Capitulo 2

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Desperté con el aroma de flores. Un olor magnífico invadía todo el lugar. Lentamente abrí mis ojos. Estaban pesados. Escuche voces que provenían de afuera de la habitación. Era un hombre y una mujer, hablaban muy despacio, por lo que no pude entender lo que decían. Parpadee varias veces, para acostumbrar mis ojos a la luz que provenía de las ventanas. Me incorpore lentamente. Observe la habitación. Era enorme. La habitación era completamente blanca con detalles dorados. Con un hermoso balcón adornado con unas cortinas blancas que hondeaban con la suave brisa. Un hermoso tocador justo al lado de los ventanales, en la esquina opuesta al balcón, habían unos muebles blancos y una mesa en la cual reposaba un jarrón con unas hermosas flores blancas. En cada esquina había una puerta. De repente a mi izquierda se abrió una puerta y entro un hombre vestido con un esmoquin negro y corbata, detrás de él entro una hermosa chica rubia de ojos verdes, vestía un traje color rosa pálido. La chica se sorprendió al verme despierta. Levanto la mano y él hombre del esmoquin salió de la habitación dejándonos a solas.

-Me alegro que despertaras. ¿Cómo te encuentras?

-Mareada - conteste con voz ronca.

-Es normal, estuviste drogada por días. - La chica comienza a caminar hacia mi. Bajo la vista a mis manos y noto que llevo puesto un suero. Toque el suero con intención de quitarlo. - No te lo quites. El suero es para contrarrestar y eliminar los efectos de la droga en tu cuerpo. Pronto te sentirás mejor. - Su voz era melodiosa y delicada.

-¿Quién eres? - Pregunté un poco dudosa. La chica sonrío. A lo que me pareció una sonrisa sarcástica.

-Soy la princesa Livana White. Un gusto conocerte, Elohís.

-¿Porque estoy aquí... Princesa?

-No lo sabes. Creí que si decía mi apellido te darías cuenta tu misma - Sonrío nuevamente pero esa vez mostrando sus perfectos dientes blancos. Negué con la cabeza.

-Querida Elohís, eres mi prima, hija del fallecido Rey Antonio y la Reina Ella o mejor conocida como Elohís de ahí tu nombre en honor a la Reina, tu madre. - La noticia me callo como un balde de agua fría. Todo este tiempo, era una princesa y... Era imposible. Yo no era una princesa, solo soy una chica huérfana, la huérfana busca problemas del orfanato de Oxford. La princesa se sentó a mi lado.

-Entiendo que estés confundida y es normal. Hasta hace una semana estabas muerta, junto con tu hermano y tu madre. El trágico accidente de auto de la Reina al salir del hospital después de dar a luz gemelos, fue realmente una escena. Y la verdad, hubiera preferido que te quedarás muerta. Pero ya que. Ahora que estas aquí aprenderás a ser una princesa, quieras o no. - La princesa sonrío, pero esta vez una sonrisa un tanto aterradora. Sus palabras fueron duras, demasiado diría yo pero la droga aun seguía en mi cuerpo y el suero comenzaba a hacer efecto. Mis ojos pesaban demasiado, pero me esforcé por mantenerlos abiertos. - Lo sé, el suero debe estar haciendo efecto. Te diré algo más aunque es posible que lo olvides.Habrán guardias afuera por si intentas algo.

(No sé, si era yo o de verdad estaba perdiendo la razón muy a menudo últimamente) En algún punto mis ojos se cerraron y sentí mi cuerpo ligero y débil. Y todo se volvió negro.

    

ElohísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora