Al poco apareció Harry. Estaba caminando tranquilamente, buscándome. Enseguida nuestras miradas se cruzaron, y no sabría deciros del por qué pero intenté evitarla. Miré hacia abajo agachando la mirada. Él se acercó a mí, y se sentó también en el suelo, a mi lado.
-¿Está bien? -me preguntó serio. Yo seguía evitando su mirada. Sabía que si no lo hacía, volvería a bajar mis defensas. Tan solo sus ojos verdes podían derribar mis murallas y volvería a caer. No podía hacer eso, me había costado olvidarle.
-No me dijeron nada. Está con el doctor dentro... -Hubo un pequeño silencio, algo insoportable a decir verdad. No era fácil estar con Harry en esa situación. No sabía que decir, ni qué hacer.
-¿Por qué te importa tanto ese chico? -me preguntó sin ton ni son. Yo me encogí de hombros. -¿Estáis saliendo? -dijo al ver que no respondía a la anterior pregunta. No sabía que decir. Abrí los labios para responder, pero no salían palabras de mi boca. Me costaba, mucho. -Eso es un sí... -Él lo había dicho todo solo.
Volvió a haber otro pequeño silencio, que me ponía un tanto nerviosa. Tener a Harry tan cerca y a la vez tan lejos hacía sentir en mí una sensación un tanto extraña y desagradable. Quería preguntarle muchas cosas, como el por qué se había ido, cuánto tiempo estuvo fuera, y cosas por el estilo. Pero no podía, y no podía. Lottie me venía a la cabeza, ella y él juntos. A pesar de todo el tiempo que había pasado seguía recordando a la perfección esa noche de verano, y no entendía por qué él había hecho eso. Por qué había decidido estar con ella en la cama. No lo entendía.
-¿Por qué lloras? -me preguntó. No me había dado cuenta de que se me había escapado una lágrima al volver a mí, esos espantosos recuerdos. No lo entendía, se suponía que ya lo había olvidado. ¿Por qué?
-Tonterías... -respondí escondiendo mi rostro, colocándome en posición fetal, con las piernas encogidas y abrazándolas. No quería verle.
-Puedes decírmelo. -Oí decir con su ronca voz. Alcé la vista, y sin temor, crucé mi mirada con la suya.
-Nada. Tan solo estoy preocupada por Louis. -Mentí. Es verdad que en parte estaba así, pero la mayor parte de mi estaba mal por otra cosa. Por él.
-No te preocupes -dijo él colocando su brazo por mis hombros y juntando su cuerpo con el mío. Gesto que provocó un escalofrío por todo mi cuerpo. Unas cosquillas en mi barriga. Algo, que no sabría explicar con palabras. Sentí lo mismo, que la primera vez que me rozó, cuando se puso delante mía protegiéndome de Tom. -Seguro que está bien, tan solo fueron unos golpes.
No dije nada, estaba confundida. Él estaba como si nada hubiera sucedido, abrazándome. No le entendía, era un chico demasiado enigmático.
-Harry... -Dije valiente. Tragué saliva, y el chico me prestó atención. - ¿Hice algo mal? -pregunté. El rizoso frunció el ceño. Igual no había entendido la pregunta, o tan solo se había enfadado, no lo sabía. - Me refiero, ¿por qué? ¿No fui demasiado? ¿Te gustaba Lottie más? -volvió a caer una lágrima por mi mejilla.
-_____, te lo dije muchas veces, fue todo un malentendido- yo negué con la cabeza.
-Harry, eso no me lo creo. No me creo que la abrazaras por un 'malentendido'.
-Te dije qu...
-¿Familiares de Louis Tomlinson? -salió un doctor por la puerta, interrumpiendo a Harry. Yo me levanté. Y fui hacia el señor calvo, que rondaba los cincuenta y tantos.
-Yo, soy su novia. ¿Qué tal está? ¿Se encuentra bien? -pregunté preocupada.
-No se preocupe señorita, el chico está bien. Tan solo tiene unos cuantos hematomas y alguna que otra herida pero nada grave. -Me alivié al oír esas palabras.- Tan solo mantendrá reposo hasta que se encuentre bien del todo y le daremos el alta.
-Muchas gracias doctor, ¿podría entrar a verle? Por favor…
-Claro, acaba de despertar hace cinco minutos. Tan solo, no haga mucho ruido.
-Muchas gracias de nuevo.
Me limpié las lágrimas, gracias a dios no llevaba maquillaje ese día así que no había problema. Entré en la habitación blanca y fría, y él giró su cabeza al notar mi presencia. Esbozó una sonrisa, y yo me acerqué a él.
-¿Qué tal estás cariño? -pregunté alegre al verle por fin despierto.
-Si, tan solo me duele un poco la barriga. -Dijo con una sonrisa, yo llevé una de mis manos a su mejilla, y otra a su vientre. Ésta última, empezó a hacerle suaves masajes. Tenía miedo de hacerle daño, pero él solo sonreía así que supongo que no.
-Lo siento mucho mucho mucho. -Me disculpé.
-¿Por qué?
-Por mi culpa esos imbéciles te han dejado así. -Él llevó una de sus manos junto a la mía, la que tenía en su mejilla. La cogió y la entrelazó.
-No pasa nada. -Yo me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios. Tenía miedo, por si le hacía daño en la herida que tenía en el inferior, pero no se quejó.
-Si te hago daño me avisas. -Le dije refiriéndome al masaje o al beso.
-No te preocupes, me haces todo lo contrario. -Le sonreí. Este chico era un ángel.
-Me dijo el doctor que en cuanto te encuentres bien para caminar ya podrás ir a casa, solo tienes que guardar reposo. -Hice una pequeña pausa. -Voy a llamar a tus padres para que vengan, salgo de la habitación para no molestarte. -Me alejé de la camilla.
-No molestas. -Dijo sin soltarme la mano.
-Tienes que guardar reposo. -Me acerqué y le di un beso en la frente. -Enseguida volveré.
-Vale, no tardes por favor.
Me soltó y yo cogí mi bolso, para salir y llamar a sus padres y de paso a los míos para que vinieran a buscarme. Cuando salí, Harry ya no estaba allí, cosa que me extrañó muchísimo. Pero bueno, me centré en llamar a los padres de Louis y contarles lo ocurrido con delicadeza, para que no se preocuparan. Claro, que esquivé los detalles de que esos matones me conocían. Enseguida ellos aparecieron aquí para ver a su hijo, y en pocas horas marchamos a casa.
Continuará...
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Desátame «h.s. and l.t.» Good Girl #2
Fanfiction''-Creí que te habías marchado. -¿Y dejarte sola? Eso nunca. ''