Capítulo 9

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El sol se asoma por la ventana, anunciando un nuevo día. Otra oportunidad, un nuevo comienzo. Mi pecho duele al recordar lo sucedido hace unas horas, mis ojos secos y ardientes se detienen en un mensaje que llegó a mi celular, aproximadamente a las 9 de la mañana, lo leería más tarde. Las pocas horas de sueño me bastaron para recuperar la energía que necesitaría para enfrentarme hoy a lo que sucediese.

Era un hecho, él se había marchado. Lo comprobé al ver el armario vacío que ocupaba en su dormitorio con mamá, se sentía en mí una especie de libertad, algo que antes no había sentido. Era eso, la falta de temor que antes era parte de mí. Las blancas paredes eran testigos de su marchar, una huida provocada por su última y la menor de sus hijas, una decisión tomada al azar de su mente, expulsado por mi boca y oído por él. No regresaría, era algo claro, su orgullo no le dejaría retornar y yo lo sabía, éramos la misma sangre y le conocía como a nadie. Bajé las escaleras y me acerqué a la cocina, donde una madre desconcertada me recibió. Su mirada perdida en algún lugar y una nota en su mano, causante de la confusión. Me quedo en silencio mientras su mirada se detiene en mí, el desconcierto se dejaba ver en sus facciones y en sus ojos mieles. Tomé asiento junto a ella, la preocupación abriéndose paso en mi sistema, me atemorizaba creer que ella se sentiese dolida por la huida de Mark.

- Se fue - Habló con su mirada en mis ojos.

No sabía que decir, si decirle que yo fui quien no le detuvo o fingir sorpresa. Suspiró y se levantó de la silla, con el semblante más compuesto, guardó la carta en su sobre y se fue de la cocina. No fui tras ella, le iba a dar su espacio para aclarar su mente, aquella nota era algo que no queria que yo supiera. El misterio de ese sobre me llamaba la atención, se lo llevo y consigo la venda que cubría mis ojos. Algo me estaba ocultando y no me quedaría de brazos cruzados. El apetito se me había esfumado pero aun así tomé el desayuno en la solitaria cocina, luego de lavar la taza me subí a mi habitación.

Tomé asiento en el escritorio de mi habitación, la laptop estaba posada allí y no dudé en encenderla. La puerta se oyó rechinar en la planta baja y desde mi ventana observé a mi madre salir con el auto, perdí de vista el auto cuando dobló a la siguiente cuadra. Como si ella supiese que la estaba observando.

Mi celular vibró sobre el escritorio, era un mensaje de voz y en su pantalla marcando el nombre del contacto: Papá.

No esperé y pulsé la opción de escuchar. A continuación se oyó el ruido de bocinas y rechinar de llantas, junto a su voz nerviosa, desesperada y enojada.

- Escúchame, sé que has sido tú.- El chirrido de un neumático ocupó la línea un segundo.- Créeme que cuando te encuentre no podrás huir de mí..., si es que la policía me atrapa podrás librarte pero solo te dejó con la amenaza y óyeme bien... Te encontraré.

Fin del mensaje.

Mi rostro reflejaba el desconcierto y el temor que corría por mis venas, no sabía a qué se refería pero, nuevamente, estaba en problemas. Era claro que huía de la policia, pero no sabía por qué ahora. ¿A que se refería con "se que has sido tu"? ¿Qué fue lo que hice?

Mis dedos pulsaron el mensaje de Jules, algo me decía que ella tenía algo que ver pero no sabia en qué.

Julisse: No sé como decirte esto, pero yo recién me he enterado. Mi madre me ha dicho que denunció a tu padre, que nos oyó ayer en mi habitación. No sé como hizo para saber el nombre de él, pero lo están buscando, mis padres no me dejan salir y quería decirte que tengas cuidado, no salgas de tu casa, Ellianne. Nuevamente, perdon, no sé que porque mi madre lo hizo.

Era eso. Lo buscaban por lo que nos hizo, pero no sabia como sentirme. El me podría encontrar, no sabía hacia donde se dirigía, solo que huía de la policía. Él podría aparecerse por aquí en cualquier momento, quizá en unos minutos él podría entrar por esa puerta y acabar conmigo. O, si tenía la suerte de mi lado, estaría huyendo sin rumbo alguno por otra dirección. Pero tenia su amenaza, él haría lo posible e imposible por encontrarme.

La puerta de la entrada sonó en ese momento, unos pasos pesados se oyeron andar por la casa y no era solo una persona, habían más. Me escondí detrás de la puerta, a la espera de quién estuviese dentro de la casa, las escaleras se oyeron crujir por un peso mayor al habitual.

- Señorita Ellianne, salga. Somos la policía, nos hemos presentado aquí para protegerla.- la voz ronca y, claramente, de hombre se oyó tras la puerta.

Con pasos inseguros la abrí encontrándome con un hombre alto de cabello rojo, grandes ojos grises y barba completa, rodeando sus carnosos labios. La formidez de su cuerpo me intimidaba por el parecido que tenía al de Mark, se hallaba con el uniforme azul oscuro y sosteniendo un arma que apuntaba al suelo. Le observé desde el umbral hasta que me viese.

- ¿Qué sucede?- Le pregunté cuando se acercó a pasos lentos hasta a mí.

- Hemos recibido la orden de protegerte, nos informaron que tu padre está huyendo de la policía en estos momentos y a través de una interferencia telefónica, oyeron su amenaza a tí. Antes de entrar golpeamos la puerta pero nadie atendía, creíamos haber llegado tarde pero aquí estas - Me respondió antes de que se lo preguntase.- Dejaremos una patrulla frente a tu casa, así no te sientes tan incomoda con nuestra presencia aquí. Que tenga buenas tardes, señorita.

Le hizo unas señas con la mano a los demás oficiales, dando la orden de retirarse y todos obedecieron al oficial, dejándome sin habla ante su rápida salida. Sin duda lo más extraño que me había sucedido en el día.


***

Holaaas <3

Mañana o el domingo publicaré el capítulo siguiente ;)

ESTOY MUY EMOCIONADA PORQUE YA SE VIENE LA PARTE INTERESANTE <3<3<3<3<3

Nos vemos en unos días :3

Inanna...

Ellianne (Victimas #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora