Imagina con BTS

007┇The Upside Down; (RM y tú).

(Basado en el capítulo 5 de la serie de Stranger Things.)

— ¿Estás segura de que vamos por el camino indicado?–era la quinta vez que te lo preguntaba.

— ¡Sí! Tú sólo espera, y verás.

Tu voz ya no sonaba tan convencida como antes, veinte minutos caminando y lo único memorable con lo que os habíais topado era un par de ardillas en mitad del coito. Poco a poco el sudor humedecía tu frente, sofocándote.

Pero por nada del mundo debías rendirte, se lo debías a ella, a tu mejor amiga.

Quizás, si no la hubieras dejado sola, estarías las dos juntas, hablando sobre todo y a la vez sobre nada en especial, riendo, bailando, cantando...

Pero no, las hormonas te cegaron y preferiste irte con un chico guapo que resultó ser un idiota integral, ¿por qué? ¿Por qué a ella? No se lo merecía, a pesar de que tuvo innumerables novios jamás te dejó sola. Jamás te dejó de lado, ella si te trató como lo hacen como las mejores amigas.

Pronto una lágrima rodó por tu mejilla, y está fue seguido por otra, y luego un centenar de ellas.

— Hey, ¿estás bien? ¿Te sigues culpando por lo que pasó?–paraste de caminar, y giraste sobre tus talones para poder mirar a NamJoon a los ojos.

— ¿Cómo no quieres que me culpe? Si yo hubiera estado ahí, en la piscina con ella, podríamos a ver escapado juntas. Esto no hubiera pasado, ella... Ella... ¡Estaría conmigo!–fue entonces cuando te derrumbaste, la culpabilidad era demasiada y la esperanza casi se había desvanecido.

Él te abrazó, no dijo nada, simplemente te rodeó con sus brazos y dejó que te desahogaras todo lo que necesitabas. Dio suaves palmadas en tu espalda, y comprendiste que no era momento de lamentarse, sino el momento de encontrar a tu mejor amiga.

Algo hizo que el joven de ojos rasgados se separase de ti, y mirara de lado a lado aparentemente en busca de algo.

— ¿Has oído eso?–frunciste el ceño sin entender a lo que se refería y mantuviste el silencio tratando de agudizar tu sentido del oído.

Entonces lo oíste, se trataban de pequeños gimoteos detrás de un arbusto, NamJoon os mirasteis, sacasteis las linternas y fuisteis a investigar de qué se trataba.

— Oh vaya...–el rostro del peli negro expresaba una mezcla de tristeza y asco.

Era un ciervo, tenía una gran herida en el estómago, imposible que fuera debido a cazadores, algo se lo había hecho, el ciervo no dejaba estaba prácticamente inmóvil, por el dolor, lo miraste a los ojos, podrías jurar que estaba llorando.

— Pobrecito, está sufriendo mucho... ¿Deberíamos...?–miraste a NamJoon en busca de su aprobación, no soportabas ver al pequeño ciervo de ese modo, sería mejor acabar con su sufrimiento de una vez por todas.

— Yo lo haré.–se veía bastante decidido. Le entregaste el revólver que horas antes te había entregado por si las cosas se ponían feas.

Comprobó las balas, él sabía que el arma estaba cargada, no obstante, deseaba alargar el momento deseando que algo le impidiese matar a la criatura.

Y para su fortuna o desgracia, sus plegarias fueron escuchadas, una fuerza desconocida tiró del débil cuerpo del ciervo llevándolo consigo a los confines del bosque, aquello no era normal.