Maldecía no haber bajado las persianas ayer por la noche cuando los rayos de luz entraron por la ventana, y me desperté. Miré mi móvil y eran las diez de la mañana. Me incorporé dejándolo a un lado, encima del libro que ayer Louis estaba leyendo. Me estiré, y me levanté. Fui a la ducha que tenía en su cuarto Louis, necesitaba despejarme un poco de lo ocurrido ayer.
Cuando me quité la ropa pude notar en mis brazos unos moratones, marcas que ayer me había dejado uno de esos brutos por lo fuerte que me agarraba. Ayer al ponerme el pijama no había mucha y luz y no las había notado, pero ahora me dolían un poco.
-Cabrones. -Mascullé.
Me metí en la ducha y en diez minutos salí. Había cogido uno de los conjuntos antes de entrar, un jersey holgado, con unos shorts desgastados, y para no pasar frío unas medias negras debajo, con un pequeño estampado de encaje. Y por último, unos botines con tacón. Bastante para el gusto de mi madre, pero normales para alguien de mi edad. Me sequé el pelo, dejando que se ondulara, cayendo así hasta poco antes de mi ombligo. Me miré al espejo, y saqué de un neceser del segundo cajón, maquillaje. Tenía todo siempre preparado en su casa para casos como éste, en el que me apetecía quedar allí. Cogí el eyeliner y me hice una pequeña raya en el párpado, y después me puse rímel. Me encanaba sentir mis pestañas largas y notables. Pero no solía maquillarme más que eso porque me parecía excesivo.
Dejé todo en su sitio y salí del baño. Louis aún estaba en el séptimo cielo. No sabía si despertarlo, era sábado y ayer había sido un día de locos, así que tan solo me puse a su lado. Estaba sentada, observando cómo dormía, lo adorable que estaba. Se me desviaron los pensamientos a Harry. Hacía mucho que no hacían eso, pero no me extrañaba. ¿Qué hacía aquí de nuevo? ¿Quedaría mucho tiempo? ¿Qué fue de Lottie? ¿Cómo se me ocurre preguntarle esa estupidez? ¿Sería verdad que había marchado del país por un tiempo? ¿Sólo serían rumores? ¿Por qué nos ayudó? Me pasaban mil preguntas por la cabeza, y no lograba encontrar respuesta a ninguna de ellas. Lo que sabía era que volvió, pero que yo seguiría intentando no estar con él. No, y no. No lo haría.
Louis gimió, y yo me aparté por si acaso le había tocado alguna herida o alguna cosa por el estilo. Giró su cabeza hacia mí, y abrió un poco uno de sus ojos. Me dedicó una sonrisa enseñándome cada uno de sus blancos y perfectos dientes.
-Buenos días. -Le dije. Él se giró de manera que todo su cuerpo miraba hacia mí, y con un brazo me acercó a él. Me tumbé a su lado, y Louis cogiéndome de la cintura me acercó a él.
-Ten cuidado, te puedo hacer daño.
-No te preocupes. -Me dio un beso, y en medio de éste dejó escapar una sonrisa. Me encantaba. Me mordió el labio inferior después de esto, con cuidado claro. Y más tarde me volvió a dar otro beso. -¿Hoy que vamos a hacer? -me preguntó.
-Tengo que estudiar para literatura universal, y tú para latín. -Él bufó. -¿Iremos a la biblioteca?
-Estoy malo... -se quejó. Yo le sonreí. -No me apetece ir a la biblioteca.
-Bueno, pues vamos a mi casa. Hoy mi madre no estará. -Sonrió de nuevo.
-Me parece buena idea.
-Vendrá a buscarme por la mañana, ven también si quieres y quedas a comer. Sabes que a ella no la molestas.
-Perfecto. -Volvió a darme otro beso, y yo lo seguí unos instantes. Después me aparté de él y me levanté. Él me miró indignado. -¿Cómo me dejas aquí?
-Anda vete a ducharte, que avisaré a mi madre. -Le sonreí y él asintió. Cuando se levantó vi su torso, ya que él está acostumbrado a dormir sin camiseta. Le había reñido más de una vez por hacerlo a estas alturas, que hacía un tanto de frío. Aún era Mayo. Noté cada uno de sus golpes, me dolía más a mí que a él, verle así. Seguía teniendo la culpabilidad en mi cabeza.
-¿Te ocurre algo? -me preguntó, y yo negué con la cabeza despejándome de esos pensamientos.
Cogí el móvil mientras él se metía en el baño. Marqué el número de mi madre, y enseguida respondió. Le conté los planes y estaba de acuerdo, en una media hora estaría allí. Cuando colgué en la pantalla aparecía un mensaje. Lo abrí.
'' ¿Estáis bien? '' Harry.
¿Harry? ¿Me había vuelto a mandar un mensaje? Hacía mucho que no hacía tal cosa. ¿Se preocupaba por mí?
'' Si. ''
Contesté sin nada más, y él no respondió. Supongo que tan solo quería asegurarse se estábamos bien nada más. Pero, ¿por qué?
-¿En serio no ocurre nada? -preguntó Louis saliendo de la ducha con tan solo una toalla tapándole de cintura a rodillas, con mechones goteando. Se acercó a mí por atrás y me dio un abrazo.
-Segura.
-¿Te deja tu madre que estudiemos allí?
-Por supuesto. -Sonreí, me giré para encontrarme con su cara. Le miré repasando todas sus facciones, como ya muchas veces hacía hecho. Le di un beso en la comisura, a lo que él respondió con una sonrisa.
Continuará...
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Desátame «h.s. and l.t.» Good Girl #2
Fanfiction''-Creí que te habías marchado. -¿Y dejarte sola? Eso nunca. ''