– ¡Yuri se ira conmigo, no permitiré que un borracho demente como tu se lo lleve! – grito con rabia el mayor sosteniendo con fuerza la mano del pequeño niño rubio.
– ¡El es mi hijo y se quedara conmigo! – grito el hombre desesperado por alcanzar a su hijo que era llevado por su abuelo al aeropuerto.
Serguei Plisetsky era un hombre con un problema con el alcohol, que lo llevo a cometer un terrible crimen dejando a un niño sin madre el cual era su hijo.
Nadie sabia que el fue el causante de la muerte de su esposa, ya que supo ocultar cualquier prueba que lo delatara, su padre tenia la sospecha por lo que intento alejar a su nieto de su hijo, sin embargo tiempo después de que Nikolai se llevara a su nieto con él, fue demandado por su hijo consiguiendo al fin que se lo devolviese.
El niño había sido criado únicamente por su padre desde que tenia cuatro años de edad, creció con la creencia de que su madre lo había abandonado y su abuelo al que poco recordaba lo había olvidado, dejando a su padre como su única familia.
Serguei perdió el habito de ir a los bares y tomar alcohol hasta mas no poder por el bien de su hijo, esto le ayudó en su trabajo y mejoro su salud por largo tiempo pues ya habían pasado ocho años sin probar ni una sola gota de aquel vicio.
Tras el pasar de los años el niño que se convirtió de apoco en un adolescente fue adquiriendo el amargo carácter de su padre que poco se mantenía con el debido al trabajo.
Un día como cualquier otro se convirtió en el primero de muchos que dejaría una marca en la vida del adolescente, su padre había llegado tan ebrio hasta el punto de no poder reconocerlo, confundiéndolo con su madre a quien le gritaba y repetía que ni siquiera se le ocurriera dejarlo o pagaría gravemente las consecuencias, lo golpeó hasta verlo temblar en el suelo suplicándole que se detuviese.
El padre del rubio reacciono y logro recordar que quien estaba frente a el era su hijo, se disculpo con el adolescente hasta el cansancio prometiéndole jamas volver a mal tratarlo, promesa que al pasar un par de días, fue rota.
Yuri intentaba defenderse, cosa que lo empeoraba todo, detestaba su cuerpo al ser tan delgado y pequeño como el de una chica. La idea de escapar le cruzo por la cabeza infinidad de veces, quedando al lado al recordar que no tenia a donde ir y que era menor de edad. Desconocía el por que su padre había cambiado de tal manera, por que convirtió cada día de su vida en un infierno sin escape, dentro del rubio comenzó a crecer un gran rencor por su padre.
Los años pasaron lentamente para el joven de ahora dieciséis años de edad que había estado viviendo los pasados cuatro años en una pesadilla que parecía interminable.
Había aprendido a vivir de aquella manera soportando el maltrato por parte de aquel al que ya no quería llamarle padre. Usaba maquillaje en ocasiones para ocultar los golpes en su rostro y brazos pues cuando eran muy notorios su padre no le permitía ir a la escuela, calculaba la hora de llegada de Serguei para así poder ocultarse en su habitación, acto que en ocasiones funcionaba, la cocina y los quehaceres eran algo que el había aprendido a hacer para no molestar a su padre.
No toleraba si quiera verlo, no se creía capas de soportar ni un año mas de aquella manera esperando a ser mayor de edad para salir de la custodia de Serguei, sentía que algún día ese hombre podía incluso hasta llegar a matarlo.
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Salvado
FanfictionYuri plistesky es golpeado y maltratado por su padre quien tiene un problema con el alcohol. A vivido gran parte de su adolecencia en esa situación, cree no tener escape ni a nadie a quien acudir, hasta que como si de un cuento se tratase, un héroe...