Sirvientes ~

Cinco

Pasó la tarde y poco a poco él ave que se encontraba abrazando el brazo de su contrario comenzaba a despertar un poco apendejado por el sueño, se tallo el rostro con la manga, al alzar la mirada vio al otro y en la situación en la que estaba. Ahora mismo si él ave se pudiera ruborizar su cara estaría completamente roja, intentó apartar su brazo del de su contrario pero ahora el más alto se había aferrado al brazo del ave

En encapuchado se quedo pensado en alguna cosa para poder liberar su brazo, claro sin despertar al contrario pero todos sus intentos fueron inútiles y se canso, miro al joven que dormía plácidamente al lado de él y ladeo cabeza, otra vez podía apreciarlo dormir, eso le gustaba al alado.

Pasó su mano que estaba cubierta por la manga cuidadosa y delicadamente por la mejilla del contrario sin despertarlo, miro de cuerpo completo a su acompañante pero unos segundos bastaron para que sacudiera rápido su cabeza y alejara su mano...¿qué rayos estaba haciendo? ¿Por que se sentía así? Se preguntaba así mismo el alado que ahora estaba lleno de mucha vergüenza.

Por otro lado el más alto parecía que no tenía intenciones de despertar, estaba tan comodo que poco a poco se recargaba más en el alado

El menor sentía que su corazón se iba a salir de el, por algún motivo el tenerlo tan cerca lo ponía nervioso, pero por qué? Era su pregunta qué se hacía internamente una y otra.

Termino suspirando y con mucho cuidado acomodo a su amigo al lado de él abrazándolo con una de sus alas, se sentía bien, y le gustaba estar así, recargo su cabeza en el tronco para contemplar el cielo que ahora se encontraba oscuro y lleno de millones de puntitos brillantes.