Nuestro lugar.

Las hermosas rosas.

—Chris... Esto es, hermoso. Gracias, eres el mejor. —Dije maravillada, tapando mi boca con mis manos por la hermosa sorpresa.

Tome las rosas y le di un fuerte abrazo. Chris tenia un rico olor, era como una droga.

Liam aclaro la garganta.

—Si,si. Muy lindo todo, pero ya tienen que irse. —Dijo mientras sonrio— Dame esas rosas, las pondré en agua, ustedes disfruten su noche.

—Muchas gracias Liam.—Dijo chris.

—Quiero a Sky a las 10:00pm en casa, sana, salva, y por supuesto, virgen, claro, si deseas vivir más tiempo. —Dijo serio.

—No te preocupes liam, Dios. —Reí.— Confia en mi.

—Nada pasará, Liam. Descuida.—Dijo chris sonriendo.

Le pasé las rosas a Liam y salimos de mi casa.

Estaba al punto de abrir la puerta del copiloto cuando chris me detuvo.

—¡No! Espera sky. —Dijo chris.

Abrió la puerta que yo iba a abrir hace algunos segundos. Reí, le di las gracias y entré al Audi negro de Chris.

Empezó a conducir y colocó un CD, nunca lo había visto y/o oido. Realmente era bueno, muy bueno.

—Sube la música, Parker. —Dije sonriendo.

—Como desees princesa. —Dijo mirando el camino, y con vista ciega subió el volumen.

Movia su cabeza al ritmo de la música. Yo estaba intacta, me limitaba a ver sus movimientos y su perfecto perfil.

Después de algunos minutos de buena música, llegamos.

—Quedate ahí.—me dijo.

Caminó alrededor del Audi, y abrió la puerta del copiloto, otra vez.

—Es el momento perfecto, Sky. Mira. —Dijo señalando el cielo.

Era algo hermoso, nunca había visto algo así. El sol intentaba irse, expulsaba rayos anaranjados, amarillentos y por primera vez había visto, rayos de sol rosa. Los colores jugaban con el mar, el viento resoplaba con fuerza, haciendo volar mis ondas y despeinando el cabello rubio castaño de christopher.

—Hace dos años, en este lugar, senti que mi mundo tomó sentido McCurdy. Por primera vez, hace dos años, olvide todo lo que giraba a mi alrededor y me enfoqué en lo que realmente me importaba. Y pienso que fue algo estúpido hacerte sufrir Sky, y te amo. Y necesito que me perdones...

—Cristopher, no tienes que..

—No he terminado Sky.

Necesito que realmente me perdones, porque aunque a veces el amor me parezca ridículo, estoy enamorado de ti. Es como una persona con miedo a la muerte pero con ganas de morir. —Dijo mirandome a los ojos.

—Claro que te perdono chris. —Lo abracé fuerte. —Tenias tus razones, tenias cancer y me alegro mucho de que hayas superado todo esto y aún no se que siento por ti. —respondí.

—No te pediré una relación por ahora. No puedo llegar como si nada y hacer esto. Recuperaré nuestro amor. Te enamorarás de mi McCurdy, tenlo por seguro. —Dijo con una sonrisa picara.

—Entonces hazlo, parker. Pero no te vuelvas a ir, prometemelo. —Dije sin aliento.

—Lo prometo.

Estuvimos toda la noche en aquella playa donde hace dos años nos habiamos conocido. Estaba abandonada, nadie iba a parte de nosotros dos. Era muy hermosa.

*FlashBack*

—Prometeme que nunca me olvidarás. —dijo tomando mi mano.

—¿Por qué esto me parece una despedida? —Dije confunsa.

—Prometemelo. —Reclamó con tristeza en sus ojos.

—Te lo prometo. Ahora, prometeme que no te marcharás nunca.

—Sky... —Soltó una lagrima y alzó su vista al cielo.

—¿Chris? ¿Qué pasa? —Dije preocupada, sequé sus lagrimas.

—Te amo. —Entonces, me besó. Sus cálidos labios sobre los míos.

Había empezado a llover, pero era lo de menos. Sentía que esto era una despedida, y por alguna razón mi corazón me decia que no lo dejara ir.

—Chris, no me hagas daño. —Dije soltando algunas lagrimas, lo que se confundian con las gotas de lluvia en mi rostro. —Eres como mi droga personal.

—Volveré. —Besó mis labios otra vez.

—¿Qué significa "volveré? —Dije ya asustada.

Y no hizo más que correr, hasta desaparecer en la lluvia. Lo llamé ese día en la noche, no contestó. Esperé verlo al día siguiente, no apareció y eso ocurrio durante los días siguiente. Solo desaparecio sin rastro alguno. Sin decir nada.

*FinFlashBack*

—¿Por qué tan callada, Sky? —Dijo mirandome.

—No me lastimes, parker. Por favor. —Dije.

—No lo haré. Tenlo por seguro. —Dijo con su perfecta media sonrisa.

Alcé mi vista al cielo.

—Tengo miedo, chris.

—¿De qué, Sky? —Preguntó.

—De enamorarme. —Dije.

—Ven.—Dijo alcanzandome su mano para que la tomara, y eso hice.

Caminamos por la orilla del mar, Chris tenía su brazo derecho alrededor de mis hombros, no había palabra alguna que brotasé de nuestros labios, la compañia mutúa decía más de mil palabras.

Volvimos a casa, eran las 10:30, tenía que volver.

—Adios.

—Adios.—Lo miré a los ojos esperando que dijiera algo, pero no lo hizo, así que me di vuelta para entrar.

—¿Así no más?—Preguntó Chris, a la vez me tomó del brazo, halandome hacia el.

Estabamos tan cerca que no podia decir algún tipo de palabra.

—¿Y si te beso Sky McCurdy? —Pregunto con la voz ronca.

No contesté; No podía.

Se acercó a mi peligrosamente, intentando romper el pequeño espacio que quedaba entre nosotros, y su nariz rozó con la mía, fué cuando razoné, rozé mis labios con los suyos y me alejé.

—He dicho que aún no sé que siento.—Sonreí.

—¿Me dejarás con las ganas, Sky? —Sonrío igual.

—¿De qué? —Levanté mi ceja izquierda.

—Oh vamos, ¿Me dejarás con ganas de morder tus labios McCurdy? —Pregunto pícaro.

—Hace dos años no lo haces, un día no te matará.—Reí.

—Sky, tienes que darme mi beso de buenas noches.—Dijo reclamando.

—Claro que lo haré.—Sonreí.

El sonreia victorioso, me acerque a el y besé su cálida mejilla.

—Espera, ¿Qué?. —Preguntó.

—Nos vemos, christopher. —Dije girando sobre mis talones para por fin entrar a mi hogar.

—Al menos dime que nos veremos mañana. —Dijo casi rogando.

Giré de nuevo y dije:

—Mañana iré a hablar con Jake, lo siento.

—Bueno, ahm, okay.

—Okay. —Y entré a mi casa, era justo.

Cerré la puerta y me tumbé sobre ella.

—Hora de dormir. —Dije para mi misma. Subí a mi habitación, me bañe y en cuestión de segundos estaba rendida en mi cama.