CAPÍTULO 8

596 50 5
                                    

Sus ojos estaban inyectados por la ira, su respiración era ligera y escandalosa, JaeJoong no podía dejar de temblar, su cuerpo no se lo permitía, por más que tratara era completamente inútil, su corazón saltaba cada vez más con cada segundo, sus manos empezaron a transpirar por los nervios, Yunho caminó hacía JaeJoong sin apartar su potente mirada, el mayor depositó sus manos en los hombros del contrario , su mirada provocaba descargas eléctricas en el cuerpo de JaeJoong, adrenalina y miedo eran las sensaciones que Jung provocaba en él.
— ¿Qué estuviste haciendo durante toda la tarde? — preguntó suave pero con la mandíbula firme, JaeJoong sabía que aquel se enojado demasiado. Y su tono suave era alarmante.
– E-estuve con Ch-Changmin...– susurró entre balbuceo, Yunho sonrió de costado.
– Eso ya lo sé... pero me refiero a qué mierda estuviste haciendo con él en toda la tarde, cuando deberías haber estado AQUÍ en la mansión estudiando, ¿Acaso te es un juego todo esto?, ¿qué puedes pasearte por ahí con cualquier hombre mientras yo trabajo?, ¿qué nadie te está vigilando?, en solo unas horas destruiste toda mi reputación... pase de ser un frívolo a ser un cornudo.— su voz retumbó en toda la habitación, JaeJoong retrocedió unos pasos completamente asustado, la mirada de Yunho daba miedo, y el era el culpable, ¿O no?.– Ahora dirán que mi "esposo" es un interesado, que todo está matrimonio es un engaño... te has pasado con esto – gruñó con más enojo.
Pero el miedo no dominaría a JaeJoong, el menor apretó sus puños con enojo, se sentía completamente humillado por el castaño, JaeJoong no iba a dejar que Yunho lo insultara porque después de toda la situación era un malentendido, ni él ni Changmin tenía la culpa de la situación, ni de las malditas cámaras.
– Esto no hubiese pasado si tú no hubieses sido tan malditamente cruel conmigo.– soltó JaeJoong con coraje, su mente solo recordaba la pelea en la mañana, por esa maldita pelea JaeJoong había aceptado salir con Changmin porque necesitaba relajarse, de las clases, de la maldita rutina, de los profesores, de Yunho, el mayor lo observó incrédulo y absorto, no podía creer, aquel lo estaba enfrentando, no era la primera vez que JaeJoong lo cuestionaba, pero sí, era la primera vez que se sentía culpable, JaeJoong tenía razón, él no se había comportado como una persona amigable, por más que se esfuerce en hacerlo no podía ser más tolerable, pero JaeJoong se merecía respeto y él lo sabía, pero su personalidad siempre era un obstáculo, Yunho trataba de ser amigable, como los viejos tiempos.
– ¿Cruel? – repitió Yunho en un débil susurro, JaeJoong asintió, Yunho suspiró nuevamente. – Perdón por ser cruel– susurró muy bajo, que solo JaeJoong escuchó pero a pesar de ello, aún se sentía insatisfecho y aún más en la manera en que se disculpó, JaeJoong juraría que lo dijo con sarcasmos.
Una batalla interna se desataba en el interior de Jung, tenía la necesidad de disculparse, pero esas palabras nunca saldrían con sinceridad o si lo hacía no sonaría arrepentido.
— Trataré de remediar mis actos — dijo JaeJoong con decepción, en verdad Yunho era todo lo que las personas decían, un ser sin escrúpulos, sin sentimientos.
JaeJoong se giró y se marchó a su habitación dejando completamente estático a Yunho.
No sabía por qué pero las lágrimas no perdonaron al menor él cual caminaba con dificultad, sus ojos llenos de lágrimas obstaculizaban sus pasos, ¿Por qué tenía que ser tan idiota?, JaeJoong caminó por los amplios pasillos de la fría mansión Jung, sin darse cuenta se perdió por los amplios pasillos, otra vez, JaeJoong paró su caminata, secó sus lágrimas con el dorso de su chaqueta, observó el lugar, parpadeo varios segundos, el lugar se veía más oscuro y desolado de lo que la mansión ya se veía, observó, otra vez, estaba aquella enorme puerta.
