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Él ave se aferró con bastante fuerza, casi al borde de llorar de la felicidad al tener a su amigo de regreso en la tierra, todo este tiempo lo había extrañado mucho pues su ausencia fue enorme, su contrario también apretaba en el abrazo al encapuchado pues ya lo necesitaba, ya necesitaba un abrazo de ese pequeño alado que tanta gracia le daba, se sentía muy reconfortante aquel abrazo que ninguno se quería separar, pero no podían durar así por mucho pues el tiempo del más alto estaba limitado

Té extrañé tanto!..-soltó el alado con un todo algo tembloroso e infantil - pese que no regresarías!...encerio me alegra que estés aquí otra vez!..-

Un sentimiento de culpa apareció en el más alto al oír aquellas palabras, se sentía mal por haberlo  dejado,  y por haberlo echo sin previo aviso, pero no había tenido tiempo para decir que tendría unas ...."vacaciones" si así de le puede decir

Sirvientes ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora