chico que fue a visitarte cuando estábamos saliendo en la universidad?- me pregunto, recordaba ese día claramente, ese día acepte ser su novia.
-Sip- lo abrace y el coloco su barbilla en mi cabeza mientras correspondía mi abrazo- Va a presentarme a la chica con quien está saliendo y además quiere reclamarme como así no lo invite a nuestra boda- le respondí, amaba a mi esposo con todo mi ser, me miro divertido.
-Pues tendrá que regañarme a mí- dijo entre besos -Porque si mal no recuerdo, fui yo el que acelero nuestra boda sin que nadie se enterara.
Lo recordaba, la boda sorpresa que había preparado para mí en nuestras vacaciones luego de dos meses de nuestro compromiso, fue lo que volvió loca por él, había sido fantástica.
-Entonces, ¿vamos?- lo mire
- Con esa mirada como podría negarme. Te amo, Sofi- y me beso, sus besos eran como mi droga, con un solo beso y caí rendida ante él.
Habíamos llegado a la hora exacta que Brandon había dicho, la dirección que me había proporcionado se hallaba en un edificio lujoso y como era de suponerse su departamento está en el último piso.
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No sabía cómo vestirme, además no había visto a mi mejor amigo durante años se podría decir, así que me vestí semi-formal. Había elegido unos Jean's blancos, una blusa suelta color coral, una chaqueta gris y zapatos de tacón, aunque me toco convencer a Peter que no había ningún peligro en ponérmelos por el embarazo y luego de más de 10 minutos tratando de convencerlo, lo acepto a regadientes, también me había maquillado un poco sin exagerar. En cambio el solo había elegido una camisa blanca, unos Jean's negros y unos zapatos a juego. Y no podía negarlo se veía increíble.
Elegimos el piso 13 en el ascensor mientras Peter llevaba el vino y el postre, aunque quise ayudarlo, me dijo que era importante que no hiciera esfuerzo a lo cual yo había rodado los ojos por que no era como que el pastel de café y chocolate pesara tanto.
