5. Nueva rutina

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Despertar, ir a la escuela y regresar a encerrarse era como había estado viviendo desde hace cinco años.

No planeaba cambiar eso sino asta que se fuese de ese detestable departamento en un par de años.

Si no hubiese sido por Mila que insistía en que la acompañase a diversos lugares jamas habría salido de esa aburrida, pero segura, rutina.

Corría peligro de que su padre descubriese que ahora salia todas las tardes. Los maltratos por parte de ese hombre habían cesado físicamente, lo que al ruso le pareció muy extraño pero lo agradeció enormemente pues ya no tenia que maquillarse las marcas que le dejaba y ahora era libre de usar cualquier tipo de ropa.

El menor sacudió su cabeza tratando de alejar el sueño fuera de el, dormir únicamente cinco horas no le estaba haciendo bien.

El timbre sonó anunciando la salida por lo que al oírlo tomo su mochila y a paso rápido salio de la clase. Pensó quedarse en casa esa tarde ya que quería descansar, pero la pelirroja frustraría sus planes.

– ¡Yuri! – tomó el hombro del rubio justo cuando estaba por salir de la escuela – ¿que dices de volver a intoxicated hoy?

Durante el mes que habían estado saliendo habían estado haciéndolo a lugares como el centro comercial, la casa de la pelirroja, parques y demás, mayoritariamente hacían lo que la joven proponía, pero no habían vuelto a aquél lugar.

Lo pensó un momento, realmente quería descansar, pero era como si ese lugar lo llamase constante mente pues había querido volver desde hace tiempo.

– esta bien – acepto después de un rato.

– paso por ti a las seis y ya sabes que debes aparentar mas de los dieciséis – dicho esto la pelirroja se retiró dejando que su compañero se marchara.

Al llegar al departamento se tiro sobre el sofá para dormir hasta las cinco treinta, se levanto y se dio una ducha rápida, se sintió realmente avergonzado cuando tuvo que cambiarse pues al no encontrar que ponerse se había comparado con una chica.

Justo a las seis la pelirroja se encontraba tocando su puerta por primera vez ya que en el tiempo que llevaban saliendo siempre lo llamaba para que fuese él el que saliera.

– wow, no se parece nada a como lo imagine – hablo cuando entro al departamento sin siquiera saludar al rubio.

– y ¿que era lo que esperabas?

– un basurero, tal vez sin muchos muebles; pero debo admitir que se ve acogedor.

El ruso realmente cabreado por las palabras de su amiga chasqueo la lengua para que su enfado no fuese tan notable, aquel lugar era muchas cosas pero nada acogedor y eso le recordó por un breve momento el por que siempre se había encerrado ahí.

– sólo vámonos – hablo entre dientes.

Lo que menos quería Mila era molestarlo y al notarlo de esa manera optó por guardar silencio.

Se encaminaron hasta la salida en silencio, y en todo el trayecto asta el club fue algo incomodo ya que no estaban acostumbrados a mantenerse en silencio.

La tensión no se rompió sino asta que llegaron al callejón, la pelirroja lo miro ahora con mas detalle y lo alago por ello.

– bien echó.

– ¿ah? – se volteo a verla pues iba delante de ella.

– te vez bien, ¿esa es la ropa que compramos el otro día? – camino hasta llegar a su lado.

El rubio asintió para luego voltear el rostro rápidamente y así evitar que la joven viese el leve sonrojo en su rostro.

Al entrar al lugar la pelirroja lo tomo de la muñeca para arrastrarlo hasta la pista de baile, llevándolo entre todas las personas hasta el centro de esta.

– no venimos solo a sentarnos a beber ¿cierto? – hablo divertía tomando al rubio de las manos para obligarlo a moverse.

Yuri trato de zafarse del agarre de su amiga, rindiéndose al cabo de un par de minutos al darse cuenta que era una total perdida de tiempo, aun le sorprendía lo fuerte y persistente que podía llegar a ser la ojiazul.

Comenzó a seguirle el juego para que lo dejase ir, sin embargo al pasar poco tiempo empezó a hacerlo por gusto al punto de seguir moviéndose sin que Mila tuviese que sostenerlo.

Sus primeros movimientos fueron torpes, tímidos y lentos, un cambio de canción fue suficiente para que tomara confianza.

Comenzó a moverse como su cuerpo lo ordenaba, guiándose por la música, era agradable y divertido le había fascinado esa sensación.

Y por un momento; nada fue importante, olvido todos sus miedos, todas sus preocupaciones y su mente quedo completamente en blanco.

Incluso podía decir que aun con todos aquellas personas a su alrededor, con la musica reventándole los oídos y aunque posiblemente aya perdido a Mila nuevamente, pudo decir que se sintió en paz.

En la entrada del lugar un hombre de veinticuatro años y de cabello negro llegaba junto a su compañera de trabajo.

– vamos JJ hay que subir – hablo la ojiazul.

– ve adelante, te alcanzare luego – le sonrió para luego ver el reloj en su muñeca – Otabek esta por terminar, lo esperare.

La joven asintió para luego retirarse.

El canadiense comenzó a caminar al borde del lugar para llegar hasta el escenario donde su amigo se presentaba, de repente paro, algo llamó su atención; no mas bien alguien.

Sin saber por que camino hasta el centro de la pista, sin despegar la vista de la persona ahora frente a el.

– ¿Yuri? – tomo por el hombro al muchacho haciendo que el nombrado lo volteara a ver – creí que no te volvería a ver – sonrió al saber que no se había equivocado de persona como ya antes lo había hecho.

El ruso lo observó por un buen tiempo entrecerrando los ojos intentando recordar el nombre del joven frente a el.

– ¿Jin?

– ¡Jean!

– es cierto... Te recuerdo – río secando el sudor de su frente con el dorso de la mano.

– tienes muy mala memoria... Y modales – se inclino levemente para estar a la altura del rubio que lo veía sonriendo maliciosamente – aquella vez te fuiste sin siquiera despedirte.

Sus rostros estaban a centímetros de distancia.





N.A: gracias Wattpad por borrarme este cap 3 veces 7.7

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