AVATAR LA LEYENDA DE CAHIL
Ciudad República
– ¡Esto es una locura! Llevamos caminando cuatro días. Creí que conocías el camino. –Cahíl no podía dejar de reclamar, después de todo no dejaba de sentir como sus huellas de los pies se habían borrado por la extenuante expedición.
–Dije que sería una locura ir a Zaofu sin dinero, nunca dije que no lo sería ir a Ciudad República, si así llevamos cuatro días no quiero imaginar cuanto nos faltaría para llegar a tu ciudad. –Bufó. Eylen era mucho menos quejosa, trataba de ignorar la sonrisa de su zapato. – Además, deberías de agradecerme, ¡Sabes lo estresante que fue distraer al policía de migración!
República Unida cuenta con cinco ríos menores y cuatro mayores, de estos últimos, tres desembocan en el Reino Tierra y el cuarto, Ling-he, servía como frontera natural con el estado vecino de Xiaolin; eso sin mencionar al río artificial llamado Jiahe, el cual fue creado para delimitar una frontera con ayuda del Avatar Korra y la Tribu Agua del Norte. El ferri que lo atravesaba los dejaría en la frontera, sólo necesitarían caminar hasta llegar a la capital.
Aunque en el fondo sabía que la chica tenía la razón, el orgullo no le permitía aceptar la verdad en voz alta; de no haber sido por ella cruzar la frontera del país hubiera sido una tarea más compleja. Tan cierto era que si hubieran tomado un autobús en el último pueblo habrían llegado hace horas, como también lo era el hecho de que sus arcas estaban quebradas. –Sé lo que estas pensando. –Dijo Eylen descifrando sus pensamientos.
–Lo sé, lo sé, es sólo cuando llegué aquí sabía que no sería fácil pero tampoco me imagine esto, cuando vivía en el palacio todo era relativamente más cómodo. –Eylen dibujo una expresión de incredulidad ante el comentario sosegado del chico.
– ¡Espera! ¿Qué carajos has dicho? –Algo era cierto, una cosa era ser parte de una familia de clase alta y otra muy diferente colarse en la realeza. Ella no pudo evitar preguntarse qué hacia un chico de esas características merodeando por Juhogai y sin dominio de elemento, menos aún el hecho que supiera sobre los acantilados, si de casualidad hubiera estado ahí antes, eso habría sido hace muchos años... –No preguntaré porque es obvio que no me vas a responder, pero me debes una explicación.
Cahíl estaba conforme con eso, no era algo de lo que quisiera platicar. – ¡Mira, la ciudad se ve por allá! –Señaló con euforia –Esa felicidad lo guio a correr a la colina arriba para contemplar mejor el panorama de la ciudad. Cosa que no duro mucho en ser sustituida por un gesto de desencaje. – ¿Qué es esto? –Era lógico, cualquiera estaría decepcionado de ver un montón de edificios añejados; la maleza cubría todo, denotando que había estado abandonado por décadas.
La joven chica llego a su lado con un gesto de satisfacción, por muy maestro o realeza que fuera aun era un novato para andar vagando por la ciudad. Le dio una palmada al hombro y corrigió su error. –Eso es la Parte antigua de la Ciudad, eso otro es las ciudad. –Le sujetó por mentón redireccionando su cabeza noventa gradados.
No había manera que esa sonrisa desbordante de ojera a ojera fuera contenía, aquella vista era maravillosa algo que jamás creyó vislumbrar en su vida. – ¿Por qué te emociona tanto? Imagino que en la Nación del Fuego hay cosas mucho más elegantes. –Y no mentía, el país de Cahíl se caracterizaba por los hermosos adoquines y murales adornaban cada rincón, incluso en los pueblos alejados estaban agraciados por obra del Señor del Fuego Zuko.
– ¡En verdad es increíble! –Mencionó. Él nunca había visto una arquitectura tan alta, donde los rascacielos se hacían sombra unos con otros.
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Avatar La Leyenda de Cahíl
Fanfiction¿DÓNDE ESTA EL AVATAR? El mundo se encuentra sumergido en la tensión de una crisis, mientras la población de todas las naciones mantiene un luto permanente desde la muerte del Avatar Korra. Hace casi 90 años desde que la organización encargada de...