En la sala de espera había dos chicas más. Una la había visto alguna vez por los pasillos de la residencia,creo qe se llamaba Lua o Lana. La otra me era completamente desconocida. Lua o como se llamase la chica parecia inquieta: su pierna se movia freneticamente de arriba hacia abajo, y jugaba nerviosamente con el dobladillo de su camiseta. Yo no estaba nerviosa, la verdad. Me habian estado haciendo pruevas todo el año y hoy iban a implantarme el óvulo para que puediese crear descendencia. En este mundo las cosas iban asi, estábamos echas para tener hijos, unicamente para eso, y nos lo habían echo creer. Había muchas chicas que no estaban de acuerdo, pero lo único que podíamos hacer era callarnos y seguir las normas, al fin y al cabo, era nuestra hija, se suponía que era la mejor experiencia del mundo. Todas habíamos pasado por lo mismo, ¿por qué protestar ahora?
A mi sinceramente me daba igual, solo quería acabar con esto cuanto antes para poder volver a hacer una vida normal con mis amigas.
- Adara Gracelyn - me llamaron por los altavoces.
Ni siquiera se me aceleró el corazón cuando dijeron mi nombre, no como Lua, que se sobresaltó al oirlo, pensándose que la iban a llamar a ella. Nunca fui una chica nerviosa, siempre he confiado en mi misma y en lo que soy, nunca he tenido motivos para dudar. No me da miedo la intervención. Se tiene que hacer y yasta.
Camino con la cabeza en alto hasta una puerta blanca con el número 2 en ella. Hay tres puertas para este tipo de intervenciones ya que hay meses en los que hay más chicas que cumplen 18. Sin embargo, el mes de diciembre nunca ha sido muy numeroso.
Exacto, nací en diciembre, en concreto el 23. No conocí a mi madre. Me dijeron que murió en el parto, lo cual era una anomalía, ya que solo un 0,1 por ciento de las mujeres hoy en día morían mientras o despues de dar a luz. La verdad era que no me creía eso yo, aunque desconocía el motivo por el cual me dijeron eso. Sin embargo, a mi me hicieron muchas más pruevas que a las demás chicas. Simpre intentaban hacerte creer cosas que a lo mejor no eran verdad. Era algo que odiaba, pero tampoco podía hacer nada, asi que, no valía la pena protestar. Bien, podríais decirme que no luchaba por lo que era correcto, pero vamos a ver, ¿quien lo haría? Lo mejor era estar callado sino querías que te detuviesen. Una sola persona no podría cambiar el mundo ni siquiera la mitad de las chicas de la residencia. Yo no podría cambiar el mundo, era una cosa que me hacía sentir impotente en todo momento.
Eso era la única cosa que quebraba mi seguridad.
El no poder hacer nada para cambiar las cosas porque soy más insignificante de lo que creo.
Entre en una sala de paredes blancas, con una luz azulada en el centro, donde también se encontraba una camilla y varias mesillas de ruedas con instrumentos que ni siquiera querría saber para qué eran.
Una mujer con el pelo recogido y una bata verde me indicó que me sentase en la camilla. Así lo hice.
-Bien - dijo con voz ensayada, fingiendo una sonrisa; estaba claro que ya estaba avurrida de hacer siempre lo mismo -, primero vamos a dormirte, ¿de acuerdo? No vas a sentir nada asi que no te preocupes. Cuando te despiertes estarás en tu nueva habitación, así no hay motivo para estar nerviosa - explicó.
¿Esta mujer pensaba que era idiota? Por diós ni que fuera una niña pequeña.
-No estoy nerviosa - dije con voz grave.
No lo estaba, realmente no. Sabía como iría todo. Vamos, nos lo explicaron millones de veces en clase, había tenido tiempo suficiente para mentalizarme.
-Perfecto - comentó, juntando las manos -. Apareció otra mujer en la habitación, con una mascarilla y también una bata verde y las dos se pusieron una a cada lado - Esta es la doctora Flynn, ella va a llevar a cabo la intervención.
La miré a lo ojos. Eran de un claro azul, fríos y calculadores. Me examinaban con determinación, con una chispa de curiosidad y me preguntaba a qué se debía eso. Cerré lo ojos y di el paso:
-Adelante.
Enseguida me pusieron una mascarilla a mi también y empecé a respirar un aire artificial que en menos de un minuto me dejó completamente insconciente.
La cabeza me daba vueltas, me sentía pegada a la cama, toda llena de sudor. Era incapaz de abrir los ojos. Un fuerte dolor me invadía el cuerpo. Oh dios, quería levantarme, quería moverme, quería gritar, pero todo esfuerzo era en vano. Y luego otra vez el silencio.
-...despierta...no puede...esperen...llevarla...
Las voces retumbaban en mi cabeza, podría decir que solo era una persona pero podría decir perfectamente que eran de un millón hablando al unísono. Volvió ese fuerte dolor en la cabeza, y realmente deseé morir porque no sé si sería capaz de soportarlo por mucho más tiempo. No notaba mi cuerpo... oh dios... me sentía muerta ya... ¿qué había pasado?
-¡Alto! - oí gritar a alguien -... no...
Y luego otra vez, un dulce silencio se coló por cada rincón de mi mente.
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Holaa!!!
Siento mucho haver publicado el capitulo sin terminarlo...
Es que aún soy un poco nueva y en vez de guardarlo lo publiqué-.-'
En fin... Espero que les guste este capítulo ya terminado.
Cuando me inspire ya subiré otro;)
Espero no tardar mucho!
PD: A la derecha foto de Jake (tengo una extraña obsesión con los chicos como este), y el nuevo video de The Neighbourhood - LURK !!!! ESCUCHADLOS SON LOS MEJORES! Puros dioses pa' los oídos*-*
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The Foreign
Romance> 'Hablaban de machismo en épocas anteriores, era hora que las mujeres se pusieran al mando'