Hacía un rato largo que el sol había salido y la casa había despertado. Yo, sin embargo, tenía la cabeza bajo las sabanas; escuchando la actividad de todos, mientras despertaban y hacían lo suyo. Escuché, también, un momento antes como Christian detenía a Fran y le preguntaba, como si tal cosa, si yo estaba indispuesta o algo por que estaba tarde y no me había levantado.
Mi corazón trastabilló por el recuerdo y se quedó helado al mismo tiempo al rememorar la respuesta de mi tonta hermana.
—"Yo que tú no la espero – había dicho ella –, es una vaga. No hará nada a menos que la obliguen. Una inútil total"
Maldita, a veces ella podía ser tan insoportable...
En cuanto no escuché a nadie más arriba me paré y corrí al baño, sin fijarme en nada. Lavándome rápido y saliendo.Este día era más que un poco frustrante, se supone que iríamos a quedarnos con ellos en su hacienda así que lo tendría que ver todo el viaje. ¿Cómo se supone que lo voy a lograr? alguien se dará cuenta de lo tenso que es todo. Pensaba mientras me vestía y e sentaba en la cama de Fran, esa estúpida...
Además, ¿quién demonios es Theresa?
No podía parar de pensar en lo que me gritaría mi madre si se enteraba de lo que había pasado. primero es obvio que fue a causa mía por meterme en el tonto cuarto y quedarme cuando era claro que no debía, la culpa de ambos por permitir que pasara. Me perturbaba un poco eso ya que si soy tan parecida a su melliza el que e besara estaba muuuuy mal.
--¡CASSIDY! -- el primer grito de mi madre me alcanzó mientras a penas me preparaba mentalmente para bajar.
--¡VOY! -- grito en respuesta, ya abriendo la puerta y comenzando a bajar.
Ya tenía todo empacado, en realidad nunca desempaqué para empezar, así que solo era bajar la maleta, pero eso lo haría después. Bajé respirando hondo y lento, contando hasta diez una y otra vez en mi cabeza para mantener bajo control mis emociones; tristemente es un truco que aprendí cuando aun era muy joven como para saber que era un mecanismo de defensa.
Cuando bajé el ultimo escalón me sentía más serena, lo suficiente como para mirarlo a los ojos sin una reacción en mi exterior. Mi interior era como un estanque tranquilo que se ondulaba cuando me agitaba en vez de dejarme agitar el exterior. Me frunce el ceño, desconcertado.
--Buenos días, gente.
--Más respeto...-- me gruñe mi madre, pongo los ojos en blanco.
la mañana pasa y puedo sentir la mirada de Christian en mi nuca, todos dicen que amanecí de mal humor menos mi familia, ellos solo se encogen de hombros y dicen que es normal, lo que no es del todo mentira. en familia somos más bien distantes.
al llegar el medio día embarcamos rumbo a la hacienda de los invitados. El karma no está de mi lado, me toca sentarme con Christian, pero no me es un problema abstraerme de un situación así; me pongo a pensar y pronto ni siquiera los escucho a mi alrededor, aun con los ojos abiertos, mirando al infinito, imaginando un trillón de cosas y preguntándome cosas por todo el camino. En algún momento del trayecto recordé la pista de una canción y sabía bien que la tarareaba, solía hacer eso mucho, escuchar la música en mi cabeza y cantarla como si tuviera reproductor. Puedo recordar muchas veces en las que mis profesores me regañaron por estar con audífonos "Levántese el cabello" decían, se enojaban cuando no encontraban nada.
Justo como ahora, que podía sentir a Christian levantar un lado de mi cabello para mirar mi oreja desnuda de reproductores. Me alejo y lo miro con el ceño ligeramente fruncido.
-- ¿Qué? -- le digo, calmada, tanto que me mira enojado.
--¿Por qué me ignoras?
-- No me has hablado por lo que no es ignorar. Yo solo soy como siempre fui. No debes sentirte en derecho de exigir o juzgar cuando solo me conociste ayer -- contesto, igual de calmada, con el tono un poco más bajo.
aprieta su mandíbula y mira hacia otro lado, yo sigo con lo mío. Levanto la cabeza al notar que Santi me mira desde donde está, en su lugar perpetuo junto a Fran, le sonrío ligeramente al ver que mira mal a Christian, él es algo así como lo que mi verdadero hermano mayor nunca fue así que una vez se relaja suspiro y vuelvo a lo que estaba haciendo antes, básicamente hablar conmigo misma.
ESTÁS LEYENDO
Inmortal.
FantasyCuando de un momento a otro todo cambia, la esperanza de que todo vuelva a la normalidad... Muere. Ahora, todo es cuesta arriba.