Capitulo 1

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Cuando yo era niña, recuerdo que soñaba con ser como las princesas de los cuentos de hadas, soñaba con encontrar un príncipe azul que me llevaría en su caballo blanco a su castillo y que seriamos muy felices. Tenía cinco años y mis padres estaban juntos, recuerdo que me gustaba pasear con ellos por las calles y sentarnos en la plaza a comer helado o cualquier otra cosa que se nos ocurriera. Mi padre amaba a mi madre, y yo siempre quise a alguien que me quisiera de esa forma.

Luego ocurrió el accidente, y todo mi mundo se transformó, pase de tener unos padres que se amaban, a tener solo una madre deprimida y un montón de preguntas que nadie parecía capaz de responder.

Ahora tengo 29 años, y en todo el tiempo que ha pasado he aprendido muchas cosas, ahora sé que ningún príncipe vendrá a rescatarme, que salir adelante depende solo de mí. Mi madre me enseño que depender de otra persona es malo, malo porque cuando esa persona ya no está, te encuentras tan perdido que no sabes que hacer y hasta las cosas más sencillas parecen imposibles.

Cuando yo tenía seis años mi papá trabajaba en un bufete de abogados, no eran muy renombrados, pero eran buenos, recibían casos suficientes como para no estar jamás sin trabajo, vivíamos en una modesta casa en un barrio tranquilo de Madrid, mi madre se dedicaba por completo al hogar y se encargaba de mí, ella era abogada también, pero lo dejo cuando yo nací, así que era una ama de casa por completo.

iba a la escuela de la zona, no tenía muchos amigos, pues cuando no estaba en la escuela pasaba el tiempo con mis padres, nunca me importo no tener muchos amigos, pues yo preferia pasar el tiempo con mi familia. Una de las pocas veces que fui a casa de algún compañero, mi tía Mónica me fue a buscar, tenía la cara pálida y se comportaba de un modo extraño.

Ese día no fui a mi casa, mi tía Mónica me llevo a la suya y ahí me quede un par de días, admito que al inicio me parecio extraño, pues mi tia me dejaba ver television y esos dias no me llevo a la escuela, pero no hice preguntas y me dedique a disfrutar de mis pequeñas vacaciones, no me imaginaba lo que me esperaba. Hasta que mi madre me fue a buscar nunca se me ocurrio preguntar donde estaba ni ella ni mi papá, pues estaba con la tia Mónica.

Mi madre me llevo a comer a un nuevo restaurante y cuando le pregunte por papa me dijo que el ya no estaba con nosotras porque se había ido al cielo, en ese momento yo ya sabía lo que quería decir, solo que no lograba asimilarlo del todo, no podía creerlo, y mi madre no me dio explicaciones o un por qué asi que me costaba mucho trabajo creerlo, tal vez era una muy pesada broma, creo que estuve en negación cerca de cuatro años.

No sé en qué momento pase a aceptar que no lo vería más, ahora con casi treinta años y una carrera a punto de concluir me pregunto, en que momento lo deje atrás. Aun lo extraño, pero ya casi no lo recuerdo, y en cierta forma ha pasado a segundo plano en mi vida.

Mi madre tardo menos que yo en superarlo, o al menos eso creo. Tres años después del accidente ella se volvió a casar, su nuevo marido es empresario, bastante rico, con él tiene dos hijos, yo dejé la casa en cuanto lo supe y a ella no pareció importarle, al menos esa impresión me dio. Así que me mude a casa de la tía Mónica, ella no tiene hijos y su marido y ella estuvieron encantados de tenerme con ellos, han sido mis padres desde entonces.

Me mudé con mis tíos a Paris poco después de la boda de mi madre y después de eso solo la vi un verano, ella estaba embarazada y no pasaba mucho tiempo conmigo, así que decidí no volver, desde entonces no la he visto. Al inicio llamaba seguido, unas dos o tres veces por semana, luego fue una, y luego una, pero al mes hasta que un día dejo de hacerlo.

Ahora estoy por terminar la carrera de medicina, estoy en mis últimos días en el servicio, ha sido un largo camino y no ha sido fácil, pero por fin puedo decir que logre lo que quería, al menos en parte, aún hay una parte de mí que se encuentra vacía y no sé cómo hacer para deshacerme de esa sensación de estar incompleta.

Mi mejor amiga cree que una pareja es la solución, por la cosa de las medias naranjas, pero yo no estoy tan segura sobre eso, pero para Alizee todos los problemas en la vida los resuelve el amor. Yo por el contrario creo que el amor es la causa de muchos problemas, cosa que prefiero evitar.

Recuerdos de ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora