Iker es un chico de 17 años, atrevido, reservado en el amor y muy divertido, es imposible no pasarselo bien con él.
Clara es una una chica de 16 años, extrovertida, amiga de sus amigos y liberal, va a vivir momentos muy tensos y estresantes, le hará...
Cuando Clara llegó a Valencia, hacía una semana que había llegado María. Al principio no quiso contarle nada de lo que había pasado, pero Clara se dió cuenta que María estaba muy pillada de Marcos y que no pasaría nada si le contaba lo que pasó con Íker en Cullera durante la semana de fiestas.
María se molestó, pero se molestó solo por el hecho de que Clara no le hubiera contado antes lo de Íker, ella no estaba celosa ni nada por el estilo, ya que desde hacía mucho tiempo le gustaba Marcos.
Íker y Clara seguían hablando por whatsapp, los primeros cuatro meses fueron los mejores de todos, hablaban a todas horas, no se podían ir a dormir hasta que no supieran que el otro había tenido un buen día y que todo le había bien.
Pero fue pasando el tiempo, ya nada era lo mismo.
Un día Clara se fue de fiesta con sus amigas a Deseo, una discoteca de Valencia. Allí lo pasaron muy bien. Bebieron y fumaron hasta que ya no pudieron ni con su alma. Clara aún seguía pensando en Íker, quería olvidarse de él fuera como fuera y como iba tan mal y no le importaba nada en esos momentos cogió y se lió con dos esa misma noche.
Al día siguiente cuando se levantó decidió irse de compras al centro porque necesitaba despejarse y pensar en todo lo que había pasado la noche anterior. Se puso unos pantalones cortos de rosas y una camiseta rosa palo con escote en uve y unas sandalias rosas de plataforma.
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Estaba saliendo de la boca del metro cuando se choca con Emma, una chica alta, de tez clara y el pelo de color blanco como la nieve.
-Lo siento mucho, ¿estás bien?- le pregunta Clara.
-Si, estoy bien, no ha pasado nada. Y tú, ¿estás bien?
-Si, iba un poco despistada pensando en mis cosas. Por cierto, ¿hacia donde te dirigías cuando nos hemos chocado?
-Me dirigía al centro comercial.
-Yo también, necesitaba ir para despejarme y olvidarme un rato de algunas cosas.
-¿Cosas de chicos?
-Cosas de chicos.
-Bueno, vamos a olvidarnos de eso por ahora, y vámonos juntas a comprar, por cierto ¿cómo te llamas?
-Me llamo Clara, ¿y tú?
-Me llamo Emma, encantada.
-Venga, vente con migo a comprar, y así no vamos solas, y de paso tengo más razones para poder despejarme.
