Only 365 Days (YunJae Adaptación )

CAPÍTULO 20 ESPECIAL YOOSU

FLASH BACK

Una sonrisa traviesa se formó en sus labios, con mucho cuidado observó a aquel chico de mirada suave y cabello castaño, con cuidado se acomodó detrás del sillón, cubrió parte de su rostro con la cortina y continuó observándolo en un completo silencio, aquel chico se acomodó en una de las pequeñas bancas que el jardín proporcionaba, desde habitación lo observaba con un ligero rubor en sus mejillas, la sensación de alegría lo cubrió por completo y no puedo evitar sonrojarse, con pena y entusiasmo salió de la habitación hasta el jardín *Si no hago ruido no me verá* se dijo mentalmente mientras daba unos pasos. Junsu sintió una suave electricidad en su vientre, y su rostro se enrojeció aún más, observando al chico de linda mirada, sin darse cuenta que había caminado hasta un árbol, el cual quedaba a unos pocos metros del chico, su corazón comenzó a latir con más intensidad, sus manos empezaron a sudar.

Su mente se dejó llevar por las ilusiones, mentiría si dijera cuanto es el tiempo en el que estuvo de pie observándolo, solo.....solo se dejó llevar.

El sol comenzó a ocultarse, tiñendo el cielo de un precioso anaranjado. El frío poco a poco envolvió su cuerpo. Junsu estaba acostumbrado a aquello, observar al chico admirando el cielo hasta que el reloj dieran las 18:00 p.m. Junsu observó la hora en su reloj de muñeca, solo quedaba un minuto para las 18:00 p.m.

En esos segundos el chico comenzó a levantarse del suelo, Junsu sonrió e instantáneamente volvió a la mansión, y se volvió a encerrar en su habitación con una enorme sonrisa
La rutina se repitió unos meses más, otoño, invierno, primavera. Y en el último día de primavera él no apareció en la mansión. La noticia del viaje de estudio del chico lo entristeció demasiado, Junsu añoró su gentil mirada, su presencia, sus cortas palabras. Y ese fue su primer amor y primera decepción. Los años pasaron rápidamente, y Junsu cumplió 18 años, estaba feliz por fin ya era mayor de edad, en unos meses por fin podría viajar a Japón y estudiar allí, todo estaba listo, los pasaportes, la papeleos de su universidad, todo estaba listo. Viajaría por el mundo, y era lo que más anhelaba hacer.
Junsu se incorporó de su cama, estaba más relajado, hoy empezaba sus pequeñas vacaciones antes de empezar la universidad. El desayuno fue tranquilo, Yunho sonreía y hacia leves bromas, o al menos eso intentaba, y eso le causaba gracia... su hermano era muy malo para hacer bromas o algo con gracia, y ello era lo que le divertía.

— Buenos días — dijeron con una voz suave y cantarina, los dos hermanos levantaron la vista y se encontraron con una hermosa mujer, y con una radiante sonrisa... llena de felicidad y vida, la mujer caminó hacia y Yunho, y besó sus labios, el mayor de los Jung se limitó a corresponderle, Junsu sonrió por la escena.

— Buenos días Ahra —saludó el menor. La mujer de cabellera negra tomó asiento.

— ¿Cómo ha amanecido mi querido Junsu? — preguntó la mujer.

— Muy bien... hoy empieza mis vacaciones y estoy feliz de pronto poder viajar — espetó con mucho entusiasmo. Un suave gruñido salió del hermano mayor, Junsu sonrió.

— Mejor ya me voy, tengo que ir a hablar con Li — la mujer se levantó de la silla cogió su cartera, caminó hasta Yunho y besó su mejilla con una sonrisa muy agraciada, Yunho alivió su rostro — Junsu no le hagas caso a tu hermano, disfruta cada día, pero igual no olvides de que aunque Yunho sea gruñón él te ama — le dijo ella, Junsu asintió y le regaló una sonrisa a esa mujer. El menor de los Jung estaba feliz... por fin su hermano estaba abriéndose, aceptando el dulce amor de esa mujer. Su hermano estaba tratando de componerse de su pasado.

El resto del día Junsu se dedicó a dormir, hace mucho que no lo hacía, no después de los exámenes, las fiestas de egresados. Ahora tenía tiempo de descansar. Las horas pasaron muy lentamente, con algo de aburrimiento observó la hora. Y sin esperar Junsu caminó con normalidad hasta el living, luego se dirigió hacia la puerta de atrás, se acomodó en el suelo y desvió la mirada al anaranjado espectáculo del atardecer. Pasaron largos minutos hasta que por fin el sol se ocultó y la noche cayó por completo, Junsu se levantó del suelo y se giró listo para entrar a la mansión, pero un par de ojos lo detuvieron por completo.