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Estamos en el museo de Louvre a las ocho y unos cuantos minutos de la noche. Harry me apunta con su cámara mientras yo observo los alrededores, la gran pirámide de cristal con luces amarillas adentro y el antiguo palacio real de Louvre.

-Falta algo-dice Harry, volteo a verlo mientras da vueltas viendo a su alrededor-ahora vuelvo.-no me da tiempo de contestar cuando empieza a correr hacia algún lugar. Me encojo de hombros y vuelvo a voltear, tomo mi propia cámara y le tomó fotos a todo lo que mis ojos alcanzan a ver.
Es increíble la estructura del museo, es arte, todo en París es arte. También es la ciudad donde más parejas he visto, por todos lados me encuentro enamorados, por algo le dicen la ciudad del amor.

-Listo, ten-me sobresalto cuando Harry aparece, me volteo y trae unas rosas en las manos, involuntariamente mi boca se abre.

-¿Son para mi?-las tomo y las observo, su olor es inigualable.

-Para quien más si no-vuelve a sostener su cámara y me apunta con ella mientras sigue tomando fotos, lo volteo a ver con los ojos entrecerrados y una sonrisa queriéndose asomar.-¿Qué?-dice

-No estarás tratando de conquistarme, ¿verdad?-descubre su rostro de la cámara.

-¿Está funcionando?-sonrío y me encojo de hombros.

-Puede que tal vez-camino más allá con mis rosas y me muerdo el labio al verlas, por supuesto que hacía falta unas rosas.

~~~

-Me la imaginaba más...-me detengo a observarla de cerca pensando en la palabra indicada-grande-suelto al fin.

-Eso es lo que todos dicen.-contesta Harry, llegar hasta el cristal que llega casi al techo fue algo casi imposible con toda la masa de personas que se quieren acercar a tomarle foto a un mini cuadro de la Mona Lisa, eso podría ser del tamaño de mi cara, sin bromear. Después de recorrer el museo y tomar fotos a varios cuadros y estatuas que me gustaron salimos cuando ya casi lo cerraban.

Caminamos por el centro de París y nos detuvimos en una mini tienda, yo me compre un chocolate caliente ya que empezaba a hacer frío, salí en lo que esperaba a mi acompañante y tomaba de a sorbitos mi bebida. Harry salió con un cigarrillo entre los labios mientras lo encendía y daba una calada. Eso fue muy... oh vamos Arielle, calma tus hormonas.
Seguimos paseando por las calles, como a las diez de la noche Harry pidió un taxi que nos llevó a donde él había estacionado su coche. Una vez en él nos dirigimos a algún restaurante, en el camino agarre la cámara de Harry y me quedé viendo las fotos que había tomado hoy antes de entrar al museo y unas donde estábamos adentro. Debo admitir que es muy buen fotógrafo, o solo tal vez yo soy muy buena modelo.
Volteo a verlo, lleva una mano al volante y con la otra se pellizca el labio inferior, con mi cámara prendida le tomo una foto y voltea a verme un microsegundo antes de sonreír y mostrar su lindo hoyuelo.

-Ahora yo soy el modelo, interesante-sonrío y vuelvo a tomarle una foto. Harry es una persona muy guapa, debo agradecerle a sus padres por crear esta otra obra de arte.

-¿Tienes hermanos?-pregunto

-Tengo dos hermanos mayores, uno se llama Henson y una hermana que se llama Hayley.-dice

-Todos empiezan con hache.-asiente. Nos detenemos en un alto y aprovecha para sacar otro cigarrillo, baja las ventanas y lo empieza a fumar. Como algo tan dañino como el cigarro puede verse tan atractivo viniendo de alguien como Harry. Alcé mi cámara y le saque otras fotos, él solo sonrió pero no volteo nunca. -Cuando me hablaste la primera vez pensé que serías una persona muy desagradable.-suelto

-¿Desagradable en que sentido?-pregunta

-Pensé que serías de ese tipo de hombre que obliga a todos a hacer lo que él quiera y me desagrada que seas tan misterioso porque eso me llama mucho la atención.-suelta una carcajada.

-¿Misterioso? Sirenita ahora sí me hiciste reír.-suelta el cigarrillo por la ventana y vuelve subirlas para encender la calefacción.

-¿Qué pensaste de mi?-juego con mis dedos mientras le pregunto. Tal vez pueda decir que no me importa la opinión que tienen los demás de mí, pero al menos dos de cuatro opiniones que te digan te importan, esta era una de ellas.
Hace un sonido con la boca como diciendo solo "mm", pensando su respuesta. Voltea a verme y sonríe.

-Pensé que eras la modelo perfecta para mis fotos-sonrío de lado mientras lo observo con la cabeza ladeada-y que eres hermosa.-termina, sonrío en grande mientras niego con la cabeza. Él sonrió también y me toma de la mano. ¿Qué hice para merecer esto? Nunca he tenido una persona por la cual pensar todo el día como se lee en los libros, o que incluso yo escribo pero esto se siente muy, demasiado bien.

Maneja en silencio hasta algún restaurante que seguramente él conoce. Nos atienden enseguida y pedimos lo que cenaremos, platicamos la mayoría de la velada, comemos y nos retiramos. Una vez abajo de los departamentos, en el auto, me quedo sentada no sabiendo como despedirme.

-Saldré del país por un mes-suelta, volteo a verlo con mi ceja enarcada.-Cosas del trabajo-termina. Suspiro y asiento, muy perfecto para ser real.

-Entonces, nos vemos Harry-le enseñó una sonrisa un poco falsa y me animo a abrir la puerta, cuando estoy a punto de salir siento un jalón en mi brazo izquierdo y cuando volteo no alcanzo a entender lo que pasa hasta que siento su respiración en mis labios.

-¿Así te despides de mi sirenita?-mi vista pasa de sus labios a sus ojos repetidas veces.-Bien, entonces yo me despediré de ti.-cierro mis ojos y espero por ese toque, siento como besa mi mejilla y se queda ahí unos segundos y se despega por completo de mi.-Voy a regresar en un mes, y entonces sabrás cómo se siente un beso de verdad sirenita.-me sonríe, y no es una sonrisa irónica, ni presumida, si no muy tierna. Salgo del auto mordiéndome el labio inferior y lo despido con la mano, una vez se ha ido suspiro y una sonrisa del tamaño de la Luna aparece en mi cara.
Esperemos un mes entonces, todavía me queda tiempo.

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⏰ Última actualización: Sep 02, 2017 ⏰

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