La curiosidad dio el primer paso, y JaeJoong el segundo, no le llevó más de varios segundos ingresar a la habitación, su cuerpo vibró por lo frío que era, el olor a viejo inundó sus fosas nasales, sus ojos no demoraron en acostumbrarse a la poca luz, de repente su mirada captaron aquel enorme cuadro cubierto por una tela blanca, sin duda caminó hasta aquel inmenso cuadro, sus manos tomaron un pedazo de la manta blanca, la sensación de suavidad cubrió su mano, la tela era de seda,empezó a descubrir un poco aquel cuadro, sus ojos se congelaron en la escalofriante imagen, cerró sus ojos asustado, ¿Cómo podía existir este tipo de pinturas?, ¿Quién lo hizo? , JaeJoong abrió sus ojos y se encontró nuevamente con la imagen, cinco eran las personas que estaban en el retrato, tres de ellas no tenían rostro, estaban todas destruidas, pero habían dos niño que se podía ver sin ningún rasguño, uno era un niño de 8 años y el otro de apenas uno 3 años, el mayor de los hermanos tenía una sonrisa bien detallada en sus finos labios , la felicidad estaba captada a la perfección en su pequeño rostro , su mano estaba entrelazada con la de lo que pareciera una niña, en su hombro derecho descansaba la mano de una mujer mientras que con la otra abrazaba al pequeño niño de 3 años, y al lado de la mujer había un hombre alto que mantenía su brazo alrededor de la cintura de la mujer, pero sus rostros estaban todos destrozados, como si fuesen que alguien los arranco.
Unos gritos sacaron a JaeJoong del transe, rápidamente volvió a cubrir la pintura con la tela con el susto en su rostro, corrió hasta la puerta y la abrió un poco, pudo escuchar como los gritos se hacía más fuertes, JaeJoong inmediatamente reconoció aquellas voces y apresuró su pasó hasta que llegó a la habitación donde provenían los gritos.
– ¡¡¡DEJA DE DECIRME QUÉ HACER!!! – exigió retumbando su voz en la sala.
– ¡QUIERAS O NO SOY TÚ MALDITO PADRE! – recordó Shim con severidad.
– ¡TU NO ERES MI PADRE!...– gritó Changmin con ferocidad, su rostro estaba llenó de furia, Shim tenía su rostro irreconocible, no reflejaba aquel profesionalismo ni tranquilidad con la que se había acostumbrado en este tiempo, sino todo lo contrario, su mirada reflejaba odio.
– ¿Qué dijiste? – preguntó apretando la mandíbula, Changmin dio un paso hacía Shim, enfrentándolo, mostrando que no tenía miedo.
– ¡Hubiese deseado que murieras tú! – sentenció con ira cargada en cada una de sus palabras, Shim agudizó su mirada a su hijo y sin pensarlo lo abofeteo con fuerza, el impacto estalló en la enorme habitación haciendo ecos, JaeJoong abrió sus ojos a más no poder por la sorpresa, Changmin cayó al suelo instantáneamente, su mirada rápidamente se clavó en el suelo, y su mejilla  se tiñó de color rojo, JaeJoong cubrió su boca con su mano para acallar un grito al ver cómo la mejilla de Changmin se tornaba de roja a morada.
– E-eres un malagradecido... – espetó Shim con dificultad. – ¿Q-qué hubiese dicho tú m-madre de todo tú comportamiento? – cuestionó con su voz ronca y con una mirada adolorida, Changmin se incorporó del suelo, restándole importancia a su dolor, y miró nuevamente a Shim con decepción y tristeza cargada.
– Hubiese estado feliz por mí... y o-orgullosa – respondió congojado, Shim solo endureció su rostro por las palabras de su hijo.
Changmin retó a su padre con la mirada, convencido con su respuesta, pero ninguno se inmutó, permanecieron varios segundos así.
– ¿Crees qué a tu madre le hubiese gustado saber que su hijo se enamoró de un maldito drogado?, qué no sabe ni lo que quiere...– preguntó con un tono suave, pero aun así cargado de enfado y asco.
Changmin apretó sus puños reteniendo las enormes ganas de hacerle tragar sus palabras
– No lo conoces... no sabes cómo es él, si al menos lo conocieras...–
– Seguiría afirmando lo mismo. – dijo interrumpiendo a Changmin. – Ese es un arrastrado que solo quiere nuestro dinero, ¿Por qué alguien tan insignificante quiere estar contigo?, Changmin eres heredero de una gran parte de las acciones Jung, ¿Acaso no te das cuenta? – Shim se acercó a Changmin, su rostro se relajó, estaba tratando de entrar en razón a su hijo, Changmin desvió la mirada, una sonrisa torcida se formó en sus labios.
– No todos son así, él es diferente... él me ama y yo a él... ¡Joder!, acepté este empleo solo para complacerte... pero no puedo más. – susurró entre sollozo, JaeJoong se sintió horrible, Changmin estaba cuidándolo todo por obligación, por su culpa Changmin y Shim estaban peleando, ¿Changmin estaba fingiendo ser su amigo?, esa pregunta destrozó el corazón de JaeJoong.
¡No puede ser!
Changmin lo trataba como un hermano menor, siempre lo cuidaba, a pesar de que su trabajo era ese, había algunas cosas en las que se limitaban sus obligaciones, pero Changmin siempre hacía algo más, ya sea escuchándolo o ayudarlo con sus obligaciones, JaeJoong estaba agradecido, Changmin lo había llevado a ver a su pequeña hermana por más horas de lo acordado.
Changmin no podía estar fingiendo.
