Es martes 13 de diciembre del 2016, lo recuerdo demasiado bien; hace poco les contaba sobre como sin la necesidad de alcohol pude divertirme en una fiesta. Hoy les contaré de como una par de palabras pueden cambiarle la vida a un enamorado.
Mis padres han salido hoy por la noche y me han dejado solo en casa con su vehículo, he estado planeando ir a ver a mi amada, y creo que hoy llegare a su casa de sorpresa.
Son como las 7 p.m. Y ella está arreglándose creo que saldrá, creo que he llegado en mal momento, bueno de por sí el haber llegado a su vida tampoco fue buena idea, pero eso es otra historia, continuemos, le pregunto si saldrá y me dice que solo ira a dejar su hermana Darynka a un ensayo, me pregunta si gusto ir con ellas, pero la verdad soy muy penoso y pues le he respondido con un "no", ella ya tenía compromisos y no quisiera entrometerme, de la nada sale su mamá de la casa con la bebé Mosha y muy amablemente me pregunta si puedo yo llevarlas a su ensayo y ya ella iría a recogerlas, la verdad pensándolo bien, esa señora siempre fue muy amable conmigo a pesar de todo, la última vez que la vi hasta me ofreció gelatina ¡más suegras así! Bueno, la cuestión es que yo termine llevándolas a su ensayo y mientras íbamos en camino, ella y yo comenzábamos a platicar respecto a nosotros, recuerdo que le dijimos a su hermana que se pusiera los auriculares para poder platicar sin sentirnos incómodos; llegamos al lugar, era casa de una amiga suya, pero solo bajaría Darynka, ya que ella se quedaría un rato conmigo platicando, recuerdo que tenía puesta una canción de mis favoritas "Fue Un Placer Conocerte" de Rocío Dúrcal y Juan Gabriel, ella no quería escucharla porque estaba muy triste, y la quitó entonces comenzamos a platicar respecto a nosotros, sobre qué quería uno del otro, sobre lo que tenía que cambiar, por que estábamos enamorados uno del otro, ella y yo nos encontrábamos a solas en el vehículo, pero en vez de besarnos o hacer otras cosas, expresábamos nuestras emociones más profundas del uno hacia el otro, recuerdo que ella, como siempre, me exigía, que dejara de hablar con otras chicas, cuando en realidad ya ni amigas tenía, y yo le decía lo mismo de siempre que cuando ella sintiera que era el momento de dejarme que lo hiciera, siempre se enojaba por eso, creo que hasta hoy; yo no me considero muy romántico o expresivo, a veces soy algo reservado en ese aspecto, pero ella no, ella, solía ser muy expresiva, en exceso romántica, ella me había mostrado lo hermoso que es expresarle tus sentimientos a alguien, cuando ella tenía ganas de decirme "Te quiero" lo hacía como 100 veces y en ocasiones le decía "pero cállate" y ella más lo gritaba, o más rápido lo decía, ella solía tener eso, para ella el mundo era un lugar bello, les cuento esto, porque hubo un momento en el auto donde yo quería decirle un "te quiero" pero no podía, cuando creo ella se dio cuenta de eso, ella lo hizo, lo dijo, no sabía que decirle, solo que yo más; se me había acabado el tiempo, tenía que regresar a casa, pero, ¿saben? Ahora cuando regresaba a casa ya no era el Jearim depresivo que todo le irritaba, todo lo hacía sentir mal, o todo lo veía mal, ella había cambiado eso, tome un parte de su esencia y la hice mía, ahora la felicidad que ella irradiaba yo la llevaba conmigo a todos lados, pero definitivamente de todo lo que ella me pudo haber dado, su alegría había sido lo mejor.
No hay regalo más hermoso en esta vida que el que una persona te comparta parte de su vida o su esencia, eso vale demasiado.
Extraño sus manos, aparte de cálidas, tenía sus dedos pequeños, gorditos y bonitos..."Porque me haces enloquecer, tú me enchinas la piel, cada parte de tú ser es alimento a mi bien." Compartir. Carla Morrison.
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Octubre: Nosotros y Los Otros.
RomansaEste es un texto de amor, pero no como los demás que leemos, no se trata de una chica con cancer, o un chico con gusto peculiares, o un inválido sin ganas de vivir, es un amor más real, literalmente, es la breve historia de cómo un chico de clase me...