Recuerdos de Paris

Capítulo 2

– Emily, date prisa que ya es tarde

– ya voy tía

– Más vale que sea cierto esta vez, llevas diciendo eso desde hace media hora

– estoy casi bajando

Hoy es el gran día, hoy comienza el trabajo de verdad en el hospital, y no es que todo lo que hice antes no fuera trabajo de verdad, porque lo era, pero entonces no recibía un sueldo por hacerlo, y ahora si lo hare.

Mi promedio no era excelente pero basto para ganarme un buen lugar en el hospital Saint-Louis en parís, y hoy es mi primer día, la semana pasada me la pase arreglando papeles y luego tuve una visita guiada a lo que sería mi nuevo trabajo, para no llegar en blanco el primer día me dijeron, estaría trabajando en el mismo lugar que Alizee, solo que, en diferente área, ya que ella es pediatra yo soy cardióloga.

Gracias a mi tía llegue a tiempo al hospital, mi turno comienza a las siete de la mañana y termina a las cinco, si no hay alguna cosa que me entretenga más de la cuenta, claro. Ahorita hay poco personal pues este año hubo muchos jubilados, y mientras se completan los horarios son un lio, tocan horas extra y todos rolamos por urgencias dos veces al mes.

Como primer día no tengo muchas cosas pendientes aún, mi superior es un médico de unos cincuenta y tantos años, lleva en este hospital desde hace por lo menos veinte años, así que se conoce todo, somos los únicos cardiólogos y tenemos una agenda bastante apretada de pacientes, uno tras otro durante todo el día. Con una hora a medio día para salir a comer algo, aunque me dice que a veces no hay tiempo ni de eso. Se nota que le gusta su trabajo y eso me agrada.

El hospital no es muy grande, sobre todo si lo comparamos con los hospitales centrales, pero es bastante bueno, tiene jardines que se ven desde las habitaciones de los pacientes, y donde los familiares pueden pasear, la fachada es de piedra gris con algunas manchas marrones por aquí y por allá, puertas de cristal, estacionamiento en la parte trasera y a un costado la entrada para las ambulancias, al frente se encuentra una pequeña fuente, son unas manos unidas por las muñecas y abiertas hacia arriba y sosteniendo una esfera, no le veo mucho sentido pero se ve bien, tenemos una pequeña cafeteria en la planta baja, para que los familiares de los pacientes internados y algunos doctores y enfermeras puedan comer algo entre turnos.

Por dentro todo está pintado en un tono azul intenso en la parte baja y azul claro en la parte superior, con el techo blanco, con el piso gris claro con patrones azules, las habitaciones son todas iguales, excepto las del ala de pediatría, que están llenas de dibujos animados y demás cosas que a los niños les gustan, el piso también es de colores, forma patrones todos distintos y es el unico lugar del hospital donde permiten adornos.

Es casi la hora de salida, estoy en el piso cuatro, con una paciente que está aquí para una operación mañana, fue ingresada hace unas horas y el doctor Ezkarra la está valorando, conmigo en calidad de asistente.

Mañana él se encarga de operar y yo tengo a los pacientes todo el día, será un largo día mañana.

Estamos ya casi por terminar cuando Alizee asoma la cabeza por la puerta.

– Chicos, los he estado buscando por todo el piso

– Es que no estábamos en el piso Alizee, tienes que mirar un poco más arriba.

Se limitó a mostrarme el dedo medio mientras se iba, el doctor Ezkarra solo meneo la cabeza y esa fue la única señal de que se percató de la presencia de mi amiga, e despidio con un gesto y se fue caminando por el pasillo, asi que me fui a prepararme para marcharme.

Unos minutos más tarde me dirigía hacia la salida del hospital, Alizee me estaba esperando en el estacionamiento tal y como había pensado.

– bueno, ¿qué tal el primer día?

– nada mal para ser el primero, aunque bastante ocupado

– bienvenida a la vida real encanto

– lo haces sonar como si fuera la peor tortura del mundo

– lo es, pero somos masoquistas, nos encanta sufrir, ¿por qué si no estamos metidas en esto?

– ¿la cosa de salvar vidas?

– claro que no, eso es un añadido, lo que importa es la tortura

– ¿Alizee?

– ¿qué?

– estás loca

– también tú, al menos lo suficiente para ser amiga mía

– buen punto

– vamos chica española, vallamos a Carette, necesito cafeína en mi sistema, ahora y el café de aquí apesta

– pero tú pagas

– claro que no, yo pagué la última vez

Se subió a mi auto y salimos del estacionamiento, ella tenía carro propio pero estaba en el taller, así que mientras estaba viniendo conmigo.

Conocí a Alizee en mi tercer año de la carrera, ella estaba en la oficina de la trabajadora social para recoger unas cosas que había olvidado en el aula y yo estaba por la misma razón, había olvidado mi carpeta con el trabajo final. Así que cuando la secretaria nos dio las cosas cambiadas, al día siguiente estuvimos buscándonos todo el día, hasta que al final nos topamos de camino al estacionamiento, platicamos un poco y descubrimos que nos llevábamos bien, a pesar de que ella es dos años mayor que yo, lo hacemos funcionar. Ella se graduó con honores y después se fue a hacer la especialidad a una universidad en Alemania, regreso hace un año y se acomodó en el hospital en el que yo había puesto mis esperanzas, así que fue genial para ambas, ella sale desde hace un par de meses con un médico internista, Alizee es alta, cabello castaño claro y ojos enormes color chocolate, un color realmente lindo, yo soy más baja, cabello castaño y ojos color avellana, nada especial, ella era la popular, la que tenía siempre la atención de los chicos, yo por lo general solía pasar desapercibida, era conocida como la amiga española de Alizee, todos dicen que fuí su obra de caridad.

Por la noche que llegue a la casa mi tía estaba en la sala, estaba viendo alguno de esos programas aburridos.

– ya estoy en casa

– Tu madre llamo

– ella realmente se acuerda de que existo, o solo llamo para saludarte a ti

– ella quiere saber cuándo iras a verla, dice que le gustaría mucho

– no lo suficiente como para venir ella, sin embargo

– dice que no puede justo ahora, ellos van a organizar algún evento, de esos donde van un montón de gente rica y donan dinero a los pobres, algo como eso los hace sentirse más humanitarios y caritativos

– lo único que hacen es verse ridículos, supongo que es mas importante eso, asi que no me va aextrañar mas por no llamarla

Eso lo hacen todo el tiempo, al parecer tu hermano va a irse de intercambio de la universidad, no me dijo a donde, aun asi deberias llamarla, hace mucho que no habas con ella y despues de todo, ella es tu madre

– medio hermano – la corregí – y de todos modos no debería haber terminado ya, en cuanto a lo otro, no importa, ambas sabemos que no le importa realmente si le llamo hoy o en una semana.

– pues al parecer aun no lo hace, y creo que deberias llamar, aunque sea solo para saludar

– pff... iré a darme una ducha

– vale, baja a cenar cuando estés lista para la cena