– Aún que él ya no esté conmigo siempre lo voy a amar... ¡Y NUNCA ME CASARÉ CON Kim!, que te quede claro, arruinaste mi vida el día en apartaste de él... pero no voy a permitir que lo sigas haciendo, no voy a casarme con esa mujer. – finalizó con su voz severa y firme, Shim retrocedió un paso.
– Changmin... No puedes volver con aquel... Si lo quieres en verdad, será mejor que lo apartes de ti y tú vida, si no quieres que sufra algo peor déjalo, no te voy a obligar a que lo olvides, pero... debes casarte con ella, su padre ha estado presionando en que ya se formalice el matrimonio... con lo que ha sucedido hoy... solo han complicado las cosas, debes hacerlo y no hay un “no” como respuestas, JaeJoong y Yunho están en una situación crítica.– concluyó, Shim dedicó una mirada de persuasión a su hijo, pero solo duró unos pequeños segundos luego se fue de la habitación dejándolo solo.
Changmin permaneció parado en medio de la amplia habitación con la mirada perdida en sus pensamientos.
JaeJoong dio un paso dudoso pero se detuvo al sentir una pequeña presión en su brazo, giró su cabeza para ver aquello que obstruían su camino.
– No te metas. – ordenó Yunho, JaeJoong negó, claro que se iba a meter, por su culpa, por su debilidad Changmin estaba sufriendo.
– Es mi culpa. – justificó, su mirada se desvío nuevamente a Changmin, aquél aún permanecía en la sala en sus pensamientos.
– No lo es, deja que ellos resuelvan sus problemas, tú solo concéntrate en los que ya has causado. – Yunho liberó a JaeJoong, el menor  apretó su mandíbula, mordiéndose la lengua, *¡Si será un idiota!, ¿Solo mí culpa?, acaso no dijo que lo sentia *, JaeJoong se apartó unos pasos de Yunho y su mirada ofendida y molesta se clavaron en el contrario.
– Me retiraré – informó, ganas de insultarle no le faltaban, pero JaeJoong no quería armar otra situación crítica.
*¿Desde cuándo me enfadado con facilidad?
¡Cierto!, desde que conocí a Jung Yunho. *
JaeJoong observó por última vez a Yunho y continuó con su camino pero nuevamente fue detenido.
– Hablemos. – pidió Jung con un tono suave y una mirada casi suplicante, JaeJoong se congeló al verlo por primera vez así.
– ¿De qué quieres hablar?. – cuestionó inseguro, Yunho suspiró.
– Vamos a mi despacho. – respondió demandante.
Otra vez la misma sensación de frío y vacío traspasó el cuerpo de JaeJoong, esa habitación le causaba escalofríos,
¿Cómo alguien podía vivir en aquellas condiciones?, no por la higiene del lugar, sino por la enorme ausencia de vida en ella, no sólo en esa habitación sino en toda la Mansión Jung, según dicen, el lugar donde una persona vive es como refleja su vida personal y su personalidad en sí, la Mansión era hermosa, de ello no cabía duda sus lujos y sofisticación dejaba a cualquiera con la boca abierta, pero era demasiado perfecta como para ser hermosa completamente, daba la sensación de que nadie la habitaba, obviamente JaeJoong era el único que podía sentir esa vibra, muy pocos que tuvieron la oportunidad de ingresar a la Mansión Jung se había quedado sin palabra por lo perfecta que era, pero JaeJoong no, la tristeza se marcaba en cada una de las paredes, él más que nadie podía identificar esa sensación, ya que luego de la pérdida de su madre había experimentado la sensación de la ausencia de la calidez en un hogar, aunque con HyunA llenaba ese vacío, pero cuando ella pasaba días en el hospital, ese vacío era su única compañía.
– ¿Agua? – ofreció Jung, JaeJoong negó lentamente, Yunho se sirvió un poco de agua y caminó hasta su sillón de cuero, se sentó en él, colocó el vaso en el escritorio, JaeJoong examinaba con cuidado cada pequeño paso.
– JaeJoong mañana vendrá mi hermano, quiere conocerte mejor. – soltó, el menor frunció los labios, no tenía nada contra el hermano de Yunho, pero en su primer y último encuentro le había dejado muy claro que no el sentimiento no era mutuo. – y él se quedará unos días…– susurró, JaeJoong arqueo una ceja.
– ¿Es solo eso? – cuestionó , Jung negó.
– Tendrás que dormir conmigo a partir de mañana, te mudaras conmigo por un tiempo. – dijo por fin, JaeJoong negó rápidamente. – No puedes decir que no, sabes muy bien que si mi hermano no cree en mi matrimonio todo habrá sido en vano. – JaeJoong bufó desesperado, ¿Compartir el mismo espacio con Jung?, suficiente era con imaginar estar todo el día con él comportándose como una pareja muy felizmente enamorada, como para tener que soportarlo también su hora de descanso.
– Esta bien. – aceptó derrotado, Yunho sonrió, JaeJoong se paralizó al verlo sonreír.
*Su sonrisa...*

Only 365 Days (YunJae Adaptación  ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora