CAPÍTULO 22

627 54 21
                                    

— ¿Qué? — preguntó un atónito JaeJoong que observaba la sinceridad reflejada en sus ojos.

— Lo que escuchaste Jae— contestó con brevedad, el nombrado negó y caminó hasta Jung.

— No Yunho… ¿Por qué? ¿Por qué ahora? — cuestionó con más seriedad, el mencionado solo lo observó mientras un brillo adornó sus ojos.

— Porque…—

— ¿Oppa puedes ayudarme con esto? — en la puerta estaba HyunA intentando ponerse una campera, Yunho asintió y caminó hasta la pequeña niña.

— Me iré a cambiar… los veo en la entrada — dijo JaeJoong rendido. Yunho no iba a contestar, pero si lo haría más tarde.

El invierno poco a poco iba siendo reemplazado por suaves vientos y un sol más cálido, el día estaba espectacular, el frío clima iba siendo desplazando por suaves y calientes soplos de la primavera ¿Pero eso qué importaba? ¡Claro que no ahora! Su mente era un completo lío, JaeJoong no sabía si escuchar a su mente o corazón.

Ambas tenían razón pero... la situación lo absorbió por completo, tan solo unas palabras acabaron con toda su serenidad, el poco equilibrio que su mente tenía se fue por el caño, no solo se sentía vivo, sino confundido, ansioso y paranoico por las cosas... ¿Era un sueño? No sabría responderlo con seguridad, pero en caso de que todo fuera un sueño... era el mejor, un hermoso sueño. Jae observó nuevamente a aquella sonrisa, y el martilleo en su corazón lo sonrojó por completo ¿Con solo una sonrisa podía temblar su mundo? Si le hubiesen hecho esa pregunta meses atrás, juraría que se hubiese reído mucho y afirmado que aquella pregunta habría sido una muy buena broma, pero ahora... él solo podría responder que sí, una sola persona podía descolocar su mundo con un simple gesto, o con una breve frase y ese alguien era nada más ni menos que Jung Yunho, su esposo, su contrato.

— ¿No quieres jugar? — preguntó Yunho con un semblante tranquilo, JaeJoong observó el aparato y negó.

— No sé jugar con pistolas agua — confesó, Yunho asintió, tomó las manos de JaeJoong y lo guió hacia el juego, colocándolo adelante de él, deslizó sus manos hacia las del contrario, sujetó la pistola de juguete y la puso entre las manos del menor, Jae comenzó a tensarse al sentir la respiración de Yunho contra su cuello.

— Es muy fácil hacerlo, sólo debes apuntar al objetivo y luego disparas — bisbiseó Yunho, Jae bufó reprimiendo los hormigueos que su piel sentía cuando la respiración del mayor chocaba en él.

— Ese sin duda fue una ayuda — contradijo JaeJoong, una risita fue lo que recibió el menor.

— Entonces hazlo — retó Jung, Jae rodó los ojos mientras Yunho se alejó dándole su espacio, Jae suspiró y apuntó a las latas, utilizó su brazo izquierdo como soporte, cerró su ojo izquierdo y apuntó, esperó unos segundos, y jaló el gatillo, un chorro de agua salió con gran potencia. Una carcajada fue lo que se escuchó luego del disparo. JaeJoong frunció los labios disgustado y vencido.

— Lo hiciste bien — felicitó Jung con burla, Jae bufó molesto, dejó el arma de juguete.

— Dije que no sabía hacerlo — se defendió, Yunho negó con una sonrisa.

— Acéptalo... reconoce que perdiste —
— Claro que no... Hace mucho que no juego a estas cosas... Estoy algo oxidado — le aseguró JaeJoong, Yunho enarcó una ceja con gracia.

— Muy bien, entonces juguemos, el que derribe más latas en dos tiros gana ¿Qué dices? — propuso Yunho con suma seguridad, el menor descansó sus manos alrededor de su cadera de modo desafiante.

— Bien — aceptó, Yunho asintió pero antes de agarrar el arma miró a JaeJoong.

— El que gana podrá pedir un favor al perdedor y el perdedor tendrá que obedecer sin rechistar — agregó, JaeJoong lo pensó unos escasos segundos pero terminó aceptando.

Only 365 Days (YunJae Adaptación  ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora